tag:blogger.com,1999:blog-300957992024-03-16T01:12:28.210+00:00Blog de JuanAntonio SacalugaComentarios y análisis de cuestiones internacionalesJuan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.comBlogger889125tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-82560480615984010052024-03-13T10:03:00.001+00:002024-03-13T10:03:26.824+00:00LA TENSIÓN FRANCO-ALEMANA<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> 13 de marzo de 2024</span></p><p class="MsoNormal"><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Que entre París y Berlín hay
una mala comunicación es algo que ya se admite sin reservas incluso entre las
cúpulas del poder en ambas capitales. Las desavenencias provocadas por la
guerra de Ucrania es el terreno en el que se escenifican las tensiones. Pero
hay factores de fondo que han contribuido a hacer de esta brecha un elemento de
preocupación mayor en al estabilidad europea. Apuntamos los siguientes:</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">EL FACTOR ESTRATÉGICO<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La geografía determina las
opciones estratégicas. Alemania siempre ha mirado de reojo al Este como un polo
de inquietud, pero también de oportunidad. Lo primero ha pesado, casi siempre,
mucho más que lo segundo. Las guerras han condicionado históricamente la
convivencia con Rusia, sea cual sea el régimen político que en cada etapa
histórica haya existido allí. Hay un hecho incontrovertible: Alemania nunca le
ha ganado una guerra a Rusia. En cambio,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en la paz los intereses alemanes han prevalecido. De ahí que en Berlín
(o en Bonn, durante la primera guerra fría) siempre haya existido una pulsión
de apaciguamiento frente a Moscú. Antes, Hitler quiso <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aplazar el inevitable enfrentamiento con la
Rusia de Stalin con un pacto táctico, no estratégico (1939), un recurso para
ganar tiempo y consolidar su dominio de Europa Occidental.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Con el triunfo de la Unión
Soviética, Alemania soportó la división del país durante casi medio siglo, un
castigo aún más humillante que los anteriores. La parte occidental prosperó y
la oriental se estancó. Pero ese triunfo soterrado no sirvió para facilitar el
reencuentro. Willy Brandt lo comprendió muy bien cuando lanzó su <i>Ostpolitik</i>
(política <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>oriental) a comienzos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los años setenta. La iniciativa causó
preocupación en Washington, no tanto por oponerse a una distensión que
compartía, sino por el riesgo de perder el control del proceso. También en
París hubo ciertas renuencias. De Gaulle y sus herederos siempre mantuvieron un
cauce de cooperación abierto con Moscú, pero desconfiaban de las aperturas
alemanas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Con la crisis del sistema
soviético, las tensiones franco-germanas afloraron de nuevo. Una Alemania unida
y fuerte despertó los fantasmas de tres guerras devastadoras para Francia. El
entonces canciller Kohl fue el principal valedor de Gorbachov y ejerció de
agente conseguidor de fondos para una Unión Soviética que se deshacía a ojos
vista.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El compromiso reiterado de
Alemania con la paz y la integración europea no pareció antídoto suficiente
para conjurar la visión de una Europa oriental <i>alemanizada</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el peso económico de la nueva potencia
política y territorial. La actuación de Alemania en las guerras yugoslavas,
percibida inicialmente en París como <i>dinamitadora</i>, contribuyó a
acrecentar esos temores.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tras el fracaso del ensayo
democratizador en la <i>nueva Rusia</i>, en gran parte provocado por un
capitalismo de rapiña alentado desde Occidente, Alemania siguió cultivando unas
relaciones muy estrechas con Moscú, para impedir una deriva indeseable en el
Kremlin. Hasta que las sucesivas crisis de Ucrania han dado al traste con ese
proyecto estratégico. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Francia, también ha
interesado siempre un modelo de relación autónoma con Moscú, en colaboración o
no con Alemania o con Estados Unidos, pero en modo alguno subordinado. El
nacionalismo gaullista ha pervivido, tanto en la derecha como en la izquierda.
De alguna forma, las élites francesas han tratado de evitar que, ni en la
cooperación, ni en la confrontación, París jugara un papel de segundo orden en
las relaciones con el Kremlin.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De ahí que Macron (<i>más
papista que el Papa</i>: <i>más gaullista que el General</i>), intentará un
arriesgado juego de mediación con Putin tras la fantasmal intervención en
Crimea y la más evidente en el Donbas, en 2014; y, ocho años después, cuando se
consumó la invasión de Ucrania. Se ha especulado mucho sobre las verdaderas
intenciones de aquel viaje del presidente francés a Moscú. Macron es cualquier
cosa menos ingenuo. Al cabo, quizás se trató de la inevitable necesidad del
Eliseo de dejar su impronta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ahora que cualquier
conciliación con Moscú se antoja lejana, Macron se pone a la cabeza de los <i>halcones</i>
y pretende hacer olvidar que alguna vez quiso parecer <i>paloma</i>, al apuntar
que, aunque no hay consenso aliado, no se puede descartar el envío de soldados
a Ucrania, para evitar un triunfo militar de Rusia. De todos los gambitos de
Macron, este ha sido el más o uno de los más arriesgados. Y el que más
irritación ha provocado al otro lado del Rhin (1).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde febrero de 2022,
Alemania ha enterrado las distintas derivadas de la <i>Ostpolitik</i>, y le ha
tocado hacerlo a un canciller socialdemócrata, quizás el más gris y menos
dotado para un liderazgo de altos vuelos. Olaf Scholz anunció el <i>zeitenwende
</i>(traducible como ‘cambio de era, o de tiempo). Medio siglo de acercamiento
a Rusia se ponía en cuestión. La ecuación económica (materias primas
energéticas a cambio de maquinarias y bienes de equipo) en las relaciones
bilaterales se disolvía bajo el peso de las sanciones occidentales contra
Moscú. Más aún, la Alemania pacifista post-hitleriana se comprometía a un
esfuerzo militar de 100.000 millones de dólares (para empezar) con los que
rejuvenecer, reforzar y ampliar el aparato militar alemán. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero en todo hay un límite,
o una línea roja. Alemania no ha sido tímida con Putin, a pesar de ser el país
europeo más perjudicado por los embargos, las limitaciones y condicionantes en
el consumo de petróleo y gas rusos. La guerra económica se aceptó como
inevitable en Berlín. Pero a partir de aquí se ha ido con pies de plomo, en
particular en el suministro de armamento a Ucrania. Aún así, Alemania es,
después de Estados Unidos, el mayor contribuidor neto en los arsenales de Kiev
(2). Que no se olvide. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Francia también ha tomado
sus precauciones en la presión al Kremlin, igual que EE.UU, pese a la retórica
y la propaganda de guerra fría imperante desde hace dos años. Por eso, la
última <i>provocación</i> de Macron ha molestado tanto en Berlín. Además, como
suele habitual en sus alardes, el presidente francés añadió el insulto a la
injuria, al sugerir que la delicada fragilidad de Ucrania exigía más “coraje” y
menos timidez de los aliados (3).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Scholz le replicó con
discreción diplomática y burocrática, sin salidas de tono, recordando que las
decisiones de la OTAN descartaban <i>boots on the ground</i> (envío de tropas a
Ucrania). Pero su ministro de Defensa, Pistorius, no se resistió a devolverle
el guante y afearle esa nueva lección de moralidad. Los ministros de Exteriores
de ambos países trataron de <i>diplomatizar</i> la crisis días después, pero no
se arriesgaron a celebrar una conferencia de prensa conjunta para no evidenciar
que la herida política entre Berlín y París seguía abierta. La filtración de
una reunión de altos mandos militares alemanes, espiada por agentes rusos, enturbió
aún más el clima (4).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Otro elemento invariable
desde la guerra fría: Berlín puede apoyar el proyecto de defensa autónoma europea,
pero nunca lo ha dejado de considerar como subordinado a la OTAN. El paraguas
nuclear americano es intocable, entonces y ahora. Y ni siquiera una eventual (y
sólo especulativa, por ahora) disponibilidad estratégica del arsenal nuclear
francés son capaces de modificar ese axioma (5).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">FACTORES POLÍTICOS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Aparte de las
consideraciones estratégicas, en ésta última crisis también han pesado los
factores políticos internos. Macron afronta las elecciones europeas con la
aprensión de un triunfo, inevitable según parece. del ultraderechista <i>Rassemblement
National</i>. En su día, se le consideraba un partido prorruso e incluso con
financiación generosa del Kremlin. En los últimos años, la presidenta del
Partido ha intentado alejarse del Kremlin, pero no lo ha conseguido del todo. Y
Macron quiere explotar esa supuesta vulnerabilidad de una mujer a la que ha
derrotado dos veces en las elecciones presidenciales, pero que parece destinada
a ocupar el Eliseo en 2027, si este año tiene unos resultados exitosos en las
europeas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En el debate parlamentario
de esta semana sobre el acuerdo bilateral de seguridad con Kiev, Marine Le Pen
ordenó la abstención. Dejó claro que apoya la resistencia ucraniana, para que no
haya dudas sobre su cambio de actitud con Rusia. Pero vio en la iniciativa del
partido del Presidente una clara intención electoralista. En la izquierda se
evidenciaron las divisiones: insumisos y comunistas votaron en contra,
socialistas y ecologistas, a favor, pero estos últimos rechazaron la <i>sugerencia</i>
del envío de tropas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Scholz también afronta el
desafío de la ultraderecha, con elecciones este otoño que podrían consolidar el
dominio de la AfD (Alternativa por Alemania) en los länder orientales. Este
partido ha conquistado a los ciudadanos que no tienen un recuerdo tan negativo
de la RDA, pero en su auge también ha mordido en la base socialdemócrata. El
canciller no quiere aparecer demasiado hostil ante un electorado que no
participa del discurso antirruso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">FACTORES INSTITUCIONALES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En este desencuentro
París-Bonn, como en otros anteriores, la estructura de los respectivos sistemas
políticos también ejerce una influencia perturbadores. El sistema político
francés es presidencialista; el alemán es parlamentario. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Francia, el Presidente
ejerce una atribución exclusiva y personal en la política exterior. No necesita
ni siquiera de su propia mayoría (en este caso, de la minoría que lo apoya)
para formular sus propuestas internacionales. En Alemania, por el contrario, el
Canciller tiene que pactar la política exterior con sus socios de coalición, e
incluso, en las raras veces que ha habido un gobierno monocolor mayoritario, el
Bundestag ha ejercido una influencia considerable.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">FACTORES PERSONALES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Finalmente, el estilo
personal tampoco es desdeñable. Suele ser habitual que en el Eliseo y en la Cancillería
no habiten caracteres afines. El Presidente francés está condicionado por el
aurea de un sistema político que descansa sobre una figura engrandecida y exige
un liderazgo real, pero también efectista. Que lo sea y que lo parezca. El
Canciller, en cambio, es una suerte de <i>primus inter pares</i>, por destacado
que sea. Por eso, desde 1945, la estatura personal de los líderes alemanes ha estado
siempre encuadrada en unas estructuras firmes que evitan el hiperliderazgo. Es
el escarmiento del Jefe (<i>Führer</i>). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esa limitación (histórica y
política) se refuerza, a veces, con el estilo puramente personal. En la
actualidad, la brecha es quizás la más amplia de los últimos ochenta años. Un
Presidente francés al que le gusta hablar y un Canciller que es, quizás, el más
discreto desde la posguerra. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">De Gaulle y Adenauer
cultivaron poco la relación personal, pero tampoco se lo propusieron. Pompidou
y Brandt nunca se entendieron especialmente bien, aunque el alemán se cuidó
mucho de que su creciente popularidad no irritara en París... hasta que el
escándalo Guillaume acabó con su carrera. Giscard y Schmidt confirieron a su
cooperación un carácter técnico, obligados por la crisis del petróleo tras las
guerras de Oriente Medio. Mitterrand y Kohl elevaron el tono de la relación
bilateral, pero no siempre ajustaron la dinámica personal. El alemán fue el
canciller más longevo de la posguerra y también el más mediático, pero el
francés nunca renunció, antes al contrario, a la solemnidad con que se ejercía
el cargo. Merkel minimizó a Sarkozy (y luego a Hollande), pero no por remarcar
sus cualidades personales, sino por ponerlas al servicio del indiscutible
liderazgo económico alemán en la Europa de la posguerra fría. Macron quiso
acabar con esa <i>inferioridad </i>francesa, a duras penas. No está claro que
lo consiguiera frente a una Merkel en retirada, pero cree tenerlo más fácil con
el gris Scholz. </span><span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(1) “France-Allemagne, un
tándem secoué par l’épreuve de la guerre en Ukraine”. </span><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">PHILIPPE RICHARD & THOMAS WIEDER. <i>LE MONDE, 9
de marzo.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(2) “German Chancellor pledges to boost [ammunition]
production for Ukraine”. </span><i><span style="line-height: 115%;">DER SPIEGEL, 5 de febrero (versión en
inglés).</span></i><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(3) “Le débat sur l’envoi de
soldats en Ukraine révèle les profondes differences de vision de la guerre
parmi les allies”. </span><i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">LE MONDE,
6 de marzo.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “Now It’s Germany’s turn to frustrate Allies over
Ukraine”. <i>THE NEW YORK TIMES, 4 de marzo.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Dans cette nouvelle ère où l’affrontement a
remplacé la cooperation, la question de la dissuasion nucleaire reprend tout
son sens”. </span></span><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">SYLVIE KAUFFMANN. <i>LE MONDE, 7 de febrero.</i></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-80579573532454341902024-03-06T12:12:00.003+01:002024-03-06T12:12:40.493+01:00USA: LAS PRIMARIAS QUE NUNCA EXISTIERON<p> <span style="font-family: georgia; font-size: medium;">6 de marzo de 2024</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">Ha pasado el </span><i style="text-align: justify;">Supermartes</i><span style="text-align: justify;">
de las elecciones norteamericanas sin sorpresas dignas de consideración. Biden y
Trump se encaminan </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">hacia una repetición
del duelo de 2020, pero con papeles invertidos. En esta ocasión, el líder demócrata
será el </span><i style="text-align: justify;">incumbent </i><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">(el titular del
cargo) y el republicano hará de aspirante. Aunque ninguno de ellos haya
obtenido técnicamente aún el número suficiente de delegados para ser coronados
en las convenciones del verano, las cartas ya están echadas. Este año ha habido
primarias sólo formalmente, pero no ha habido eso que tanto gusta a periodistas
y los aficionados a la política como espectáculo: emoción, disputa (1).</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden y Trump reflejan gran
parte de las dolencias del sistema norteamericano. De un lado, el <i>establishment
esclerotizado</i>, envejecido, y no sólo biológicamente. Los ochenta años
cumplidos del actual presidente han sido motivo de debate durante al menos los
dos últimos años, entre las bases, escalones medios y grandes electores del
partido. Aún esta viva la discusión, aunque ha derivado ya hacía los márgenes
especulativos. Nadie se ha querido postular y a nadie se ha señalado como
alternativa. Por distintas razones. No parece elegante debilitar al líder de facto
del Partido mientras está gobernando (se ha hecho antes, pero en muy pocas
ocasiones). No hay motivos políticos de fondo: la economía marcha bien, Estados
Unidos, se dice, ha recuperado crédito en el mundo (o mejor dicho, entre sus
aliados de siempre). Y, <i>last but no least</i>, el perfil moderado de Biden
parece lo más aconsejable para atraerse a los republicanos moderados que están
espantados ante una vuelta de Trump.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde los sectores más
dinámicos y/o progresistas del Partido Demócrata las cosas se ven de otra manera.
Ya no les basta con apelativos retóricos a la democracia, con gestos amables
hacia las clases menesterosas o con gastadas proclamas de los valores de la
nación elegida. Las minorías raciales, sociales e incluso los sectores menos
favorecidos de las clases medidas necesitan otro Partido Demócrata. O simplemente
otro Partido a secas (2).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">GAZA, RUINA MORAL DE BIDEN<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La guerra de Gaza -en
particular, la abominable campaña de venganza de Israel por lo ocurrido el 7 de
octubre- ha terminado por fracturar sin remedio a los demócratas. Biden, su
gobierno y la fracción legislativa que lo apoya se han descolgado de las bases
más progresistas por su resistencia a desasociarse de la actuación israelí. La
crítica contenida de la Administración no ha sido suficiente para conjurar el
malestar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Quizás lo más interesante de
estas primarias en blanco y negro haya sido el número de <i>no commitment votes
</i>(traducible como votos no comprometidos o votos en blanco) en el estado de
Michigan, uno de los que se apuntan como claves para decidir el ganador en
noviembre. Biden ganó allí en 2020 y confiaba en hacerlo este año. Durante la
prolongada huelga en la industria del motor, el presidente hizo uso de sus reflejos
populistas y se calzó la gorra de sindicalista para apoyar las protestas laborales,
conforme a su trayectoria política. En estado automotriz por excelencia,
recuperar a la base obrera parecía una estrategia ganadora frente a un Trump
que ejerce una atracción fatal sobre las masas de trabajadores blancos sin
estudios superiores.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero Biden no contaba hace
meses con la bomba de tiempo que la guerra de Gaza dejaría en Michigan. El
estado cuenta con el mayor número de árabes americanos, y en algunos distritos
constituyen una mayoría. Allí ganó su escaño en la Cámara Baja la palestina de
origen Rashida Tlaib, una de las integrantes del <i>squad</i> o grupo
progresista de mujeres que constituye la punta de lanza del sector crítico del
Partido Demócrata. Para denunciar la pasividad, la tibieza o la complicidad (según
el ánimo de cada uno) de Biden frente a Israel, Tlaib y sus seguidores <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>promovieron una campaña de voto en blanco,
extensible a otros estados. En Michigan, más de 100.000 electores registrados
como demócratas depositaron su <i>no commitment vote </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o voto
en blanco. Fue una especie de voto de castigo o de advertencia. Si esos
demócratas persisten en su actitud en noviembre, y aseguran que lo harán, Biden
podría perder estado clave y comprometer muy seriamente su aspiraciones de reelección.
Quizás no valga con decir que sería peor para los palestinos otra presidencia
de Trump. Los daños propios duelen más que los ajenos y despiertan más
resentimiento (3).<o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">No
hay todavía datos fiables sobre la extensión de los </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">no
commitment</span></i><span style="line-height: 115%;"> en esta jornada de </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">Supermartes. </span></i><span style="line-height: 115%;">Pero el clima debe preocupar en la Casa Blanca y en
el Partido. En el promedio de encuestas, Biden va por detrás de Trump en todas
las encuestas (4). No es una diferencia insuperable, pero si el actual
Presidente no consigue asegurar sus votos otrora más seguros, difícilmente podría
dar la vuelta a la situación.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
FRACTURA REPUBLICANA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Del
lado republicano, las cosas tampoco son para celebrar. El partido del elefante
se mueve entre la resignación y una euforia inconsistente. Hace tiempo que está
escindido en al menos dos corrientes: la </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">trumpista</span></i><span style="line-height: 115%;"> y la convencional. Pero en esta última hay
distintas sensibilidades. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Los
</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">trumpistas </span></i><span style="line-height: 115%;">son básicamente los RINO<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(acrónimo de </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">republicans
in name only <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><span style="line-height: 115%;">o republicanos sólo de nombre). Aglutinan a ultraconservadores,
libertarios sin carga ideológica firme y sobre todo oportunistas. Se han colocado
detrás de la sombra de Trump por pura conveniencia. Son racistas, clasistas,
negacionistas de todo pelaje y condición: un crisol de lo que sería en Europa
la ultraderecha más rancia. Pero conectan con un sector muy amplio de los
trabajadores blancos que se sienten amenazados por las minorías raciales
(negros, latinos, asiáticos) y sociales (mujeres feministas, jóvenes contestatarios,
ciudadanos con opciones sexuales o de género distintas a las convencionales,
etc) (5).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Eso
no quiere decir que la fracción </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">trumpista
</span></i><span style="line-height: 115%;">del Partido Republicano se haya vuelto obrerista.
Cuenta con el apoyo de multimillonarios, o millonarios, que van por libre en la
estructura social, que se han descolgado de sus afines de clase o son </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">outsiders</span></i><span style="line-height: 115%;"> en la selva del capitalismo norteamericano. Por
seguidismo o magnetismo, estos privilegiados económicos arrastran a sectores incomodados
de las clases medias. Esta </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">melánge</span></i><span style="line-height: 115%;"> interclasista carece de programa político
solvente, pero constituye una carga de profundidad para un sistema político
agotado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
facción tradicionalista del Partido Republicano está desmoralizada, pero no derrotada.
Se ha aferrado a la candidatura fantasmal de Nikky Haley en estas primarias,
como un recurso testimonial. La fragilidad de la resistencia era más que
evidente. Haley forma parte del núcleo de dirigentes republicanos que sucumbió
al empuje de Trump, al aceptar ser su embajadora ante la ONU. Sonó con fuerza
para ser Secretaria de Estado, pero en uno de sus habituales cambios de humor,
Trump la descartó, al sospechar que era un caballo de Troya, uno más, en su
administración errática y a la deriva.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Los
comentaristas republicanos moderados e incluso los que se autoproclaman </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">neocon</span></i><span style="line-height: 115%;"> como Bret Stephens, columnista del </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">New
York Times,</span></i><span style="line-height: 115%;"> han promovido
esta aventura en solitario de Haley como un gesto de coraje, un mensaje de alarma
u otras encendidas proclamas sobre los peligros que acechan a la democracia
americana (6). En realidad, los republicanos no acaban de entender, o no quieren
admitir, que no es Trump y sus seguidores quienes amenazan a la democracia.
Ellos son síntoma, no causa, de la decadencia del sistema político. Se
aprovechan de su fragilidad para sacar provecho propio, personal o de casta. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 115%;">Durante
estos últimos años, los conservadores razonables creían que Trump podría
hundirse bajo la trama de sus causas judiciales en permanente aumento. Ya son
casi un centenar, de distinta naturaleza, y ha ocurrido todo lo contrario: es
más fuerte que nunca. No han entendido, o han tardado en entender, que con cada
proceso judicial que se abre en su contra, Trump obtiene más apoyo de esa base
social vengativa que lo ve como un agente destructor, sin reparar en las consecuencias.
El personaje está crecido y se atreve a decir cosas como “seré un dictador
desde el primer día”. Aviso al </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">deep
State</span></i><span style="line-height: 115%;"> o </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="line-height: 115%;">establishment</span></i><span style="line-height: 115%;">, que lo frenó en su primer mandato. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
discurso “político” de Trump es más simple que el asa de un cubo, pero, por eso
mismo, eficaz: menos impuestos, más tarifas a la importaciones (sobre todo las de
China), barreras sólidas frente a los inmigrantes “que envenenan la sangre
americana”, cierre del grifo protector de los aliados exteriores, apoyo a los
dictadores amigables con América, etc. Una versión del fascismo siglo XXI, sin
bases doctrinales más allá de cuatro simplezas. Justo lo que su base social
demanda y lo que interesa a sus protectores poderosos más cínicos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Después
de dos o tres primarias más, Biden y Trump habrán alcanzado el número
suficiente de delegados para asegurarse su nominación respectiva. Las
Convenciones se convertirán en una fotocopia a la inversa de hace cuatro años,
pero en esta ocasión sin pandemia condicionante: se recuperará el espectáculo. El
resultado de esta disputa repetida no está decidido, ni mucho menos (7). Pero,
pase lo que pase, la democracia americana ha tocado fondo, incluso en sus
aspectos formales sobre los que realmente se ha venido sosteniendo en las últimas
décadas. </span><span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(1) “’It never mattered
less’: Super Tuesday is looking less than super this year”. DAVID SMITH. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">THE
GUARDIAN, 4 de marzo</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(2) “Michigan’s Uncommitted
campaign is challenging Biden. It could save him again”. JOHN NICHOLS. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">THE
NATION, 20 de febrero.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(3) “Over 100.000 Michigan
primary votes were ‘uncommitted’. What does it mean?”.</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"> THE
WASHINGTON POST, 28 de febrero.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) <a href="https://www.realclearpolling.com/polls/president/general/2024/trump-vs-biden">https://www.realclearpolling.com/polls/president/general/2024/trump-vs-biden</a><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(5) “How paradoxes of class
wil shape the 2024 election”. E.J. DIONNE Jr. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">THE WASHINGTON POST, 3 de marzo.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(6) “Nikky Haley’s last
ditch. BRET STEPHENS.</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"> THE NEW YORK TIMES, 27 de febrero.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(7) “Ten thousand people
can decide the presidential election”. </span><span lang="DA" style="line-height: 115%;">ELAINE KAMARCK. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="DA" style="line-height: 115%;">BROOKINGS INSTITUTION, 3 de enero</span></i></span><span lang="DA" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: DA; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-6277896706298641602024-02-28T12:33:00.002+01:002024-02-28T12:38:03.842+01:00CALENTURAS DE LA ACTUAL ‘GUERRA FRÍA’<p> <span style="font-family: georgia; font-size: medium;">28 de febrero de 2024</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde la intervención rusa
en Georgia en 2008, si no antes, se suele utilizar el moto ‘guerra fría’ cada
vez que ha habido picos de tensión entre el Kremlin y la OTAN. O entre la Casa
Blanca y Pekín, a cuenta de Taiwan, del pulso por el control de mares y rutas
del Extremo Oriente o de las disputas comerciales. Pero desde la crisis de
Crimea, en 2014, y, por supuesto, desde la invasión de Ucrania, hace dos años,
la intermitencia se ha convertido en permanencia. Esta ‘guerra de fría’ del
siglo XXI ya no es ocasional o coyuntural. Es estructural y definitoria de las
relaciones entre el Este y el Oeste. Y, si bien en forma distinta a la anterior
‘guerra fría’, condiciona también los vínculos entre el Norte y el Sur.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">UN DESASTRE PARA TODOS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La guerra de Ucrania va mal.
Para todos. Sin duda, en primer lugar, para el propio país escenario de los
combates y la destrucción. También para Rusia, que, pese a una evolución favorable
de los acontecimientos, soporta un desgaste humano, material, moral y
estratégico considerable. Y para Occidente, que ha visto como sus estrategias solapadas
de intervención no han conseguido los resultados esperados. Finalmente, también
para el Sur, que necesita otro entorno más pacífico para superar sus viejas y
nuevas dependencias. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La sensación general es que
la guerra está fuera de control. Ucrania depende de manera muy peligrosa del
apoyo exterior. Eso que se llama “moral de combate” se resquebraja un poco cada
día. El reclutamiento de tropas de refuerzo se antoja más difícil. El
porcentaje de la población que está dispuesto a renunciar a terreno nacional
para detener la guerra aumenta cada mes. Las grietas en la élite son más
visibles que nunca (1).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Rusia hace tiempo que
renunció a acabar con el régimen ucraniano. Ni siquiera si consigue consolidar
sus ganancias territoriales (en total, casi un 20% del país), estaría en
condiciones de lograr una rendición del rival que facilitaría la caída de sus
dirigentes y mucho menos el alejamiento de Occidente. Por el contrario, Ucrania
está hoy más insertada que nunca en el complejo político y militar de la OTAN y
su pertenencia a la Unión Europa, aunque más lejana de lo que proclaman los
líderes continentales, está mas cerca que al comienzo de la contienda.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En contraste, las sanciones
no han hundido la economía rusa. Con su “perspicacia” habitual, el FMI ha
vuelto a errar en sus previsiones. La economía rusa creció un 4% en 2023 (2), una
cifra envidiable para Europa, atrapada en un nuevo ciclo de <i>estanflación</i>,
lo que vuelve a instaurar las políticas de contención de precios y restricciones
presupuestarias (3). Otra vez, las dependencias energéticas yugulan las
opciones europeas. Hace medio siglo fue el boicot petrolero árabe tras la
guerra del Yom Kippur; hoy es el abandono parcial de los suministros rusos. El
castigo a Rusia ha sido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un <i>boomerang</i>
para la economía europea, en unos países más que otros, ciertamente. Los
dirigentes europeos no se atrevieron al boicotear la compra de gas ruso, sino a
una prudente sustitución progresiva. No ha dado resultado tampoco. En algunos países,
caso de España, se compra más gas ruso, debido al complejo sistema de distribución
(4).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Sin embargo, aseguran
algunos expertos, Rusia no va a salir indemne de esta guerra. Al cabo, las
sanciones harán mella (o lo están haciendo ya, socavando las bases productivas
del país). El crecimiento económico actual está dopado por el esfuerzo de
guerra, que supone un 30% del presupuesto estatal (5). Hay dudas, no obstante,
sobre cuánto sesgo hay en el análisis de la situación real y a largo plazo de
la economía rusa. Se reconoce que la guerra ha obligado al poder a orientarse
estratégicamente hacia Asia y a congelar sus relaciones con Occidente. Pero si
algo hemos aprendido con la globalización es que nadie puede renunciar a medio
mercado mundial. Ni siquiera la primera potencia económica mundial puede renunciar
o desacoplarse.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Para Estados Unidos, el
curso de la guerra es un desastre estratégico, aunque disponga de medios para
controlar los daños. Tras el fracaso inicial de Rusia, confiaba en repetir el
triunfo cosechado contra su rival en la primera ‘guerra fría’. En cada episodio
desfavorable de la guerra para Rusia (repliegue de las fuerzas invasoras,
estancamiento del frente en el Donbas, debilitamiento de la flota del Mar
Negro, aislamiento de tropas en las bolsas del sur <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>e incluso la rebelión de opereta de Prigozhin),
se ha querido ver un paso hacia un posible fin del régimen de Putin. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Rusia y China, con sus
contradicciones sin resolver, están más cerca que nunca. Se sospecha, por no
decir que se tiene la certeza, de que los chinos favorecen el aprovisionamiento
de material militar a Moscú. Irán o Corea del Norte, que son la encarnación del
‘mal’ para los propagandistas americanos proveen a Rusia de drones y munición artillera.
Turquía, aliado formal de la OTAN, es una pieza clave en el sistema de evasión
de las sanciones occidentales. También otros aliados naturales de Washington en
Oriente Medio y Asia, como Emiratos, Singapur, etc.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">¿DESACOPLE AMERICANO?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Estados Unidos, principal
donante de armas a Ucrania, el mecanismo se ha atascado por la negativa de una
facción de la oposición republicana en la Cámara baja a desbloquear otros 60
mil millones de dólares de ayuda militar. No se trata de una treta coyuntural
de presión sobre la Casa Blanca. La crisis parece ser sólo un anticipo de lo
que se prepara. Esos republicanos díscolos son seguidores de Trump, que se
perfila como candidato presidencial favorito en noviembre, con un programa
claro y contundente sobre Ucrania: “acabar la guerra en una reunión con Putin”.
Lógicamente, para satisfacción de las demandas rusas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ese escenario de pesadilla
ha disparado las alarmas en Europa, sazonado con otras declaraciones
extravagantes del expresidente que vuelve a poner en duda la continuidad efectiva
de la OTAN. El <i>establishment</i> no le dejó ‘castigar’ a sus ‘rácanos’ y/o ‘morosos’
aliados europeos, pero asegura que no volverá a permitir esa negligencia. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De este lado del Atlántico
parecen tomarse en serio las amenazas. O al menos eso indican las ‘calenturas’
que se han producido en las últimas semanas. El llamado ‘pilar europeo’ de la
Alianza Atlántica no es el de hace tres, cuatro o cinco décadas. Es más activo
o más belicoso por el Este que por el Oeste. Las vetas orientales son más atlantistas,
por así decirlo. Los polacos y los bálticos, países de frontera con Rusia y ‘víctimas
del expansionismo histórico ruso’ presionan a favor de un mayor gasto militar,
presentado como ‘inversión existencial en Defensa’. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde el núcleo central europeo,
las respuestas son más templadas, pero no refractarias. Al cabo, el complejo
industrial-militar alimenta el debate y las presiones en favor de un mayor
esfuerzo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>presupuestario no dejarán de
aumentar. Alemania y Francia son clave. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En la política germana no
hay unanimidad, ni en la coalición tripartita gobernante, ni siquiera en el
principal de sus componentes, el Partido Socialdemócrata. El ministro de
Defensa, Boris Pistorius, se ha tomado muy en serio el <i>zeitewende </i>(cambio
histórico) que el canciller proclamó unos días después de la invasión rusa. El
gobierno anunció un programa de rearme por valor de 100.000 millones de euros.
Dos años después, se ha ejecutado una ínfima parte. Scholz sustituyó a su
primera titular de Defensa por Pistorius, pero cuando éste ha querido pisar el
acelerador de la maquinaria militar se ha encontrado con resistencias, incluso
en la Cancillería (6). La situación económica no está para alegrías. Alemania
está en el furgón de cola de las economías europeas. La transición energética
está resultando lenta y fatigosa. Las elecciones se acercan. El SPD está
hundido en las encuestas, incluso por debajo de los xenófobos de la AfD, que,
contrariamente a otros afines en Europa, no están entusiasmados, sino al
contrario, por esta nueva guerra fría.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Francia, las perspectivas
electorales son también inciertas. Macron tiene que lidiar con <i>guerras sociales</i>
internas (campesinos, clases medias descontentas, trabajadores revueltos) y un
creciente aislamiento político (presión de la derecha conservadora, grietas en
su entramado centrista, euforia de la ultraderecha). El giro a la derecha en el
interior viene acompañado de un endurecimiento de la retórica en el ámbito
exterior. Macron ha vuelto a soliviantar a los aliados al decir que “no está
descartado el envío de soldados a Ucrania”, aun reconociendo que “no había
consenso”. Se quedó cortó en su matización. Más bien hay consenso en descartar
esa eventualidad, y así se apresuraron a recordárselo muchos aliados europeos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En realidad, y como ha ocurrido
en otras declaraciones suyas anteriores, el presidente francés navega entre la realidad
y la provocación. Si somos rigurosos, ya hay soldados occidentales en Ucrania.
Lo que ocurre es que no forman parte de expediciones oficiales o abiertas. Algún
analista lo ha recordado estos días (7). Pero lo verdaderamente relevante es la
presencia de <i>guerreros ocultos</i>, de fuerzas de inteligencia occidentales
que juegan un papel de primer orden tanto en las operaciones defensivas como
ofensivas de Ucrania desde las fases iniciales de la guerra. Un trabajo de investigación
del NEW YORK TIMES arroja datos muy detallados de la extensión e intensidad de
esta implicación (8).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">¿UNA DEFENSA AUTÓNOMA EUROPEA?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ante las perspectiva de un
triunfo (o no derrota) de Putin en Ucrania y el regreso de Trump a la Casa
Blanca, Europa reavive sus viejos dilemas sobre una Defensa autónoma (9). En las
últimas semanas se han escuchado voces augurando una agresión rusa contra miembros
de la OTAN en un plazo de entre tres y cinco años, más o menos. Ese también fue un tópico
nunca cumplido de la anterior guerra fría. El relato fue típico del mecanismo
de profecía autocumplida. Si la URSS no traspasó el telón de acero fue el
reforzamiento militar de Occidente, el paraguas nuclear americano.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En estos momentos, el asunto
de la supuesta amenaza rusa y una Defensa común de Europa da para más que una
referencia en este comentario. Pero valga con decir que estamos lejos de eso:
tanto por razones estructurales, técnicas y materiales, como políticas. Si los
dirigentes se <i>calientan la boca</i> con declaraciones altisonantes es en
parte en compensación por debilidades intrínsecas del proyecto. La necesidad es
discutible, la oportunidad es debatible, pero la viabilidad, al menos a corto
plazo, es escasa (10).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">La actual ‘guerra fría’, como
la anterior, será rica en previsiones catastróficas, en tensiones y
contradicciones políticas, en acontecimientos imprevistos y, sobre todo, en
enriquecimientos de sectores industriales concretos. No deberíamos olvidarlo.</span><span style="font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></span><span style="font-family: georgia; text-align: left;">NOTAS</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Ucraine: après deux ans de conflit, l’unité du pays épprouvée”.
<i>LE MONDE, 24 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Russia’s booming
economy”. <i>THE ECONOMIST, 27 febrero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(3) “A travers l’Europe,
le grand retour des restrictions budgétaires”. </span><i><span style="line-height: 115%;">LE MONDE,
20 febrero</span></i><span style="line-height: 115%;">.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “El gas sigue dibujando mapas”. ENRIC JULIANA. <i>LA
VANGUARDIA, 27 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(5) “Putin’s unsustainable spending spree. </span><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">How the war in Ukraine will overheat the Russian
economy“. ALEXANDRA PROKOPENKO. <i>FOREIGN AFFAIRS, 8 enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) “How Pistorius is
transforming the German armed forces”. <i>THE ECONOMIST, 21 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “Foreign troops
in Ukraine? They’re already there. ISHAAN THAROOR.<i> WASHINGTON POST, 28 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(8) “The Spy War. How
the CIA secretly helps Ukraine fight Putin”. <i>NEW YORK TIMES, 25 febrero<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “Putin, Trump,
production capacity: the defence challenges facing Europe”. LILY BAYER.<i> THE
GUARDIAN, 26 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(10) “Why Europe can’t
get its military act together. The continent faces multiples obstacles on the
way to military autonomy”. STEPHEN M. WALT. <i>FOREIGN POLICY, 21 febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-29119357990105780992024-02-21T09:10:00.003+01:002024-02-21T09:12:26.613+01:00FALSAS DEMOCRACIAS EN EL INDO-PACÍFICO<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">21 de febrero de 2024</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En estos dos primeros meses
del año se han celebrado elecciones generales (presidenciales y/o legislativas)
en tres países del Indo-Pacífico, la zona hacia la que se desplaza el centro de
gravedad del equilibrio mundial, según los expertos: Bangladesh, Pakistán e
Indonesia. Juntos suman cerca de 700 millones de habitantes, casi un 9% de la
población mundial, y reúnen el mayor número de musulmanes del mundo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El sesgo autoritario allí es
tan grande que las citas electores son simples ceremonias de legitimación del
poder, más hacia fuera que hacia dentro del país. Igual ocurre en Filipinas,
Malasia, Tailandia, etc. Democracias dinásticas, tuteladas o ambas a la vez.
Falsas democracias.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">BANGLADESH: ¿UN
PARTIDO-ESTADO?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Bangladesh, la Liga Awani
ganó en enero tres de cada cuatro escaños del Parlamento, un porcentaje
ligeramente inferior al obtenido en las elecciones de 2018, pero sin que ello supusiera
merma alguna de su abrumador poder. La primera ministra del país es la jeque
Hasina Wajed, hija del padre de la independencia, el jeque Mujibur Rahmanº (1).
<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La abstención, cifrada en un
60%, explica mejor el resultado electoral. Los principales partidos de la
oposición boicotearon las elecciones en protesta por la falta de transparencia
del proceso y, sobre todo, por los atentados a las libertades básicas. Algunos
de los dirigentes opositores purgan penas de cárcel por motivos
injustificables. Las denuncias por detenciones sin juicio y ejecuciones
extrajudiciales son frecuentes (2).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hasina dice mantener la
línea progresista de su padre, pero la evolución de su régimen indica lo
contrario. La Liga Awami ha mantenido una alternancia de poder con los
nacionalistas conservadores. Pero últimamente sus enemigo más temidos han sido
los radicales islamistas. En ese combate, Hasina ha contado con el apoyo de la
India. El actual gobierno de Narendra Modi era más afín a los nacionalistas,
pero el pragmatismo ha impuesto una colaboración estrecha. Las derivas
autoritarias en ambos países han favorecido esta convergencia.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">PAKISTÁN: UNA DICTADURA
ENCUBIERTA<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Pakistán, las elecciones
han sido aún más polémicas y tormentosas. El Ejército es el auténtico -por no
decir único- agente político efectivo (3). Los partidos ejercen el poder desde
que los militares se lo cedieron formalmente en 1998. Sólo nominalmente. El
dominio castrense sobre las instituciones del Estado sigue inalterado. El golpe
de Estado reactivo ha sido por reemplazado por actuaciones preventivas que
determinan o condicionan fuertemente el resultado electoral. Se desacredita a quienes
se salen o amenazan con salirse del guion militar.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ha vuelto a pasar este año.
El Movimiento populista de Isham Khan (un excampeón de cricket, el deporte
nacional) era hasta hace sólo dos años el partido de gobierno, tras haber
ganado las elecciones de 2018. Pero fue acusado esquinadamente de una serie de
delitos, condenado y encarcelado en 2022. Irónicamente, Khan había sido el
candidato preferido de los militares, sin cuyo favor difícilmente hubiera
conseguido alzarse con la victoria. Creyó que con su popularidad podría orillar
a sus antiguos protectores. Craso error. Los militares movieron los hilos de la
justicia y el partido de Khan fue impedido de concurrir a las urnas (4).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El jugador de cricket no se
rindió. Desde la cárcel denunció el tutelaje militar (que antes había aceptado
de mejor o peor gusto) y promovió candidaturas afines a su partido con la
etiqueta de “independientes”. El desafío ha sido exitoso pero insuficiente. Los
“independientes” lograron un centenar de escaños, que no bastaban para formar
una mayoría de gobierno (5). Los dos partidos que se han ido alternando en el
poder en las últimas décadas, la Liga Musulmana (comandada por los Hermanos
Sharif, conservadores) y el Partido Popular (estructura política de la familia
Bhutto, de un confuso y discutible centro izquierda) se apresuraron a ponerse
de acuerdo para formar una coalición de gobierno. Entre ambos suman más de 130
diputados (6).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El cinismo de la política
pakistaní es más que notable. Los dos partidos que ahora unen sus fuerzas han
sido enemigos cerrados con un destino compartido: ambos han sido maltratados
por los militares, que han encarcelado y obligado a exilarse a sus dirigentes
en varias ocasiones. De hecho, el fundador de la dinastía Bhutto (Zulfikar Alí)
fue derrocado tras un golpe militar en 1971, acusado y condenado en 1974 por el
supuesto asesinato de un oponente político y finalmente ejecutado en 1979. Su
hija Benazir fue dos veces primera ministra, depuesta, exilada y asesinada por
un supuesto extremista islámico en 2007, cuando regresaba a su país. Los Sharif
potentados empresarios, han tenido un destino menos trágico, pero han vivido entre
el favor y la desgracia. La corrupción ha sido el sustento jurídico de sus
caídas, con no poco fundamento. Pero ha sido usada como arma arrojadiza cuando
convenía a los cuarteles.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nawaz Sharif ha preferido
apartarse ahora de la primera línea y reponer como primer ministro a su hermano
Shehbaz, que ocupaba el cargo tras la caída de Khan. El jefe del clan se marchó
al exilio en Arabia Saudí y sólo cuando negoció satisfactoriamente la anulación
de las penas regresó a Pakistán para controlar el proceso político tras la
parcial liquidación de Imran Khan. El pacto poselectoral también tiene premio
para la familia Bhutto. Aunque el líder formal del PPP es Bilawal, hijo de
Benazir, quien realmente mueve los hilos es su padre viudo, Asif Ali Zardari,
que también ha purgado penas por corrupción, de la que hay pocas dudas. Zardari
será el nuevo Presidente, un cargo más ceremonial, pero no exento de poder para
mantener sus privilegios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El panorama que se le
presenta a las dos dinastías ahora coaligadas es aterrador. Antes de 2026,
Pakistán tendrá que pagar 78 mil millones de dólares, como servicio de la deuda
externa, una de las más altas del mundo. Eso supone casi una cuarta parte de su
PIB (340 mil millones). Las negociaciones con el FMI son a cara de perro, pero
el margen de maniobra es casi nulo (7). El deterioro económico ha sido
imparable en las últimas décadas. A comienzos de siglo la economía pakistaní
era cinco veces menor que la su rival, la India; hoy es una décima parte (8). Ni
los militares ni las élites políticas han sido capaces de reconducir las crisis
sucesivas. Pakistán es un barco a la deriva, en permanente estado de guerra con
la India. Ambos enemigos cuentan con arsenales nucleares, lo que añade un
factor enorme de peligrosidad a sus recurrentes disputas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pakistán ha sido actor
principal en la prolongada guerra de Afganistán, como aliado y rival de Estados
Unidos, sucesiva o alternativamente. En Washington nunca sabían si los
militares pakistaníes les ayudaban o les boicoteaban. Bin Laden fue liquidado
por un comando americano cuando se escondía en Abbottabad, una ciudad en la que
viven muchos oficiales, pero la poderosa inteligencia militar siempre negó
conocer su paradero. Tras la retirada de Afganistán, las relaciones entre
Pakistán y Estados Unidos han perdido peso. En Washington es prioritaria ahora
la ‘carta india’. Pero los tradicionales lazos económicos y militares entre
Pakistán y China obliga a los norteamericanos a no descuidar a ese socio tan
escurridizo como caótico.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">INDONESIA: DUPLA DE ANTIGUOS
RIVALES<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Indonesia, las cosas no
pintan mejor. En las elecciones presidenciales, el vencedor ha sido Prabowo
Subianto un militar autoritario que jugó un papel represivo destacado durante
la dictadura militar de su suegro, el General Suharto, que dirigió el país en
el último tercio del pasado siglo, entre atroces violaciones de los derechos
humanos (9).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si los pactos en Pakistán
carecen de cualquier ética política, en Indonesia ocurre tres cuartos de lo
mismo. O peor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hace cinco años, el
actual Presidente, Joko Widowo (conocido como <i>Jokowi</i>), abandono el
pálido progresismo del <i>Partido de la Lucha democrática</i>, fundado por
Megawati, la hija de Sukarno, y se apuntó a la corriente populista en boga. Con
este giro táctico consiguió derrotar a los nacionalistas conservadores de
GERINDRA (Movimiento de la Gran Indonesia), que habían acudido a Prabowo como
figura de ‘hombre fuerte’ para alzarse con el poder. Widowo, se consolidó en el
poder con una política populista de grandes proyectos de infraestructuras, financiados
en parte por China, mano dura contra el crimen y el islamismo radical y una ambiguo
equilibrio en las relaciones con Washington y Pekín<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Cuando se sintió fuerte, Widowo
integró a Prabowo en su gobierno nada menos que como Ministro de Defensa.
Sukarno se habría removido en su tumba.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Ahí no quedó la cosa. <i>Jokowi </i>quiso formar su propia dinastía,
pero su hijo Gibran era aún demasiado joven para heredar su puesto. Incluso
tuvo que retorcer la ley (con la complicidad de un juez cuñado suyo) para que
fuera candidato... pero no de su partido, del que se apartó definitivamente,
sino como segundo de Prabowo (10).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El éxito estaba garantizado.
La dupla de antiguos rivales ha ganado con amplitud las presidenciales. Pero en
las legislativas el resultado ha sido más discutido. Según los datos
provisionales, el exgeneral no contará, con un Parlamento alineado. En todo
caso, en un país tan corrompido e institucionalmente frágil, la cohabitación
podría ser más fluida de lo esperable (11). El director del programa Asia-Pacífico
en la reputada <i>Chathan House</i> londinense anticipa cambios, pero confía en
que el pragmatismo de Prabowo limitará sus instintos autoritarios (12).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este <i>wishful thinking</i>
de los analistas occidentales cuando evalúan los regímenes autoritarios con
disfraz democrático es muy recurrente y responde a la lógica persistente desde
la guerra fría. Al cabo, lo que determina su bendición no es la calidad
democrática de los sistemas políticos sino su disposición para defender o
actuar conforme a los intereses occidentales. Y en estos tiempos de hoy, estar
en el “lado bueno” de la historia equivale, fundamentalmente, a tomar partido
por Occidente en la disputa estratégica con China.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(1) </span><a href="https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/asia/bangladesh/hasina_wajed"><span style="line-height: 115%;">https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/asia/bangladesh/hasina_wajed</span></a><span style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Bangladesh is
now in effect a one-party state”.<i> THE ECONOMIST, 8 de enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “The Military is
still pulling the strings in Pakistan’s election”. MUNEEB YOUSUF & MOHAMAD
USMAN BHATTI. <i>FOREIGN POLICY, 5 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “Pakistan’s real
test begin after elections”. <i>AL JAZEERA, 8 de febrero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “The rise and
fall, and rise again of Imran Khan”. <i>THE NEW YORK TIMES, 11 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) “Imran Khan’s
opponents reach deal to shut his allies out of government”. <i>THE NEW YORK
TIMES, 14 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “Pakistan can’t
stop the cycle of discontent”. HUSAIN HAQQANI. <i>FOREIGN AFFAIRS, 16 de
febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(8) “Pakistan is out
of friends and out of money”. <i>THE ECONOMIST, 14 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “Indonesia’s
election winner has a dark past and a cute image”. JOSEPH RACHMAN. <i>FOREIGN
POLICY, 14 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(10 ) “Indonesia’s
election reveals its democratic challenges”. </span><span style="line-height: 115%;">THOMAS PEPINSKY. <i>BROOKINGS,
12 de enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="line-height: 115%;">(11 ) “La démocratie indonésienne résistera-t-elle à la
presidence de Prabowo Subianto?” </span><i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">COURRIER INTERNATIONAL, 16 de febrero;</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"> “The world’s third-biggest democracy could be sliding
backwards”. ISHAAN THAROOR. <i>THE WASHINGTON POST, 14 de febrero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(12) <a href="https://www.chathamhouse.org/2024/02/continuity-prabowo-means-change-indonesia">https://www.chathamhouse.org/2024/02/continuity-prabowo-means-change-indonesia</a>
;<br />
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Indonesia’s democracy is stronger that
a strongman”. </span><span lang="DA" style="line-height: 115%;">BEN BLAND. <i>FOREIGN
AFFAIRS, 13 de febrero.</i></span><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><i><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></span></i><span lang="DA" style="mso-ansi-language: DA;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-67341408371658240712024-02-14T11:13:00.001+01:002024-02-14T11:13:20.698+01:00EE.UU: VEJEZ Y OBSOLESCENCIA<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">14 de febrero de 2024</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La edad de los políticos
vuelve a aparecer en el centro del debate político norteamericano. Es un asunto
recurrente, que no presenta solución a corto plazo. Un informe de un fiscal
especial sobre posibles irregularidades cometidas por el Biden al manejar de
forma inapropiada material clasificado y compartirlo con un ayudante que le
escribía sus memorias se ha convertido en un ‘boomerang’ para el Presidente en
ejercicio en sus aspiraciones de ganar un segundo mandato de los electores. Las
conclusiones del fiscal son exculpatorias en el fondo de la cuestión. Pero al
señalar como atenuante la “pobre memoria” de Biden, debilitó su posición
política (1).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El intento desesperado del Presidente
por demostrar que su memoria es buena y que está capacitado para la función que
desempeña resultó un desastre. Más que disipar dudas -que era imposible- lo que
ocurrió fue justo lo contrario: contribuyó a considerar que, después de todo,
el fiscal Hur fue bastante suave en sus apreciaciones (2).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Algunos republicanos
solicitaron que se abriera el debate de la inhabilitación. Los demócratas
incidieron en su doble lenguaje habitual cada vez que la edad de Biden (81
años) se pone bajo los focos: apoyo público e inquietud privada. ¿Podría
concluir un segundo mandato?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Comentaristas liberales se
apresuraron a señalar que tampoco Trump anda sobrado de juventud: apenas tiene
cuatro años menos que su contrincante (3). Y en cuanto a capacidad cognitiva...
pues qué decir. Su problema quizás no sea la memoria, pero sí, desde luego, su
claridad de juicio. Partidarios del presidente y algunos supuestos neutrales
replican que una cosa es expresar opiniones poco consistentes con la cultura
política dominante, como hace frecuentemente Trump, y otra la integridad de su
discernimiento. Esta defensa es porosa. Trump no sólo es un “disidente” del
“mainstream” político norteamericano. En su intento por presentarse como el
“solucionador en jefe” o el “desatascador” de las disfunciones del sistema, suele
ignorar las obligaciones legales nacionales o internacionales.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Su más reciente despropósito
ha generado una nueva tormenta entre sus aliados europeos, algo también
recurrente. Al decir en un mitin electoral que “sugeriría que Putin que hiciera
lo que demonios quisiera con aquellos aliados que no paguen lo que les corresponde
por su defensa”, habría cruzado una línea roja: la vulneración del artículo 5
del Tratado del Atlántico Norte, que obliga a cualquier Estado miembro a
responder si uno de ellos es atacado. Algunos notables republicanos como el
Senador Marco Rubio, salió en su defensa, relativa, al señalar que Trump no
habla como un político al uso. Otros indicaron que no es lo mismo patinar por
rompedor que perder los papeles por fragilidad biológica. Los patinazos de
Trump son autoprovocados; los de Biden son involuntarios. <span style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">GERONTOCRACIA NORTEAMERICANA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El trasfondo de este debate,
que la cercanía electoral agita y emborrona, es mucho más complejo. La política
norteamericana es, desde hace tiempo, una gerontocracia en su cúspide. Es menos
conocido aquí el caso de los legisladores que dominan (o dominaban) con mano
firme el Congreso. La anterior Presidenta de la Cámara de Representante, la
demócrata Nancy Pelosi, pasó ampliamente los ochenta antes de retirarse, un
poco voluntariamente, un poco empujada por la última derrota de su partido. El
líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell también es
octogenario y, recientemente y por dos ocasiones, se ha quedado súbitamente
paralizado mientras comparecía en público, ante la alarma de los presentes. Su colega
demócrata, Chuck Schumer, es sólo algo más joven (73 años), pero lleva mucho
tiempo desempeñando el liderazgo de su grupo y está muy afianzado en su escaño
senatorial por Nueva York. Coincidencia infeliz, el Secretario de Defensa,
Lloyd Austin, protagonizó hace poco un notable revuelo en Washington al saberse
que ocultó las razones médicas de una ausencia pública: luego tuvo que aclarar
que padece un cáncer de vejiga, que finalmente le ha obligado a ser
hospitalizado. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La edad , y justamente los
agujeros de memoria, ya fueron motivo de discusión pública durante el mandato
de Ronald Reagan, que confundía nombres de países e identidades de dirigentes
con cierta frecuencia. En su caso, nunca quedó claro si se trataba de una forma
de senilidad o de puro desconocimiento del mundo. O de ambas cosas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los patinazos de Biden y el
Informe Hur llegan en un momento no sólo sensible de calendario electoral, sino
también de graves crisis bélicas internacionales. No es fácil discernir si a
los demócratas más activos les preocupa más la “poor memory” de Biden o su
capacidad de juicio en particular en lo que está ocurriendo en Gaza. A medida
que las barbaridades del ejército israelí se hacen cada vez más insoportable,
su inicial posición de apoyo incondicional se ha ido matizando, pero sin
cuestionar lo fundamental. En esto se ve arropado por sus colaboradores más
cercanos que, como hacían los de Trump para mitigar sus entuertos, tratan de
poner en contexto sus pronunciamientos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero hay comportamientos en
Biden que no pueden imputarse en modo alguno a la edad o a su consecuente
frágil memoria. Y en particular, en el conflicto entre Israel y Palestina. Es
bien sabida su larga trayectoria de apoyo y justificación de las acciones del
estado sionista. Pero estos días, el director del Centro Árabe de Washington,
Yussef Munayyer, ha recordado un episodio que resulta muy significativo para
entender lo que cabe esperar de Biden ante la tragedia de Gaza. Cuenta este
intelectual palestino que, con motivo de un viaje del entonces primer ministro
israelí, Menahem Begin a EE.UU en 1982, los senadores norteamericanos le
afearon la crudeza de los bombardeos contra las posiciones palestinas en
Beirut, tras la invasión del Líbano. Incluso el Presidente Reagan, poco
sospechoso de ser crítico con Israel, había dicho previamente que esas acciones
estaban provocando un “holocausto” y debían concluir. Entre todas esas
manifestaciones de suave incomodidad, se alzó la voz del joven senador
demócrata Joseph Biden, respaldando los bombardeos “aunque provocaran la muerte
de mujeres y niños” ( ).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA ANCIANIDAD DEL SISTEMA<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En realidad, el problema es
mucho más grave que la idoneidad del Presidente para aspirar a mantenerse en el
cargo, por razones de salud. Lo que es realmente preocupante es la incapacidad
del sistema político norteamericano para regenerarse. O, para ser preciso, de
renovarse en los puestos de la cúspide. Cuando surgió la figura de Obama, a
mitad de la primera década de siglo, los comentaristas más conservadores (en
ambos partidos) trataron de atajarlo con referencias al peligro de su inexperiencia,
sobre todo en el terreno internacional. No les faltaba razón: Obama pasó al
Senado desde un único mandato en el legislativo de Illinois y a la Casa Blanca
tras un solo periodo legislativo en la Cámara Alta. Pero lo que realmente
inquietaba era que Obama contravenía los rígidos mecanismos de escalada
política.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde entonces, la base de
las élites políticos se han rejuvenecido un tanto. En el GOP (<i>Great Old
Party</i>), los <i>revitalizadores </i>han sido políticos ultraconservadores,
primero bajo la estela del movimiento <i>Tea Party </i>(en los años 10) y ahora
impulsado por la <i>corriente Trump</i>, en la que se confunden
tradicionalistas, rompedores y simples oportunistas, pero sin un liderazgo
visible que no sea el del anterior Presidente. Los jóvenes legisladores
demócratas, por el contrario, han girado a la izquierda, provocando una
pluralidad de posiciones políticas, como la crisis de Gaza está poniendo de
manifiesto. Pero ni los pesos pesados convencionales ni esta tendencia más dinámica
han sido capaces de proponer candidatos alternativos con solvencia (5). En
parte por respeto reverencial al anciano líder; en parte, por los obstáculos de
la maquinaria partidaria. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Una última reflexión: la <i>rejuvenización
</i>no siempre es garantía de <i>renovación. </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">En EE.UU se está viendo con los comportamientos erráticos y </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">dinamitadores</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes o en los
legislativos de muchos Estados conservadores, con asaltos permanentes al
derecho de voto y de las minorías. Más que la edad de los principales líderes,
el problema más grave reside en la obsolescencia del sistema. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(1) “4 takeaways form the
report on Biden’s handling of classified material”. SHANE HARRIS & JOSH
DAWSEY. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">THE WASHINGTON POST, 8 de febrero; <o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(2) “Special counsel’s
report puts Biden’s age and memory in the spotlight”. MICHAEL SHEAR. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">NEW
YORK TIMES, 8 de febrero.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(3) “Why the Age issue is
hurting Biden more so much more than Trump”. REBECCA DAVIS O’BRIEN. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">NEW
YORK TIMES</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">, </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">10 de febrero.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(4) “Is Joe Biden uniquely
indifferent to Palestinian suffering?”. YOUSEF MUNAYYER. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">THE
NEW REPUBLIC, 8 de febrero.</span></i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">(5) “Joe Biden’s chances do
nor look good. The Democrats have no plan B.</span><i><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;"> THE ECONOMIST, 4 de enero. </span></i></span><span lang="EN-US" style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-3414087606587404622024-02-07T10:47:00.005+01:002024-02-07T10:47:50.828+01:00GUERRAS ESTANCADAS<p><span style="font-size: medium;"> <span style="font-family: georgia;">7 de febrero de 2024</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las dos guerras que consumen el
debate político y económico en Occidente están estancadas, si como tal se
entiende la falta de resolución satisfactoria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Ucrania, a punto de cumplirse
los dos años de guerra, aumenta el consenso sobre la imposibilidad de que las
Fuerzas Armadas del país consigan recuperar siquiera una parte del territorio
ocupado ahora por Rusia (1). Sólo una minoría de analistas y/o dirigentes
políticos occidentales, generalmente ex altos miembros de la OTAN o del
Pentágono, hacen coro al Presidente Zelensky y su retórica de victoria (2). El
liderazgo occidental no está preparado para admitir que no se han conseguido
los objetivos fijados al apostar decididamente por la causa ucraniana. Y mucho
menos para decirlo públicamente. Estamos en la fase de la preparación del
terreno, de la búsqueda de una narrativa alternativa que permita contemporizar
el fracaso, por ejemplo mediante un cambio de estrategia que privilegie la
defensa (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">UCRANIA: EL TRABAJOSO CAMBIO DE
DISCURSO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En la discusión pública se
entremezclan factores diferentes que reflejan posiciones políticas pero no
alteran la situación militar. Se dice ahora, para explicar la frustración, que
la “ayuda” (en dinero y en armas) ha sido considerable, pero no suficiente, y
tardía en cualquiera de sus fases. Las resistencias políticas han sido siempre
fuertes o al menos capaces de dilatar las decisiones. El esperado cansancio de
las opiniones públicas y los efectos de la guerra económica contra Rusia se ha
instalado ya de forma irreversible en el ánimo de la clase política. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tampoco ha ayudado las grietas en
la conducción ucraniana de la guerra. La unanimidad de los meses favorables no
ha resistido la prueba de los primeros fracasos, y en particular de la famosa
contraofensiva del verano pasado. Se han exagerado las debilidades rusas (caos
organizativo, incoherencia operativa, errores de bulto, falta de liderazgo
militar sólido, confusión en los objetivos estratégicos, etc). Se ha enrevesado
la propaganda con la realidad. Esta acumulación de problemas ha terminado por
crear un cisma entre el mando militar y el liderazgo político, y de forma
pública, además. La disputa entre Zelensky y el comandante militar Zaluzhny ha
sido el último episodio de una divergencia creciente (4). Si a eso sumamos las
sucesivas denuncias de corrupción y muy especialmente las referidas al mal uso
de la ayuda exterior, el panorama no favorece el mantenimiento de la confianza
occidental.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En este momento, no es de
extrañar que la nueva infusión de recursos externos no concite el entusiasmo
que podría haberse esperado en fases previas del conflicto. Europa ha aprobado
un nuevo paquete de ayuda, económica y militar, por un momento de unos 50 mill
millones de euros (desbloqueado al fin por Hungría, tras un largo pulso con las
instituciones comunitarias). La Casa Blanca sigue sin convencer a los
republicanos para que hagan lo propio, a pesar de que ha accedido a endurecer
la lucha contra la inmigración irregular en la frontera sur.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Es difícil anticipar qué impacto
real van a tener estos fondos suplementarios en la marcha de la guerra, pero son
muy pocos lo que esperan un giro radical de los acontecimientos. La mayoría de
los analistas recomienda el fortalecimiento de las defensas o de la capacidad
de disuasión de las fuerzas ucranianas, para mejorar las opciones de
negociación con Rusia. Pero cada vez se acepta más como inevitable que el
presidente ruso aguarda un triunfo de su “amigo” Trump en las elecciones de
noviembre antes de comprometerse en una vía negociada. Si el expresidente hotelero
cumple su promesa de “acabar con la guerra” en una breve conversación con
Putin, debe esperarse lo peor para los intereses ucranianos. A eso se añade una
evolución favorable del desempeño militar ruso y su capacidad de adaptación a
las circunstancias de la guerra (5).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">PSICOSIS DE GUERRA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Y lo mismo debe decirse de
Europa, que habrá visto esfumarse una buena cantidad de recursos en una guerra
que se ha querido presentar como “una batalla por la democracia y la legalidad
internacional”, cuando en realidad se ha tratado de una mala lectura de los
temores rusos (justificados o no) y una pésima gestión de los planes de
ampliación de la Alianza Atlántica.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En año de elecciones y de
renovada amenaza de auge de la extrema derecha (fuerzas identitarias
nacional-populistas, menos hostiles al Kremlin que los partidos del consenso
liberal-centrista), en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Europa se detecta
una “psicosis de guerra” (6), ante una más que probable reedición de la dupla
Trump-Putin. Vuelve a evocarse la posibilidad de que una América de nuevo bajo
la deriva <i>trumpiana</i> se salga de la Alianza u obligue a revisar algunos
de sus postulados básicos: de hecho, si no de derecho. Un grupo de expertos,
entre ellos una exministra española de Exteriores, ha hecho una serie de
recomendaciones ante un “abandono americano de Europa” (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Académicos y estrategas
recomiendan a los gobiernos que no sean tímidos en el incremento de los
presupuestos de defensa y en una capacidad militar propia, autónoma de la OTAN.
De forma paralela, se intensifican las alarmas sobre el riesgo de una nueva
“agresión rusa”, sobre todo en el Báltico, donde se concentra ahora el frente
más radicalmente anti-Moscú (8).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En esta elaboración del “gran
miedo” se introducen otros factores de inestabilidad, como el alejamiento del
Sur Global, que no ha comprado el discurso occidental sobre Ucrania. Después de
la “guerra de Gaza”, esta tendencia se ha reforzado y ampliado, no sólo en el
mundo árabe e islámico, sino también en África, América Latina y Asia, como ha
puesto de manifiesto el caso presentado por Suráfrica ante la Corte
Internacional de Justicia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LAS PARADOJAS DE LA ANIQUILACIÓN
DE GAZA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta línea de argumentación nos
lleva al segundo conflicto “estancado”: el de Gaza. Que, en realidad, ya no es
sólo el de Gaza, sino, de nuevo, el del conflicto palestino en su conjunto.
Israel se ha enfangado en una operación militar indefendible, por mucho que sus
poderosos protectores internacionales se estén empleando a fondo en apaciguar
un estado de opinión cada vez más hostil. La destrucción de esa “cárcel a cielo
abierto” y el sufrimiento de las personas es lo único asegurado. La eliminación
total de Hamas, como se pretendía al menos oficialmente, no tanto. Y aunque, al
final, así fuera, continúa abierta, y sangrando en abundancia, la herida del
futuro de la Franja y, por extensión, de la “convivencia” israelo-palestina (9).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La administración Biden se
encuentra tan atascada como su protegido israelí. Su papel como mediador
neutral nunca ha sido aceptado más que por sus aliados más cercanos, como les
ocurrió a sus antecesores en Washington. Ahora, ni siquiera por ellos. El mundo
árabe, desgarrado y ninguneado, exige gestos convincentes, que pasan por
concesiones israelíes, ahora menos probables que hace cuatro meses. Peor aún:
la complicación tantas veces anunciada de la crisis de Gaza, ha metido a
Estados Unidos en un nueva operación militar en la región, sin salida clara (10).
A Biden le está pasando lo que a Obama: pese a sus intenciones, no se ve capaz
de librarse de la trituradora que supone la gestión convencional de los
problemas en la zona.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No obstante, sigue vigente la
tentación, entre israelíes, norteamericanos y algunos estados europeos de la
crisis actual tiene una salida militar. Que se podrá liberar a los rehenes, a
casi todos, y que con el aplastamiento de Hamas, poco a poco todo volverá a la
“tranquilidad”, a una suerte de “pax americana”, que, como es sabido,
constituye un pudrimiento sin solución verdadera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hay un discurso paralelo,
público, que insiste en la opción de los dos Estados, pese al rechazo
continuado y explícito del actual gobierno israelí. Ni siquiera debería darse
por hecho que, con otro ejecutivo (más moderado, más “centrado”), habría más
posibilidades de un acuerdo. Se especula con la caída de Netanyahu, bastante
improbable (11). Pero ni Benny Ganz, ni siquiera el liberal Yaïr Lapid, caso de
que pudieran reeditar algo similar a la exgobernante coalición <i>Blanco y Azul</i>,
podrían comprometerse con un pacto de contenido tan difuso. No sería suficiente
con recuperar el mecano de Oslo, hacer algunos ajustes y ponerle más pisos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ni siquiera se sabe que nivel de
aceptación podría encontrarse en el socio palestino. La Autoridad Nacional está
desacreditada desde hace tiempo, en parte por sus prácticas corruptas, pero
también por su servilismo hacia Israel. Y los sectores palestinos no islamistas
más activos no están por la labor de “blanquear” la barbaridad de Gaza con un
acuerdo de mínimos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En todo caso, la crisis ha
producido una importante paradoja. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después
de repetir por activa y por pasiva que el “terrorismo” palestino nunca podría
llevar a una solución del “conflicto”, lo que estamos viendo es que lo que
precisamente ha llevado a rescatar las viejas fórmulas diplomáticas ha sido
precisamente la operación militar de Hamas del 7 de octubre, que para Israel,
Estados Unidos y gran parte de Europa es simplemente una “operación
terrorista”. Quienes sostienen que, con sus excesos y hechos condenables, se
trató de una acción militar de una fuerza de resistencia frente a un
poderosísimo ocupante, pueden sentir sus análisis validados. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1)“Ukraine’s hopes for victory over Russia are
slipping away, ISHAAN THAROOR.<i> WASHINGTON POST, 29 enero; </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">“How Russia stopped Ukraine’s Momentum”. STEPHEN
BIDDLE.</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> FOREIGN AFFAIRS, 29 enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(2)“Ukraine has a
path to Victory”. ROSE GOTTEMOELLER y MICHAEL RYAN. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN POLICY, 8
enero. </span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(3)“How Ukraine can
win through Defense”. EMMA ASHFORD y KELLY GRIECO. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN AFFAIRS, 10 de
enero</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">; “Ukraine can win a war of attrition”. DAVID WHITE. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">WILSON CENTER, 25 enero. </span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">“How Ukraine can regain its edge”. ANDRYI
ZAGORODNYUK. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN AFFAIRS, 17 enero.</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(4)“The feud between
Ukraine’s President and army chief boils over”. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">THE ECONOMIST, 30 enero.</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">(5) “Russia’s Adaptation Advantage”. MICK RYAN (militar australiano
retirado). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">FOREIGN AFFAIRS, 5 de
febrero.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">(6)”Inquietud por la amenaza rusa”. BEATRIZ NAVARRO (corresponsal en Bruselas).
</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">LA VANGUARDIA, 29 de enero.</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">(7)”Trump-proofing Europe. How the Continent can prepare for American
abandonment”. ARANTXA GONZÁLEZ-LAYA et als. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN AFFAIRS, 2 de
febrero.</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(8) “Why are European
defence leader talking about war”. DANIEL SABBAGH. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">THE GUARDIAN, 26
enero.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(9) “Why an end to
the war in Gaza is still far off” AARON DAVID MILLER (Carnegie). </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN POLICY, 24 de enero.</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(10) “The
ever-expanding Middle East war”. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">THE ECONOMIST, 24 de enero.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;">(11) “Is Netanyahu
cornered?”. DAVID AARON MILLER. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">FOREIGN POLICY, 6 de febrero.</span></i></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-17096008325485626572024-01-24T10:22:00.000+01:002024-01-24T10:22:00.831+01:00PARÁBOLA DE LOBOS Y CORDEROS<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">24 de enero de 2024</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
extrema derecha conquista posiciones de poder: en despachos, en códigos legales
y en las mentes. La ciudadanía preocupada responde en las calles. Los líderes
del orden liberal señalan al <i>lobo, </i>pero sin resolver los problemas de
los <i>corderos. </i>Simplemente, se presentan como los únicos <i>pastores</i>
capaces de cuidarlos y protegerlos de la horrible amenaza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Alemania o en Francia. En Italia o en España. En
Gran Bretaña o en cualquier país europeo que tenga un índice elevado de
inmigración, se repite el esquema, con sus matices nacionales. También en
Estados Unidos, donde el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo mayor</i>, que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">reinó</i> hace no
mucho y luego fue expulsado de la manada, amenaza con regresar con hambre
atrasada, para expulsar a los falsos pastores, comerse los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos
negros</i> y traer el alborozo a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos blancos. </i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La simplicidad de la parábola es acorde con estos
tiempos de dominio de las redes sociales en la conformación de las conciencias,
en el ritmo del debate público, en la administración de las obsesiones políticas.
El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gran
miedo </i>vuelve a dominar el ánimo del relato occidental. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los políticos liberales del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">consenso
centrista</i> están alarmados por este enésimo auge de la extrema derecha, pero no
dejan de adaptar sus postulados, “civilizarlos”, “suavizarlos” y “convertirlos”
en normativas “responsables”. El “control de la inmigración” es el elemento
clave para evitar que el orden liberal se les escape de las manos. El “cruce
irregular de fronteras” en Europa alcanzó en 2023 la cifra más alta desde 2016,
según FRONTEX (1). Lo que parece justificar que las políticas restrictivas se
impongan por doquier.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No ha funcionado antes y es dudoso que lo haga
ahora. Los dirigentes occidentales ya cantaron victoria en el reflujo de la
extrema derecha tras su último ciclo de repunte que siguió a la crisis
financiera iniciada en 2008, complicada luego con agitaciones internacionales,
que provocaron incrementos migratorios y, por reacción, un rechazo ciudadano
visceral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ahora asoma otra vez el “peligro”, y se vuelve a
las viejas fórmulas retóricas de defensa abstracta de la democracia y los
derechos humanos, aunque esos “principios” no dejan de degradarse debido a las
brechas sociales y a la falta de soluciones a problemas básicos: precariedad
laboral, escasez y carestía de la vivienda, saturación de los servicios sanitarios,
tensiones en los sistemas educativos, envejecimiento de la población, etc.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">ALEMANIA: LOS VIEJOS FANTASMAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
Alemania, salen miles de ciudadanos para “plantar cara” a una “marea parda” que
obtiene, sin embargo, sus mejores resultados precisamente en el caladero de <i>corderos</i>
propiciatorios. El mensaje del <i>lobo </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">consiste en hacer creer a los </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos blancos</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;"> que el </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">pastor </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">no les protege de los </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos
negros, </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">sus verdaderos enemigos
(2).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La filtración de una reunión clandestina bajo el
apostolado de un ultra austríaco de la teoría del “remplazamiento” (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos
negros</i> expulsando a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos blancos</i>), en la
que se preconizaba la expulsión de los refugiados de África y Asia ha
despertado los viejos fantasmas del nazismo. Durante años había cierto pudor en
identificar a la AfD con el Tercer Reich. Cada vez son ahora más recurrentes
las comparaciones. Y, consecuencia de ello, las llamadas a la ilegalización de
las formaciones que proclamen abiertamente la xenofobia o el racismo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los medios liberales germanos denuncian la campaña
taimada de los xenófobos del partido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alternativa por Alemania</i> (AfD) para
aprovecharse del estancamiento económico. Alemania es el país es el que
presenta peores cifras macroeconómicas de la UE, algo impensable hace sólo tres
años (3). En las zonas más pobres del Este, donde hace treinta años se prometió
el paraíso del capitalismo democrático para superar la pesadilla del
colectivismo comunista, la AfD es ya el partido dominante. Sólo falta que lo
acrediten este mismo año las urnas, en los länder de Brandenburgo, Sajonia y Turingia.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esos extranjeros (los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos negros</i>), en
efecto, son utilizados por la ultraderecha como el chivo expiatorio del
malestar social. Pero el problema es más complejo. Los partidos del sistema
político y social defienden la llegada de trabajadores extranjeros, pero
convenientemente seleccionados y tamizados por los intereses empresariales (de
la grandes empresas, para ser exactos). La actitud compasiva que en su día se
atribuyó a la entonces Canciller Merkel estaba en realidad inspirada por los
intereses de una patronal a la que le faltaba mano de obra útil. En una
sociedad sin incentivos para reproducirse internamente, el mercado de trabajo
necesita otras fuentes. Esos desplazamientos laborales tienen consecuencias
sociales, que la extrema derecha explota con sencillo oportunismo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;">FRANCIA: CONTRA EL RIVAL CON SUS PROPIAS ARMAS</span><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Francia, las tensiones laborales se confunden
con fricciones culturales en un cóctel explosivo. La cuestión de la identidad
nacional se convierte en un rentable apelativo político. A los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos
blancos </i>se les ha convencido de que la paz del rebaño está en peligro por
costumbres y creencias de las manadas oscuras, no por un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo
</i>imaginario. El nuevo gobierno de Macron se propone restaurar en los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos
blancos</i> ese miedo al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo</i> que parece haber
desaparecido. Pero para ello debe demostrar que es capaz de contener y reducir
la cabaña de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos negros </i>(4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No habrá próximamente elecciones interiores en
Francia, pero sí europeas donde se ha hecho imperativo demostrarle al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo</i> que no
puede imponer su ley en el rebaño. El equipo político que Macron ha puesto en
marcha tiene a un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pastor vicario</i>, el primer
ministro Attal, réplica del patrón omnisciente, que vigila desde lejos pero sin
perder detalle. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pastor</i> Attal
dibujará nuevos senderos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o más bien
remozará los ya transitados por sus antecesores, mientras <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Júpiter
</i>Macron asegura que las condiciones de vida del rebaño (pastos, cabañas,
rutas) serán óptimas para su bienestar general.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En su último <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rendez-vous</i> ante los
franceses, Macron escenificó esta especie de rectificación, plagada de símbolos
y gestos y escasa de sustancia, desde los uniformes de los escolares hasta la
revisión de los planes de estudio. Del otro lado de la loma, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo</i> (en este
caso, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">loba</i>) esbozaba una sonrisa sardónica. “Siempre la misma
cháchara”, sancionó Marine Le Pen, que disfruta del arrullo dulce de unos
sondeos electorales más favorables que nunca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Después de dejar el escenario nacional bien dispuesto
para el próximo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">combate,</i> Macron
cumplió la ceremonia anual del encuentro con el socio alemán, compañero de
fatigas en la lucha contra el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo</i> de la extrema derecha. Pero la
cumbre franco-germana fue más bien anodina. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Scherezade Macron</i> hablando
sin poder dejar de callarse al impávido y silencioso Scholz, como resumió el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Süddeutsche
Zeitung </i>(5). Cuentos de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobos y corderos</i>, quizás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Dicen que, aparte de las amenazas domésticas, los
dos dirigentes de la dupla que acostumbraba a gobernar Europa hicieron girar el
mapamundi en identificación de inminentes peligros. Si se desborda (aún más) la
situación en Oriente Medio, podría producirse un agravamiento de los flujos
migratorios, como a comienzos de la década pasada, lo que alentaría la
voracidad de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobos</i>
nacionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Junto al malestar migratorio se ha colado, en
Francia y en Alemania, un nuevo foco de protesta: el de los agricultores y
ganaderos, que se sienten agraviados por medidas administrativas, ecológicas y fiscales
(6). El aparcamiento de la austeridad para propiciar la salida de la pandemia
ha terminado. Es tiempo de tractores en carreteras y malos humos. Carnaza para
los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobos.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Coincidencias o caprichos de la historia, en el
encuentro Macron-Scholz se recordó a dos recientemente desaparecidos dirigentes
del “proyecto de construcción europea”: Jacques Delors y Wolfgang
Schäuble.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Distintos, sin duda:
social-liberal, el francés; conservador y dogmático de la austeridad, el
alemán. Pero, a la postre, dos exponentes de esas dos almas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">consenso
centrista</i>, el diapasón en el que está encajado desde hace décadas el devenir
político de Europa. Delors fue el arquitecto de Maastricht, que consagró la
Europa liberal. Schäuble fue el gendarme de la ortodoxia de un sistema que
empezaba a resquebrajarse.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A Macron y Scholz les preocupa que sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobos</i> domésticos
se sientan estimulados por las conquistas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gran lobo</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de
las estepas orientales</i>. Putin, después de dos años de zozobra, está cada
vez más cerca de poder dictar sus condiciones a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">corderos blancos</i> de Ucrania.
A pesar de la panoplia no menor recibida de Occidente, el ejército ucraniano no
parece capaz de expulsar al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lobo estepario</i> de sus
campos y sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">razzias</i> contra sus
hogares cada vez más dañinas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">ESTADOS UNIDOS: LA SOMBRA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero lo que más petrifica este clima gélido es el
presentido regreso del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gran Lobo </i>allende el
Atlántico. Trump se deshace con desdén de pastores <i style="mso-bidi-font-style: normal;">enanizados </i>por la miopía y el fanatismo de un Partido
Republicano autoinmolado. El expresidente hotelero casi ha ganado las primarias
prácticamente antes de empezar. O, si se prefiere, sin bajarse de su autobús
electoral, por mucho que sus ruedas estén recosidas tras sucesivos reventones
judiciales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este
<i>lobo atrabiliario,</i> que califica de “alimañas” a sus rivales políticos y
considera a los <i>corderos negros</i> del <i>patio trasero </i>(inmigrantes)
como “sangre venenosa” para el rebaño blanco, sólo imagina una cosa entre sus fauces:
devorar al <i>pastor</i> que le arrebató con malas artes el pastoreo de los <i>corderos
blancos</i> hace cuatro años. Este duelo gerontocrático difícilmente animará a
un <i>rebaño</i> gustoso de excitaciones simples pero seductoras. La campaña de
2024 promete ser aburridísima.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(1) “Significant
rise in irregular border crossings in 2023, the highest since 2016”. </span><span style="line-height: 107%;"><a href="https://www.frontex.europa.eu/media-centre/news/news-release/significant-rise-in-irregular-border-crossings-in-2023-highest-since-2016-C0gGpm">https://www.frontex.europa.eu/media-centre/news/news-release/significant-rise-in-irregular-border-crossings-in-2023-highest-since-2016-C0gGpm</a></span><span style="line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2)
“Sie sichern die Deiche gegen die braune Brühe”. MATTHIAS NASS. <i>DIE ZEIT, 21
de enero.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3)
“L’Allemagne, en récession en 2023, per du terrain par rapport aux grándes
économies mondiales.<i> LE MONDE, 16 de enero.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4)
“Les parties du gouvernement s’alignent sur le cadre idéologique de l’extrême
droite. JEAN-CLAUDE BARBIER. <i>LE MONDE, 17 de enero</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5)
“Lautes Reden, lautes Schweigen”. <i>SÜDDEUTSCHE ZEITUNG”, 21 de enero.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="DA">(6) “Warum protestieren die baurn?”.
TOBIAS SCHRÖRS. </span>FRANKFURTER
ALLGEMEINE ZEITUNG,<i> 9 de enero; </i>”Agriculteurs en colère: Gabriel Attal
veut contenir l’embrassament sans se precipiter”. <i>LE MONDE, 24 de enero.</i></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-57736666074063838972024-01-17T11:04:00.003+01:002024-01-17T11:04:51.919+01:00LA PELIGROSA DISUASIÓN EN EL MAR ROJO<p><span style="font-size: medium;"> <span style="font-family: georgia;">17 de enero de 2024</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
escalada militar en Oriente Medio ha subido varios grados. Los cien días del
aniquilamiento de Gaza quedan atrás y el final no se avista próximo, por ahora.
El interés por la franja disminuye para hacer sitio a los otros frentes. El más
caliente parece ser el del Mar Rojo. Aunque genera menos sufrimiento humano, supone
una amenaza para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los grandes intereses
comerciales del mundo, y eso pesa más que las vidas de las personas, se quiera
o no reconocer públicamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Estados
Unidos ha decidido castigar a los milicianos <i>hutíes</i> de Yemen en
represalia por los ataques a navíos mercantes (israelíes o no) en el Mar del
Rojo, en su camino a Suez y el Mediterráneo, procedentes de Asia y con destino
a Europa. Se saben, por repetidas, las cifras de esa ruta que garantiza la
savia del capitalismo mercantil: más del 10% del comercio mundial y una tercera
parte de todo el volumen de mercancías transportadas en grandes contenedores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
PECULIARIDAD DE LOS HUTÍES YEMENÍES<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
temor a un impacto económico severo, cuando a duras penas se había salido de un
ciclo de crisis sucesivas, había provocado un cierto pánico en los mercados. En
las últimas semanas se anunciaba una exhibición de fuerza como ésta para
obligar a los hutíes a arrugarse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
todo caso, no deberían considerarse estos episodios bélicos como una “guerra”. La
superioridad estadounidense es tan abismal que las aparentes ventajas tácticas
de los milicianos no resistirían una ofensiva enemiga en toda regla. Lo que
está haciendo el Pentágono es restaurar la credibilidad de una disuasión (<i>deterrement</i>)
debilitada en los últimos tiempos. Tarde o temprano, podrán imponer la
seguridad en el Mar Rojo sin quedar atrapados en un conflicto mayor. Pero, como
suele ocurrir en estos casos, el control de la escalada no está garantizada. La
principal baza de EE.UU es que los protegidos de Irán sientan como real el
peligro a ser aniquilados. No parece que hayan llegado a ese punto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Alexandra
Stark, especialista en Yemen de la RAND Corporation, <i>thinktank</i>
financiado por el Pentágono y compañías ligadas a intereses armamentísticos,
recomendaba días antes de la operación contra los hutíes que Washington no recurriera
a la respuesta militar. Tras repasar en detalle el historial político y militar
de la milicia yemení, Sharp advertía que su eliminación exigiría un esfuerzo
enorme, debido a las condiciones geopolíticas que han favorecido su auge. Y concluía
su análisis con una recomendación un tanto ingenua para alguien de su
condición: Washington debería dedicarse a tratar de poner fin a la guerra de
Gaza y no a poner orden a bombazos en el Mar Rojo. Es obvio que no la han
escuchado (1). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nadie
sabe con certeza la estrategia de estos combatientes endurecidos por una guerra
feroz en su país, en la que parecían presa fácil de las petromonarquías saudí y
emiratí, armadas y ayudadas logísticamente por EE.UU. Pero ganaron. No hay paz
como tal, pero el acuerdo de alto el fuego se mantiene y los hutíes han
consolidado sus posiciones en el país. Los reinos del Golfo no tienen voluntad alguna
de volver a guerrear. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Arabia Saudí y
Emiratos no solo salieron escaldados de su intervención en Yemen, sino que
terminaron apoyando a fuerzas opuestas cuando la situación degeneró en el caos.
El ambiente actual en Riad lo resumía un editorial de un oficioso diario de la
capital: “los hutíes ya no son un problema saudí” (2). Por eso no es casual que
desde Arabia se pida contención a Washington en el Mar Rojo. Pero la
administración norteamericana se arroga responsabilidades globales que
desbordan el equilibrio de fuerzas en la región. Para reforzar políticamente
sus represalias militares, Washington ha vuelto a incluir a los hutíes en la
lista de organizaciones terroristas, un comodín que usa a su conveniencia en su
particular división del mundo en buenos y malos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">EL
PAPEL LIMITADO DE IRÁN<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
mundo árabe, en efecto, juega un papel secundario en ésta crisis (y en otras
recientes). En parte, por su impotencia tradicional, pero también por un
proceso de <i>normalización</i>, de aceptación de una realidad
incontrovertible. Arabia no se ha sumado aún a los acuerdos Abraham
(reconciliación con Israel), pero se trata de una contención táctica. En su
pretensión de ejercer un tipo de liderazgo espiritual o moral de la comunidad
sunní, ese paso requería de aparentes concesiones israelíes, que ahora parecen
más lejanas que nunca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Estados
Unidos, con su respuesta militar al desafío de los hutíes, no sólo “protege” el
sacrosanto comercio internacional; también demuestra con hechos que sus
consejos de moderación a Israel son poco más que ejercicios de relaciones
públicas con un sector de su electorado y un obligado cumplimiento de los
compromisos de defensa hacia su aliado estratégico en la región. Las “guerras”
de EEUU en Oriente Medio han tenido casi siempre ese cariz indirecto, de
intervención calculada para impedir una alteración sustancial del tablero. Con
dos excepciones: el desquiciado aventurerismo en Irak, que provocó la
destrucción de un Estado más que un cambio de régimen, y consecuencia de ello,
el obligado despliegue militar posterior para atajar la emergencia del <i>Daesh</i>,
el único actor que llegó a poner en riesgo la <i>pax americana</i> en la zona. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los
hutíes no llegarán a tanto, a pesar del apoyo militar, en armas, logística y
adiestramiento, que les brinda la Guardia Revolucionaria, unidad de élite del
régimen iraní (4). Pero estas milicias son ahora un elemento perturbador, y no
sólo para la “libertad de navegación”. La crisis del Mar Rojo es también un
factor más en la rivalidad entre Israel e Irán. No es el único. Irán ha atacado
lo que considera “centros de espionaje israelí” en enclaves hostiles de Irak y
Siria. Se trata de operaciones de represalia por el atentado cometido en una
localidad iraní de Kerman hace dos semanas, que se atribuyeron los extremistas
sunníes del <i>Daesh</i>, aunque el régimen cree ver la mano oculta del estado
judío. Por una cuestión de prestigio, Teherán no podía delegar por completo la
respuesta a la actuación israelí en Gaza en sus protegidos regionales. Esta
tensión podría llegar a un punto límite si la República islámica consigue
dotarse del arma nuclear: está a sólo unas semanas de hacerlo, según
estimaciones de la Agencia de Energía Atómica (3). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los
<i>ayatollahs</i> son conscientes de que está en juego la supervivencia de su
sistema social, político y económico. Ciertamente, mueven sus peores
doctrinarios, pero no han creado las condiciones que motivan la rebeldía de sus
protegidos. Irán no se ha inventado el tutelaje militar israelí sobre el
Líbano, ni ha provocado el fracaso de este país multiconfesional, corroído por
la corrupción, incluso cuando se la bendecía desde Occidente como la “Suiza de
Oriente Medio”. Tampoco los santones chiíes iraníes construyeron el represivo
régimen sirio, aunque lo hayan apoyado con entusiasmo por conveniencia. Ni crearon
el “problema” del Yemen, que se remonta a la fallida descolonización de los
años veinte del siglo pasado y a las rivalidades regionales interárabes. Irán
se ha beneficiado de una crisis sistémica regional, no ha sido su causa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LAS
PARADÓJICAS ALIANZAS DE HAMAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Algo
similar ha ocurrido con el drama palestino. Para que la principal milicia de una
población que es sunní prácticamente en su totalidad buscara el apoyo de la
gran potencia chií de la región han tenido que sucederse muchos y muy graves atropellos.
Conviene recordar que Hamas rompió con el régimen sirio (dominado por la
minoría alauí, rama local del chiismo) cuando se produjo la revuelta de 2011.
Para cualquiera que conozca un poco la emocionalidad del imaginario político
árabe, no puede dejar de sorprender que los mejores aliados de la resistencia
armada palestina de vocación islámica sunní sean milicias chiíes no estatales,
en Líbano, Yemen o Irak. Es como si los católicos del IRA hubieran recibido, en
su momento, el respaldo de los protestantes franceses u holandeses. A este
grado de dislocamiento ideológico se ha llegado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
este contexto, las especulaciones retóricas sobre un mejor futuro para los
palestinos “después de Gaza” deben sonar muy huecas en Cisjordania. En las
últimas semanas, la espiral represiva se empieza a hacer insoportable, como denuncia
la propia prensa israelí más críticauv (5). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">En
todo caso, el deterioro de las condiciones de vida de la población palestina nunca
ha dejado de crecer, en tiempos mejores o peores del <i>proceso de paz.</i> Israel
siempre agitará el peligro “terrorista” para negar los derechos políticos de
los palestinos, sobre todo ahora que comprueba que otros más básicos son
conculcados sin que ello le comporte perjuicios más allá de un afeamiento, que,
por otro lado, importa muy poco en aquellos lares. </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Don’t
bomb the Houthies. Careful diplomacy can stop the attacks in the Red Sea. ALEXANDRA
STARK. <i>FOREIGN AFFAIRS, 11 de enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2)
Artículo del <i>ASHARQ AL-AWSAT</i>, reproducido en <i>COURRIER INTERNATIONAL,
16 de enero. </i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Iran
increases output of near bomb-grade nuclear material”. SIMON HENDERSON. <i>THE
WASHINGTON INSTITUTE, 27 de diciembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(4) “Iran’s Revolutionary
Guard deployed in Yemen”. </span>JAY
SOLOMON. <i>SEMAFORE, 15 de enero</i>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Hebron residents
fase restriccions like never before, unable to leave their homes or
neighborhood. HAGAR SHEFAZ. </span><i><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">HA’ARETZ, 4 de enero.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></i></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-36292924252711297862024-01-10T10:36:00.004+01:002024-01-10T10:38:08.942+01:00 LARGOS BRAZOS, REGATES CORTOS<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">10 de enero de 2024</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
denominada “segunda fase” de la guerra de exterminio de Israel en Gaza (de
Hamas, según el relato oficial; en verdad, del pueblo palestino que allí
malvive o muere) y la crisis política en Francia se disputan el interés
internacional de este turbulento inicio de año. Por diferentes que sean ambos
asuntos -en alcance, en propósitos, en protagonistas- reflejan contradicciones y tensiones que auguran una difícil salida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;">ORIENTE
MEDIO, EN COMBUSTIÓN CONTROLADA</span><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
Secretario de Estado norteamericano ha alertado del peligro de una
“metastización” de la guerra, en referencia implícita a una escalada que
convierta las escaramuzas en la frontera líbano-israelí en una conflagración
abierta, a la que se añadiría la intensificación de las actuaciones de los <i>proxies
</i>de Irán en Yemen, Siria, Irak, Mar Rojo, Cisjordania, etc. (1). Se trata de
un mensaje clásico de la diplomacia americana, aunque haya dudas del control
real que ejerce Irán sobre esas fuerzas (2). Por no hablar de una falta de predisposición
de los <i>ayatollahs</i> a dejar que la crisis desemboque en una conflagración
generalizada (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Con
sus idas y venidas a la región desde octubre, Blinken está emulando la
diplomacia viajera de Kissinger hace cincuenta años, luego replicada por mucho
de sus sucesores en el cargo. En cierto modo, Estados Unidos hace de pirómano y
de bombero en Oriente Medio. De pirómano, al respaldar a Israel en sus
políticas de “tierra quemada” para garantizarse una seguridad imposible; y de
bombero, al afirmar su condición de único poder capaz de establecer las reglas
de la guerra (de las guerras), sus ritmos, sus pausas, sus condiciones, su
relato y, como escribe Stephen Walt, sus soluciones casi imposibles (4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tras
tres meses de castigo brutal y criminal en Gaza, Israel dice ahora que es
tiempo de pasar a otro tipo de operaciones más selectivas. Justo lo que
Washington le pedía desde hace al menos dos meses. Por supuesto, el mando
militar y político en Israel no admite que actúa por indicación de su protector
norteamericano, pero tampoco replica estas convenientes interpretaciones en los
medios afines.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Israel
dice haber acabado casi completamente con Hamas en el norte de la franja y
destruido prácticamente su infraestructura de túneles y redes de mando, salvo
bolsas de resistencia que no durarán mucho (5). El<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ejército ha reducido a la mitad su fuerza
expedicionaria en Gaza (de 360.000 a 170.000 hombres, más o menos), por motivos
no sólo militares, también económicos. La economía israelí se empieza a
resistir de un drenaje tan enorme de reservistas (6). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De
eso que en otras guerras se llamaba cínicamente “daños colaterales” (los
civiles, o sea la mayoría de las víctimas) poco o nada dice. Eso se lo deja a
EE.UU, para que contrarreste una opinión mundial escandalizada pero impotente
ante la tragedia. El Sur global y buena parte de la izquierda occidental no
aceptan el relato indulgente de Washington. Suráfrica lidera una iniciativa
para llevar a Israel ante el Tribunal de Ginebra por presunto delito de genocidio.
Es muy significativo que un de los países que se haya adherido sea el Reino de
Jordania, aliado histórico de Estados Unidos en la región y con un Tratado de
paz con Israel desde hace treinta años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
estas circunstancias, el “giro” en la guerra apunta al recurso preferente del “brazo
largo”; es decir, las actuaciones selectivas y “audaces” contra eso que en
Israel llaman la “cabeza de la serpiente”: los líderes “terroristas” más
buscados. Ya ha “cazado” a uno de los líderes políticos de Hamas, Saleh Al
Aruri,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en un barrio de Beirut, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a tres comandantes de <i>Hezbollah</i>, incluido
el veterano Wissam Tawil, todos ellos en el sur de Líbano. “Piezas mayores” que
se unen a los 8.000 milicianos de Hamas que las IDF (Fuerzas de Defensa) dicen
haber matado en Gaza desde primeros de octubre. Washington se siente cómodo con
estas operaciones, que considera “proporcionadas”. Pero, claro, en el
endiablado entramado civil y militar de Gaza, esas tácticas de “guerra
quirúrgica” son casi imposibles. Así que, en el sur de la franja, seguirá la
masacre, aunque la atención se comparta con esas otras acciones
individualizadas que provocan menos rechazo internacional. Al cabo, siempre es
menos dramático contar los muertos por unidades que por decenas cada día, hasta
superar los 23.000, a la hora de escribir estas líneas. La devastación humana y
social no encuentra comparación, según muchas fuentes independientes,
incluyendo a un creciente número de norteamericanos como Peter Beinart, que no
compran el discurso oficial (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
las sutilezas diplomáticas que sofocan la tragedia de Gaza juegan un papel
incómodo los aliados árabes de Washington. A ninguno de ellos le viene mal que ese
mantra de la aniquilación de Hamas, pero el precio que se ha puesto a la
carnicería resulta muy caro y nada tragable para sus poblaciones, que mantienen
una actitud de simpatía telúrica hacia la causa palestina. Estados Unidos corteja
a estos estados cómplices para embalsamar el cadáver de los derechos palestinos
tras la guerra. En otras palabras, que paguen el gasto de la reconstrucción y
de una administración <i>de circunstancias</i> en la franja del futuro,
conformada por “tecnócratas”, se dice. En claro: palestinos formados en
universidades norteamericanas o europeas que mantengan currículums impecables
de respeto (¿servilismo?) hacia Israel y los intereses occidentales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero
ni siquiera este escenario de una domesticada administración palestina es aceptado
por un sector del actual gobierno de <i>unidad nacional</i> en Israel, que es,
en realidad, una coalición de todas las derechas. Netanyahu utiliza el rechazo
visceral de los ultras religiosos a cualquier amago de cooperación con una
Autoridad Palestina, a la que ve como un lobo con piel de cordero, por muy
desacreditada que esté entre su propia población (8). Los<i> moderados</i>, a
quienes la prensa occidental tilda muy generosamente de “centro-derecha”, se
aferran al impostado discurso americano de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>“los dos Estados”, sabedores de que ya esto es ya una ficción completa. Es
sabido que la izquierda se diluyó en la marginalidad política hace ya años. Un
sector se ha refugiado en testimoniales aunque muy activas organizaciones
cívicas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">FRANCIA:
A MACRON SE LE ACABA EL TIEMPO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
Francia, la “masacre” política del nuevo año lleva nombre de mujer (Elisabeth
Borne), pero sobre todo título propicio, el de Jefe/a de Gobierno. El fusible
político de la V República ha vuelto a saltar para salvar del incendio al
Eliseo. Es una constante desde 1958.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
esta ocasión, la crisis se ha salido un poco del guion versallesca en que suele
presentarse al público. Borne ha hecho oídos sordos a los elogios de despedida
de su Jefe y ha hecho inútil la hipocresía de presentar como dimisión lo que
todo el mundo sabe que ha sido un cese. En efecto, utilizó el término <i>il
faut que</i>, traducible por “es preciso que” o “me veo obligada a” presentar
mi dimisión. Fórmula <i>polite</i> que recuerda mucho a la empleada por Rocard,
al dejar Matignon en 1991, forzado entonces por Mitterrand. Poco o nada ha
importado que Borne proviniera de la facción tecnocrática no militante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del Partido Socialista (como su Jefe, <i>mutatis
mutandis</i>).Un consejero del Eliseo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>citado
por LE MONDE comentaba que Borne empezó su mandato como Jospin (en la
izquierda) y lo ha terminado como Rocard, entonces cabeza visible de una
izquierda <i>reformista</i> (9).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Borne
ha hecho el gasto a conciencia. No tuvo más remedio que quemarse en los debates
políticos, parlamentarios, sociales y callejeros de la reforma de pensiones.
Más tarde, vendió su alma en la batallas siguiente sobre la reforma migratoria.
Tuvo que lidiar ambos asuntos desde la minoría parlamentaria y la gresca interna
en un gobierno que coordinaba pero no presidía, plagado por la lucha de
facciones y las peleas particulares de los gallos sucesorios. En menos de dos
años en Matignon ha tenido que recurrir en más de una veintena de ocasiones al
artículo 49.3 de la Constitución (decreto-ley) para salvar los proyectos
gubernamentales. Con el desgaste que eso le ha acarreado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Macron
ya se había decidido hace tiempo por un giro a la derecha en la práctica, sin
renunciar a su dialéctica reformista de centro. No le queda otra para culminar
su quinquenato final. Como primera medida, se dispone a un nuevo <i>rendez-vous
</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">con los franceses, una fórmula
retórica muy francesa que encanta a este Presidente, maestro en el arte de
situarse </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">au dessous de la melé</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">. Por encima de los partidos, de la política
minúscula. Casi nadie se lo cree ya: su popularidad está en el 27%, sólo unos
puntos más que Borne antes de la ceremonia sacrificial. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Así las cosas, el Macron recurre al <i style="mso-bidi-font-style: normal;">regate
en corto</i> (el cambio de gobierno) para activar el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">largo brazo </i>del Eliseo
en una conducción más personal de la política con mayúsculas. Ese será el
relato. Pero pronto tendrá que afrontar otro regate mucho más complicado,
porque sus oponentes se han dispuesto en la férrea defensa de la contestación
electoral. Los comicios europeos de junio pueden consagrar de nuevo a Marine Le
Pen como presidenciable, por mucho que todo el mundo sepa que se trata de dos ambiciones
muy distintas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En 2027, Macron ya no podrá ser candidato. Tiene
sentido que haya escogido a Gabriel Attal. A sus 34 años, es el primer ministro
más joven de la V República. Un alarde de esa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">audace</i> (audacia)
que tanto pregona como inspiración de sus actuaciones el líder francés. Attal
se configura como un alter ego del Presidente, su potencial sucesor, según los
cabalistas políticos en París (10). En la V República, sólo dos primeros
ministros llegaron con el tiempo a ser Presidentes: Georges Pompidou y Jacques
Chirac, ambos gaullistas de pura cepa. Pero, atención, ninguno de ellos saltó
directamente de Matignon al Eliseo. El salto a la gloria es proceloso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Attal se sitúa a la izquierda del entramado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">macronista</i>. Lo que
resulta muy apropiado para compensar una política cada vez más derechista. En
el centro estará siempre Macron como guía y faro de las reformas. La maniobra
suena a brazo largo, pero tanto y tan prematuro que corre el riesgo de diluirse
en la bruma de los próximos meses. No en vano, a Matignon se le conoce como el “infierno”
en los cenáculos políticos galos.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “From Lebanon to Read Sea, a broader conflict with
Iran looms”. DAVID SANGER y STEVEN ERLANGER. <i>THE NEW YORK TIMES, 7 de enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “As Middle East crisis grows, does Iran have
control of its proxy forces?”. PATRICK WINCOUR. <i>THE GUARDIAN, 6 de enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “L’ Iran ne veut pas d’ un embasement général du
conflit, mais devra pourtant riposter”. AMÉLIE ZACCOUR. <i>L’ORIENT LE JOUR, 5
de enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “5 reasons the Israel-Palestine conflict won’t end
any time soon”. STEPHEN M. WALT. <i>FOREIGN POLICY, 8 de enero.K<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “L’ armée israelienne afirme avoir démantelé la
structure militaire du Hamas dans le nord de la bande de Gaza”. <i>LE MONDE, 6
de enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) “Not day after, day during:
Blinken visits Israel”. DAVID MAKOVSKY.<i> THE WASHINGTON INSTITUTE, 8 de
enero.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “What will happen to Gaza’s
People”. PETER BEINART. <i>THE NEW YORK TIMES, 7 de enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(8) “Can the Palestinian Authority govern Gaza?”. </span>DANIEL BYMAN (Centro de Estudios estratégicos
de Georgetown). <i><span lang="EN-US">FOREIGN AFFAIRS, 4 de enero.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “Emmanuel Macron congédie Elisabeth Borne pour
relancer son second quinquennat”. CLAIRE GATINOIS.<i> LE MONDE, 9 de enero.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(10) “Gabriel
Attal en Matignon: les coulisses d’une nomination disputée”. CLAIRE GATINOIS.<i>
LE MONDE, 10 de 2024.</i></span><span face="Calibri, sans-serif"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-76444641838184417202024-01-03T15:35:00.001+01:002024-01-03T15:35:26.353+01:00AÑO DE VOTOS, AÑO DE TRAMPAS<p><span style="font-size: medium;"> <span style="font-family: georgia;">3 de enero de 2024</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">El
año que recién comienza viene cargado de urnas. Más de la mitad de la población
mundial está llamada a expresar su voluntad política en los próximos doce
meses. Pero en algunos casos, puede decirse que </span><i style="text-align: justify;">esas urnas están ya llenas</i><span style="text-align: justify;">.
En algunos casos, de </span><i style="text-align: justify;">bombas</i><span style="text-align: justify;">; en otros, menos extremos, pero igualmente corrosivos,
de trampas, de engaños.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">DECLIVE
DEMOCRÁTICO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
democracia, el sistema liberal de participación ciudadana, está en declive. O
eso dicen quienes lo estudian concienzudamente, aunque naturalmente desde una perspectiva
de identificación política o ideológica. La institución <i>Freedom House</i>,
una especie de <i>biblia </i>intelectual del funcionamiento sistémico,
considera que <a href="https://freedomhouse.org/report/freedom-world/2023/marking-50-years?utm_medium=email&utm_source=newsletter&wpisrc=nl_todayworld&utm_campaign=wp_todays_worldview">2023
ha sido el decimoséptimo año consecutivo en que la “Libertad Global” ha retrocedido
en el mundo</a>. Cita los deterioros más notables (Brasil -luego corregido
positivamente-, Perú, Túnez, Burkina Fasso) y otros menos visibles (Turquía,
Myanmar, Tailandia). Con todo, estima FH, se produjeron progresos en 34 países,
uno menos que en aquellos donde hubo retrocesos. No deberíamos tomarnos estos
datos a pies juntillas: si entramos en el análisis pormenorizado, surgirían
dudas sobre los criterios empleados en la clasificación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
todo caso, después de 50 años de elaborar este trabajo, hay tendencias a tener
en cuenta en materia de libertades desde el punto de vista del orden liberal:
en 1973, 44 de los 148 países entonces existentes fueron catalogados como “libres”,
en tanto que en 2023, esa cifra se eleva a 84, aunque los países del mundo son
ya 195, debido a las sucesivas desagregaciones nacionales y otros factores
políticos. En términos comparativos, la “libertad” alcanzada a algo menos del
30% de países hace 50 años, mientras hoy en día se extiende al 43%. En
definitiva, si aplicamos una perspectiva de largo recorrido, el balance sería
positivo. Pero esa tendencia parece estar estropeándose desde el comienzo del
presente siglo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este
diagnóstico negativo lo refrenda otra organización, <a href="https://www.idea.int/publications/catalogue/global-state-democracy-2023-new-checks-and-balances?utm_medium=email&utm_source=newsletter&wpisrc=nl_todayworld&utm_campaign=wp_todays_worldview#%3A%7E%3Atext=The%20global%20state%20of%20democracy%20in%202023%20is%20complex%2C%20fluid%2Ccountries%20covered%20in%20the%20Report.">la
sueca <i>International IDEA,</i> que tiene por misión declarada el “apoyo a la
democracia en todo el mundo”.</a> La conclusión de su último estudio establece
que “en cada una de las regiones del mundo, la democracia ha seguido contrayéndose,
con declives en al menos uno de los indicadores del comportamiento democrático
en la mitad de los países estudiados en el <a href="https://www.idea.int/gsod/2023/">Informe</a>”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">EL
TENSIONADO MODELO OCCIDENTAL<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las
elecciones, a las que antes nos referíamos, son sólo un criterio en la
catalogación de la salud de las libertades, como es lógico. Pero las distintas
condiciones en que se celebran no les confiere un carácter referencial muy
fiable. Como se decía al principio, este año viene repleto de convocatorias, y
en países de gran peso mundial<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(Estados
Unidos, Rusia, UE y más de 30 estados o regiones europeos, India, Suráfrica). La
lista podría engrosarse cuantitativa y cualitativamente, si finalmente se adelantan
las elecciones en Gran Bretaña. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
la <b>Unión Europea</b> las urnas tienen la apariencia más transparente. Sin
embargo, no puede afirmarse que reflejen un sistema del todo justo, debido a la
persistencia de factores que distorsionan históricamente la representatividad de
las poblaciones. Pero lo que preocupa a los dirigentes y a sus intérpretes mediáticos
es el nuevo impulso de las fuerzas populistas o nacionalistas identitarias de
extrema derecha, tras el triunfo electoral en Holanda y el avance de sus
postulados, sobre todo en materia migratoria, en las grandes potencias como Francia,
Alemania, Italia, Gran Bretaña, con el remate en el ámbito compartido de la
propia UE.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
<b>Estados Unidos</b>, la perversión habitual del sistema electoral (dominado
por el peso del dinero, la conformación de unos distritos artificiales y alterados
de forma permanente en función de los intereses de las minorías, o la estructural
privación del voto sin justificación decente alguna) se ve agravada por un
ambiente político venenoso, con un candidato favorito (Donald Trump), sobre el
que pesan más que convincentes indicios de delincuencia económica y política. A
sólo unos días de que comience <i>el circo </i>de las primarias, las
escaramuzas políticas se libran tanto en los gabinetes de las campañas como en
las salas judiciales. Pese a este panorama sonrojante, las élites gobernantes
se empeñan en ofrecer como modelo al mundo un sistema que hace aguas en su
propio país. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">DEMOCRACIAS
PÁLIDAS O FALSAS EN EL MUNDO EMERGENTE<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
<b>Rusia</b>, las elecciones serán un teatro sin paliativos, sin el aditamento
picante de las norteamericanas. Putin seguirá siendo el candidato <i>independiente</i>
del <i>partido-Estado</i> de esta época (<i>Rusia Unida</i>). Este es el ejemplo
más evidente del binomio <i>votos/balas </i>antes apuntado. Un país autoritario
que toma prestada la democracia como engañoso factor legitimador (urnas cargadas
de trampas), en un contexto de guerra que asfixia cualquier expresión de libertad
(1).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por
cierto, que no es descartable que en el otro lado de la trinchera, en <b>Ucrania</b>,
pudiera cederse a la tentación electoral. El estancamiento militar actual y la
fatiga occidental es un peligro mortal para Ucrania y pasar los votos por las
urnas podría ser un recurso desesperado para favorecer el relato del necesario
apoyo de las democracias occidentales, en armas y en dinero, en beneficio de la
causa de la libertad (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
las potencias medias emergentes como India y Suráfrica, las elecciones también
vienen trucadas por los reflejos autoritarios y las corrupciones inherentes a
sus respectivos sistemas políticos y socio-económicos. Son casos distintos
entre sí, por supuesto, pero comparten elementos de distorsión de la voluntad
popular. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
<b>India</b>, la mayor democracia del mundo, como gustan de decir sus exégetas,
el nacionalismo identitario que lidera el populista Narendra Modi está en
condiciones de consolidar una deriva autoritaria con perfiles aparentemente
neoliberales en materia socio-económica y enterrar el modelo del nacionalismo
tercermundista del Partido del Congreso (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
<b>Suráfrica</b>, la decadencia del Congreso Nacional Africano se prolonga
durante décadas. El proyecto social y político <i>post-apartheid</i> ha
fracasado, debido a la corrupción, la criminalidad y la burocratización de las
élites. Tres de cada cuatro ciudadanos dicen que sacrificarían la democracia si
surgiera un liderazgo fuerte capaz de crear empleo y frenar la delincuencia.
Este mismo humor político es compartido por toda África, como se ha podido
comprobar en la actitud apática cuando no abiertamente favorable a los golpes
militares que han vuelto a proliferar en el continente, tras el fracaso de los
modelos controlados por las antiguas potencias coloniales (ahora neocoloniales)
(4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Otro
país emergente de dominante atención internacional que pasará por las urnas en
2024 será <b>Taiwan</b> (este mismo mes de enero). Los medios y gabinetes de
orientación ideológica en Occidente sitúan esta cita electoral entre las más
determinantes del año, por las consecuencias que los resultados pudieran tener
en el comportamiento de China. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
partido gobernante (DPP), en principio el más independentista, estará liderado por
un exrepresentante del país en Estados Unidos (en la práctica un embajador). Se
teme por ello que, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en caso de repetir
victoria, se pueda precipitar una crisis y acercar el riesgo de guerra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Las
otras opciones son más templadas, en relación con Pekín: los nacionalistas conservadores
del Kuomintang (otrora enemigos del comunismo continental y hoy partidarios de
la convivencia condicionada) y un nuevo Partido del Pueblo, con ribetes
populistas. En realidad, ninguno de los tres parece dispuesto a que los votos
se conviertan en balas (5).</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(1) “Putin’s War Party”. </span><span lang="DA">ANDREI KOLESNIKOV.
</span><i><span lang="EN-US">FOREIGN AFFAIRS, 1 de diciembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="DA">(2) “En Ukraine, le politique fait discrètement son
retour”. </span><i><span lang="EN-US">COURRIER INTERNATIONAL, 31 de octubre.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “BJP win in India’s 2024 election ‘almost an
inevitability’”. HANNA ELLIS-PETERSEN (Corresponsal en Delhi). <i>THE GUARDIAN,
31 de diciembre</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “Deaths, debts and democratic doubts in Africa” <i>THE
ECONOMIST, 28 de diciembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Taiwan prepares to pick new President amid growing
threat from China”. HELEN DAVIDSON (Corresponsal en Taipei).<i> THE GUARDIAN, 30
de diciembre.</i></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-80418223070229468412023-12-27T12:46:00.000+01:002023-12-27T12:46:04.733+01:00TRES GUERRAS SOLAPADAS<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">27 de diciembre de 2023</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">La
atención mediática se desplaza hacia otro foco potencial de conflicto
internacional, derivado de la operación de destrucción israelí de Gaza y muerte
masiva de los palestinos. El arsenal compasivo de las primeras semanas se agota
o se asfixia por la prohibición israelí de ingresar en la franja, la extinción paulatina
pero inexorable de los periodistas palestinos que trabajaban para los medios
externos y la fatiga habitual en las coberturas bélicas. Las </span><i style="text-align: justify;">crónicas del dolor
humano</i><span style="text-align: justify;"> empiezan a diluirse en relatos rutinarios y repetitivos de
hipócritas negociaciones diplomáticas, consistentes en blanquear las muertes y
el sufrimiento, justificar las políticas criminales y alertar de otros peligros
“mayores”.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">TALÓN
DE AQUILES MARÍTIMO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Uno
de esos peligros es el estrangulamiento del comercio internacional en la
estrategia arteria del Mar Rojo. Por ese segmento de la ruta entre Asia y Europa
transita el 30% del comercio mundial, 7 millones de barriles de petróleo y 125
millones de metros cúbicos de gas diarios. Un grupo armado yemení, irrelevante
hace apenas doce años, los <i>houthis</i>, pertenecientes a la secta local del
credo <i>chií</i> (los <i>zadíes</i>), son aliados de Irán. De este país han
obtenido armas, apoyo logístico y económico y orientación estratégica para
desafiar -y en la práctica, derrotar- a las petromonarquías del Golfo Pérsico
aliadas de Occidente. Tras una década de guerra brutal, los <i>houthis</i> se
han convertido en la principal fuerza política y militar del Yemen, con
capacidad para controlar el estrecho de Bab el Mandeb, enclave a través del
cual el Océano Índico se convierte en el Mar Rojo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde
sus posiciones consolidadas en la costa yemení, estos combatientes han decidido
dar réplica al aniquilamiento de Gaza, atacando con drones y misiles balísticos
y de crucero a los barcos que transportan mercancías con destino a Israel. Lo
cual no quiere decir que los objetivos sean propiamente barcos israelíes,
debido a la intrincada identificación de los navíos mercantes en el tráfico marítimo
internacional. En realidad, los <i>houthis</i> afirman extender su campaña a
todos los Estados que ayudan, en cualquiera de sus formas, a los “sionistas”.
Es decir, que el enemigo es buena parte del comercio internacional (1).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Y
aquí es donde la inquietud o el malestar occidental por la masacre de Gaza se
convierten en verdadera preocupación y exigen una actuación inmediata. Estados
Unidos ha reorientado su despliegue militar en la zona, reforzado desde mediados
de octubre, e intenta ampliarlo aún más con la creación de una de sus
habituales “coaliciones internacionales”, para combatir a los díscolos<i>
houthis </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">y “proteger la libertad de
navegación y comercio” en el Mar Rojo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No hay garantías, sin embargo, de que esta
impresionante maquinaria militar vaya a conseguir resultados factibles o
completos; de ahí que las principales navieras hayan suspendido sus rutas por
esa arteria y activado las más larga y costosa, que se dirige hacia el sur de
África, bordea el Cabo de Nueva Esperanza y toma rumbo norte hacia las costas
europeas: es decir, la ancestral ruta marítima previa a la construcción del
Canal de Suez enclave septentrional en el que resuelve el Mar Rojo antes de
encontrarse con el Mediterráneo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El analista militar Bruce Jones, de la Institución norteamericana
Brookings, ha sintetizado para el gran público las tres opciones que EEUU tiene
para “combatir los ataques <i style="mso-bidi-font-style: normal;">houthis” </i>(2)<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.
</i>La primera es eludir el problema; es decir, cambiar la ruta, en el
sentido que se ha mencionado más arriba. La segunda, atacar las bases de drones
y misiles de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">houthis</i>. De hecho
ya se está haciendo. Pero el éxito completo se antoja esquivo: si la acción
militar se intensifica, no les sería difícil a los combatientes yemeníes
ocultar su arsenal. Además, Irán tiene capacidad para reponerlo en tiempo no
demasiado dilatado (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La tercera opción sería ampliar la “coalición”, lo
cual tampoco parece muy venturoso. De hecho, ya han aparecido las primeras
tensiones a causa de esta operación bautizada como “Guardian de la Prosperidad”.
Algunos socios de Estados Unidos prefieren guardarse su panoplia para otros
frentes más cercanos: los alemanes, el Báltico; los australianos, el Pacífico
occidental. Otros no han mostrado especial disposición (caso de España, con las
fricciones conveniente aireadas y exageradas por nuestros medios
conservadores).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Cada uno de los renuentes tiene sus motivos, ya sea
de política interna, de capacidad logística o de prioridad estratégica, pero el
caso es que la proclamada “coalición internacional” tiene poco de coalición y
su apelativo internacional se reduce al núcleo duro de los aliados de Norteamérica,
O de países como Francia, con base propia en Djibuti, que tiene una motivación
estratégica y de prestigio, muy lesionado éste tras su humillante retirada del
Sahel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">UNA CARNICERÍA CASI OLVIDADA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero mientras estas escaramuzas bélicas alteran la
navegación en el Mar Rojo, otra guerra más terrible y mortífera se desarrolla y
recrudece tierra adentro de la orilla occidental, en Sudán. Este país (en
parte, la Nubia del antiguo Egipto faraónico) tiene salida al Mar Rojo y un
puerto clave para su economía en la localidad de Port Sudán. Desde abril de
este año, dos facciones militares, la del Ejército oficial (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">SFA:
Fuerzas armadas de Sudán</i>) y la de los mercenarios de unas fuerzas
especiales (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">RSF: Fuerzas de Apoyo rápido</i>) están
combatiendo a muerte y hundiendo al país en una pavorosa situación. Los muertos
superan ya los diez mil. Casi siete millones de personas se han visto forzadas
a abandonar sus hogares y la gran mayoría se encuentra en situación de lo que la
ONU denominada “inseguridad alimentaria extrema”: o, sea, hambre (4). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta enésima guerra africana tiene poco o nada que
ver con valores o disputas ideológicas. Responde, en realidad, a una lucha de ambiciones
entre dos facciones militares que pretenden apropiarse del botín. Ambas fueron
aliadas en la destitución del general proislamista Omar Bashir, un enemigo de
Occidente desde que decidiera amparar a Osama Bin Laden a finales de los años
noventa. Mantuvieron esa alianza para inutilizar al débil gobierno civil de
transición, al que Occidente no se molestó en respaldar de forma eficaz,
convencido de que una solución militar provisional podría ser más efectiva para
conjurar el potencial regreso de los islamistas. Al final, el corral resultó
demasiado estrecho para los dos gallos de pelea: el comandante en jefe del Ejército
y presidente de facto, Abdel-Fattah Al-Burhan, y el líder de los mercenarios,
general Mohamed Hamdan (aunque todos lo conocen por su apodo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hemeti)</i> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero, como es también norma en África, hay agentes externos
implicados a fondo en la guerra. A Burhan lo apoya Egipto y; mientras que Hemeti
está respaldado activamente por los Emiratos árabes y, lo que es más perturbador
para Occidente, las milicias Wagner rusas. Con el paso de los meses, Sudán se
parece cada vez más a Libia: otro monumento de la incompetencia occidental en
África. Se acaba con un “dictador” enemigo y la única opción que termina
imponiéndose es un caos de militares corruptos, milicias irregulares o
mercenarios; al cabo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>todos ellos matones
por igual. Las potencias regionales medias los manipulan o se sirven de ellos, permitiéndoles
el aprovechamiento del botín más inmediato (5).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En este caso, Burhan, que se ha ido debilitando en
los combates y perdido el control de la capital, Jartum, conserva el control del
país agrario útil y el control de la ciudad portuaria de Port Sudán.<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
Hemeti </i>se ha hecho fuerte en torno a las minas de oro del oeste del país y está
haciendo estragos en la región de Darfur, donde hace veinte años unas milicias
antecesoras a las RSF (las de los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Janjavid</i> o jinetes)
protagonizaron un genocidio de las tribus negras (no árabes) locales (6).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las informaciones que nos llegan dificultosamente
del país indican que se esta produciendo una segunda edición de aquellas
matanzas de 2003, que tanta emoción provocaron en Estados Unidos, con la movilización
de celebridades como Georges Clooney y otras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Después de haber perdido el acceso seguro al Mar
Rojo por su orilla oriental, la yemení, a los Emiratos les resultaría de gran
valor que su aliado en la guerra del otro lado venciera a su enemigo y se
hiciera con el control de Port-Sudán. Tal eventualidad, reactivaría la guerra
en Yemen, con el objetivo de derrotar a los rebeldes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">houthis.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Washington se encuentra atrapado en esta red de
contradicciones operativas y alianzas cada vez sometidas a mayor tensión y menor
control. La Casa Blanca no parece capaz de embridar los intereses emiratíes.
Como ya ocurriera en la guerra interna de Yemen, las urgencias de sus aliados
regionales escapan parcialmente a su control, porque contravenirlas sin más pondría
en peligro la estrategia mayor, que es el debilitamiento de Irán en la zona (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De todo lo apretadamente expuesto se deduce que en
la zona hay en el momento presente varias guerras solapadas: la muy desigual y
sangrienta en Gaza; la insidiosa y contenida en el Mar Rojo; y una tercera,
brutal, despiadada y parcialmente subsidiaria en Sudán. A las que habría que
sumar las dos latentes de Israel contra otros dos aliados de Irán: las milicias
chiíes libanesas de Hezbollah y el régimen sirio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Si la administración Biden se creía hace apenas
tres meses descargada de apremiantes “obligaciones” en Oriente Medio, la realidad
de los conflictos podridos le ha devuelto a la cruda realidad. </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(1) “Rising pressure on Red Sea transit”. NOAM RAYDA. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">THE WASHINGTON INSTITUTE ON NEAR AND MIDDLE EAST, 22
de diciembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(2) “The West’s 3 options to combat the Houthis attacks”. BRUCE JONES. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">FOREIGN POLICY, 20 de diciembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(3) “Comment les houthistes ont développé leurs capacités militaires au
Yemen”. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">COURRIER
INTERNATIONAL, 20 de diciembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(4) “Sudan’s civil war triggers an ‘unimaginable humanitarian crisis’”.
ISHAAN THAROOR. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">THE WASHINGTON
POST, 9 de noviembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(5) “The War the World forgot”. ALEX DE WAALD y ABDUL MOHAMMED. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">THE NEW YORK TIMES, 4 de diciembre.</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(6) “A genocidal militia is winning the war in Sudan”. </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="EN-US">THE ECONOMIST, 16 de noviembre</span></i><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(7) “Washington tries to correct course on Sudan’s civil war”. </span>ROBBIE
GRAMER.<i style="mso-bidi-font-style: normal;">FOREIGN POLICY, 20 de diciembre.</i></span><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-880330900181986822023-12-20T12:38:00.001+01:002023-12-20T12:53:55.394+01:00 EL PACTO FÁUSTICO DE MACRON<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">20 de diciembre de 2023</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Macron
y su gobierno han conseguido aprobar en la Asamblea Nacional francesa su nueva
ley de inmigración. El precio ha sido alto: su propio grupo parlamentario ha quedado
dividido y herido, con votos significativos en contra y varias abstenciones, la
dimisión de uno de los ministros (el de Sanidad), el malestar explícito de
media docena más y una sensación de deslealtad con el proyecto político que llevó
al liberalismo reformista al Eliseo. Alguien ha escrito que esta batalla política
puede ser más dañina que la reforma de las pensiones. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No
obstante, los demoscópicos aseguran que, contrariamente a aquella, la revisión legislativa
que regulará y controlará el fenómeno migratorio y la vida cotidiana de las
personas de origen foráneo en la Republica cuenta con el apoyo mayoritario de
la población francesa. La mayoría -o <i>la mayoría de la mayoría</i>- ha
jugado, por tanto, a favor de corriente. Quizás, pero en contra de sus
principios o valores, se dice en los sectores críticos. Esos valores son,
supuestamente, la humanidad, la universalidad de los derechos, la diversidad
social y cultural, todos ellos herencia o desarrollo de los pilares constitutivos
de la República fundacional de la Francia moderna: libertad, igualdad,
fraternidad. Las grandes palabras que tanto encienden a los franceses. A la hora
de la verdad, se impone una realidad más pedestre. En el caso de Macron, una
flagrante contradicción con su inicial estilo rompedor, si ello era necesario
para “hacer avanzar a Francia”. En su descargo hay que decir que en toda la
Unión Europa ese el rumbo que se impone (1).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
nueva ley endurece las condiciones de vida de los inmigrantes, refuerza las
medidas de control policial y administrativo, restringe el flujo migratorio con
recetas represivas y limita derechos. Para acceder a prestaciones familiares o
a la ayuda para vivienda, los inmigrantes tendrán que tener trabajo en el
momento de la solicitud o demostrar residencia durante los últimos cinco años. Las
condiciones para la reagrupación serán más estrictas. Se les relegará en el
disfrute de otros servicios sociales, en aplicación del principio de la “preferencia
de los nacionales”, y se criminalizará su condición bajo ciertas circunstancias
agravantes (que podrán acarrear pérdida de la nacionalidad). En definitiva, se
obviará su contribución a la riqueza y productividad de la nación. La
eliminación de la atención médica del Estado ha sido excluida del texto, pero
podrá ser incluida, en 2024, cuando se haga una actualización. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">UN
RECORRIDO LEGISLATIVO REVELADOR<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
recorrido de esta ley ha sido azaroso. Y revelador. Un primer texto salido de
la Asamblea Nacional, ya un tanto
restrictivo con respecto a las normas todavía vigentes, fue endurecido notablemente
en el Senado debido a la mayoría de que goza en esta Cámara la derecha
conservadora, cuya política en la materia difiere poco o casi nada de la que
sostiene el partido xenófobo tradicional, es decir, el Reagrupamiento Nacional
(RN), liderado por Marine Le Pen. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los
gaullistas fueron durante décadas partido habitual de gobierno, pero hoy han
quedado reducidos a una fuerza de resistencia conservadora favorecida por su
anclaje territorial en zonas sobrerrepresentadas en el Parlamento, merced a un
sistema electoral desequilibrado. Estos conservadores fueron rebautizados por
enésima vez por Nicolás Sarkozy, quién, pese a su filiación originaria gaullista,
sumó a sus muchas ambiciones la de poner fin a la alargada sombra del General
en la política francesa. La denominación escogida fue <i>Los Republicanos </i>(LR),
ambigua no por casualidad. El nuevo nombre excluía el término <i>Partido</i> en
virtud de su proclamada vocación de <i>cobertura </i>nacional y de adscripción
a los valores fundacionales del Estado; sin olvidar un guiño de convergencia ideológica
con sus homólogos norteamericanos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero
LR no sólo parecen haber asumido el olvido de De Gaulle, sino que han eludido la
retórica etiológica republicana. Durante décadas, los conservadores proclamaban
su distinción de la extrema derecha poniendo en valor los principios básicos de
la nación. El triunfo de la facción más derechista en la última elección
interna ha emborronado los límites entre las dos derechas. Como ocurre en gran
parte de Europa. Y no sólo por cuestiones tácticas, por oportunismo electoral,
o por exigencias de matemática parlamentaria. No hay grandes diferencias programáticas
entre estos <i>Republicanos</i> y los nacional-identitarios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta
convergencia se ha visto confirmada en los debates de la Ley de Inmigración.
Aunque <i>Reagrupamiento Nacional </i>dispone de apenas 3 senadores, las
posiciones de <i>Los Republicanos </i>les
complacía abiertamente. No tuvieron necesidad de agitar el barco desde las
tribunas o las calles. La deriva legal cumplía en gran parte sus expectativas. Las
organizaciones de defensa de los inmigrantes denunciaron en su momento que las
enmiendas introducidas por la derecha “afectan a todos los derechos actuales”, “llevan
la marca de las derechas extremas” e “integran todos los clichés posible sobre
la inmigración” (3) .<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero lo grave es que el Ministro del Interior, Gérald
Darmanin, no fue muy combativo frente a la derecha conservadora, celoso de
conservar en buen estado los puentes de un pacto ulterior, como se ha visto
luego. Dijo que, cuando el texto endurecido volviera a la Asamblea, se limarían
los aspectos más desagradables. Pero el requiebro tuvo corto recorrido. Como la
izquierda no apoyó a la mayoría liberal, el Ministro se encontró entre la
espada y la pared. En una votación previa, el texto suavizado fue rechazado.
Darmanin presentó la dimisión... pero a Macron, no a la jefa de gobierno,
Elisabeth Borne (dicen las malas lenguas que por riesgo a que le fuera
aceptada). El presidente se negó a permitir la caída del Ministro e instó a una
solución. El recurso al <i>decretazo </i>en esta ocasión había sido descartado
de antemano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Al final, la reglamentaria Comisión Mixta paritaria
<i>intercámaras
</i>(CMP)<i> </i>produjo un texto de consenso más
cercano a las posiciones conservadoras
que a la liberales. Al cabo, el proyecto de Ley ha sido aprobado con una
mayoría muy amplia (349 votos contra 186)<i> ,</i> pero con
los desgarros antes apuntados. Casi una cuarta parte de los diputados de la
mayoría (50 de 251) no apoyaron el texto, votando en contra, absteniéndose o
ausentándose de la sala. Y algunos de estos díscolos tienen un papel político
relevante.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero, al cabo, el texto salió adelante con holgura.
Ni siquiera hubieran hecho falta los 89 votos de la extrema derecha, que se sumó
con proclamas de “victoria ideológica” al campo del <i>sí</i>. Para
salvar la cara, algunos socios de Macron, como el presidente del <i>MoDem,</i>
habían
sugerido previamente que la Ley quedara
en suspenso si para su aprobación se hubiera precisado de los votos ultras. A
Macron le satisfizo la idea, que encajaba con su retórica de no favorecer las opciones
del RN. Pero el patrón de LR la calificó de “anomalía democrática”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En todo caso, no todo está dicho. El Consejo Constitucional
debe confirmar que la Ley no conculca la Carta Magna, como algunos señalan. La propia
jefa del Gobierno, que ha defendido con su firmeza de libro habitual el texto, ha
admitido que “compartía algunas dudas” sobre algunas de las disposiciones
impuestas por la derecha (3).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA PERSPECTIVA DE 2027<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De momento, Macron ya tiene su Ley. Puede pensar
que ha sofocado otro incendio, pero en realidad, ha colocado cargas explosivos
en el edificio reformista. Su mayoría queda visiblemente resentida. La batalla
presidencial de 2027, en la que él no será candidato, ha comenzado. El <i>macronismo</i>, como fuerza
política inspiradora construida con retales, agoniza. Los liberales franceses
tendrá que luchar muy mucho para mantener sus opciones en el centro-derecha.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El gran beneficiario de estas refriegas políticas podría
no ser la derecha conservadora, sino el nacional-populismo. Marine Le Pen no
sólo va como una flecha ante las elecciones europeas del próximo mes de mayo
(siempre obtiene buenos resultados en esos comicios). Su ambición presidencial
parece más sólida que nunca. Es de esperar que, en los próximos años, la otrora
agitadora de la política francesa siga
limando sus aristas más incómodas y reforzando su alternativa de dirigente
respetable. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los recientes triunfos de Geert Wilders en Holanda
y de Giorgia Meloni en Italia (aunque la filiación de ésta pertenezca a una
veta ultra europea rival), se unen a las posiciones de gobierno conquistadas
por sus afines en el norte del continente. Si se confirmase en septiembre la
victoria de sus amigos xenófobos de la AfD en los länder orientales de Alemania,
la estatura presidenciable de Le Pen podría ser irresistible. De ser así, el empeño
de Macron de sacar adelante un legado legislativo propio “cueste lo que cueste”
habrá tenido al aire metafórico del pacto de Fausto con el diablo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Partout en Europe, les portes se referment”. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">COURRIER
INTERNATIONAL, 25 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Du droit du sol à l’aide médical d’Etat:
comment le Sénat a durci le projet de loi ”inmigration”.<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
LE MONDE, 14 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Loi su inmigration: le texte adopté, crisis
ouverte au sein du camp Macron”. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">LE MONDE, 20 de diciembre.</i></span><span face=""Calibri",sans-serif" style="mso-bidi-font-style: italic;"><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-37293960478114360962023-12-13T12:06:00.005+01:002023-12-13T12:06:58.686+01:00 FATIGAS Y TEMORES ANTE LAS GUERRAS<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">13 de diciembre de 2023</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
las puertas del invierno, las guerras que ocupan la atención internacional (Ucrania
y Gaza) parecen abocadas a desenlaces dispares. Israel acelera la destrucción
de Gaza en la confianza de que así podrá<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>destruir (casi) definitivamente a Hamas. Cueste lo que cueste: principalmente
las vidas de miles de personas. Ya han muerto en esta guerra más palestinos que
en todas las operaciones militares israelíes anteriores juntas en la franja. Y
quedan, con seguridad, los días más terribles, por efecto de las bombas y tanto
o más por la inanición, la deshidratación y las enfermedades de todo tipo, que el
aniquilamiento de la infraestructura sanitaria impide atajar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La catástrofe humana es la mayor del planeta en
estos momentos, como denuncian la ONU y las entidades de ayuda sobre el terreno,
completamente desbordadas e indignadas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
Ucrania, mientras tanto, asistimos a un estancamiento militar desde hace
semanas, con escasos movimientos en los frentes y la insistencia en operaciones
de usura, de desgaste o de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>destrucción
de infraestructuras y amedrentamiento de la población civil. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
respuesta de la Comunidad Internacional ha ido evolucionando de forma desigual,
en función de la duración y perspectivas de desarrollo de cada conflicto. Ucrania
e Israel son socios estratégicos de Occidente, pero pueden volverse muy
incómodos, si los conflictos en que están inmersos no entran en una vía de
solución. Son crisis muy diferentes, pero sus consecuencias económicas se
acumulan. La reducción de la dependencia de Rusia y la relativa solidez de los
vínculos con los países árabes autoritarios ha relativizado el impacto
energético. Pero no lo suficiente para ser indiferente a la prolongación o la complicación
de ambos conflictos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">GAZA:
TEMOR A LA EXTENSIÓN DEL CONFLICTO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">EE.UU
se ha convertido en copartícipe indirecto en la tragedia palestina, al brindar
cobertura diplomática y militar a Israel, aunque intente endulzarlo con
llamamientos a la moderación de su protegido (1). Le secunda una Gran Bretaña
en su tradicional papel de escudero. Los estados europeos están divididos y,
por tanto, reducidos a la impotencia o la negligencia. No pasan de
pronunciamientos que Israel desprecia. Cuando la voz crítica es un poco más clara,
caso de España, la respuesta israelí adquiere tono de fiereza diplomática. Por
lo general, Europa, atrapa en la trampa del relato antiterrorista se cuida de
no desairar en demasía a Israel. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ante
la carnicería de Gaza, no se detectan grandes tensiones en la avenida que
conecta la Casa Blanca con el Capitolio, lo cual no quiere decir que no haya
escaramuzas derivadas. Los ultras republicanos agitan la impostura del supuesto
antisemitismo para desacreditar cualquier atisbo de crítica a la agresividad israelí.
La dimisión forzada de la rectora de una Universidad de Pensilvania ha abierto una
nueva caza de brujas: cualquiera que se atreva a cuestionar la manera en la que
Israel protege su seguridad será tildado de antisemita, de pronazi o de algo
peor, igual que en los años 50 todo aquel que se permitiera cuestionar la
política ultraconservadora de la época era acusado de agente comunista y estaba
abocado a la ‘muerte civil’. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
oposición a la política gubernamental no procede del extremismo republicano,
sino de la base demócrata, mucho más a la izquierda, que ya no acepta
fácilmente la desequilibrada política oficial norteamericana de las últimas
siete décadas. Israel ha dejado de ser un tabú, pero todavía quema, y mucho, a
quienes discrepan de la doctrina imperante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
Europa, las hipotecas bélicas son siempre o casi siempre más pesadas y menos
rentables. Como la pluralidad política es mucho mayor que en Estados Unidos, la
instrumentalización de la crisis bélicas son más complejas de gestionar, y más
en estos tiempos en que se ha quebrado el consenso centrista y el desafío de
las fuerzas centrífugas es más notable. La extrema derecha, que en otros
tiempos no sentía mucho aprecio por la causa israelí, se ha reposicionado a su
favor. No es tan paradójico. La evolución se debe a la derechización que ha
experimentado el estado sionista. Israel es hoy uno de los motores del
nacionalismo más extremo. Los valores que atraían inicialmente simpatías del
centro-izquierda han sido eliminados por políticas identitarias, racistas y de
una agresividad sin disimulo contra los palestinos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las
políticas de Estado proisraelíes en Alemania o en Francia, por ejemplo, se
vieron en otros momentos compensadas con ajustes de acomodo hacia los estados
árabes productores de petróleo y con una solidaridad hacia la causa palestina
expresada en dádivas económicas. Ese equilibrio se hace ahora más difícil de
mantener, tras los golpes del terrorismo islamista en suelo europeo y una menor
dependencia del crudo procedente de Oriente Medio. En el imaginario de la ultraderecha
se asimila a los árabes con un debilitamiento de la cohesión social y la
seguridad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nacional y se culpa a las
familias políticas del orden liberal de debilidad y cinismo. La acumulación de
conflictos enturbia el entorno económico de estabilidad que los gobiernos
centristas europeos necesitan para resistir el desafío de un nacionalismo
identitario alimentado por causas estructurales como la inmigración, el
envejecimiento de la población, la sostenibilidad de las pensiones y de los
servicios sociales públicos, etc. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Se
tema que la carnicería de Gaza pueda provocar la erupción de nuevos focos
bélicos por la acción de Irán, gran y único enemigo actual de Israel, o de sus
aliados regionales no estatales: los <i>chiíes</i> de Líbano, Yemen, Irak o
Siria (2). En ese caso, las presiones inflacionistas podrían recrudecerse en
Europa. Los<i> huthís </i>yemeníes ya han lanzado drones contra barcos
comerciales que surcaban el Mar Rojo con destino a Israel (3) y el Hezbollah
libanés está hostigando posiciones militares israelíes en la frontera. Pero, de
momento, no parece que Irán esté dispuesto a que se desborden las hostilidades
(4). Israel, en todo caso, dispone de potencial intimidatorio suficiente, y no
se atiene a límites, ni siquiera legales. Se ha documentado ya un ataque contra
posiciones de Hezbollah con bombas de fósforo, prohibidos por la ley
internacional (5). En cuanto a la libertad de navegación, no sólo Estados
Unidos actúa como garante activo; Francia replicó a los ataques de los <i>huthies
</i>esta misma semana. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">UCRANIA:
EL GIRO PERCEPTIBLE<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
Ucrania, convergen las posturas y se empieza a cumplir lo que los analistas más
lúcidos o menos proclives a la propaganda predijeron desde un principio: el
apoyo a Ucrania irá disminuyendo a medida que la guerra se prolongue, sin un
resultado claro a la vista. Incluso los más entusiastas empiezan a dudar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hasta
finales de octubre, según el seguimiento exhaustivo del Instituto Kiel
(Alemania), la ayuda global a Ucrania supera los 240 mil millones de dólares.
Europa (instituciones y países por separado) han aportado el 47% y EE.UU el 43%.
Pero si nos fijamos sólo en el rubro militar, la participación norteamericana
(44 mil millones de €) casi iguala a la de todos los países europeos y las
instituciones comunes conjuntamente (50,4 mil millones de €) (6). De ahí la
importancia clave que tiene para el futuro de Ucrania la resolución de la
actual disputa en Washington.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los
republicanos de la Cámara Baja, dominados por los extremistas, supeditaron la
aprobación del último paquete de asistencia militar y económica (61 mil
millones de dólares) a un mayor endurecimiento de la política migratoria. Biden
no accedió y el arsenal ucraniano se agota. Zelenski ha vuelto a viajar a
Washington para dirigirse al Congreso y agitar las conciencias, vinculando la
suerte de su país al liderazgo mundial de Estados Unidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ucrania
es ya, sin discusión, un asunto más de la agenda interna norteamericana. Su
suerte se vincula a los cálculos de las maquinarias políticas. Mala cosa para
Ucrania convertirse en moneda de cambio en periodo electoral. Cuánto más se
empeñe Biden en sacar adelante sus propuestas, más valor tendrá para sus
oponentes utilizar esa pieza en el tablero de la confrontación. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Europa
tampoco ofrece un panorama despejado. La Hungría de Orban ha vetado el nuevo paquete
europeo de ayuda, por valor de 50.000 millones de €, y el inicio del proceso de
adhesión de Ucrania a la UE. Detrás de esta posición está la retención de los
10.000 millones de € que Hungría debía recibir de los fondos de recuperación
europeos por la pandemia, pero se sospecha que también opera la “mano del
Kremlin, dada la buena relación entre el dirigente húngaro y Putin. Si Hungría
mantiene su veto en la cumbre de este fin semana, la situación para Ucrania
podría volverse crítica (7). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tampoco
ha sido muy oportuno que Zelenski haya ido a la toma de posesión de Milei en
busca desesperada de nuevos aliados. No se ve bien qué podía esperar el
presidente polaco de un país arruinado y a punto de someterse a otro
electroshock económico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El
ánimo occidental es ahora más bien pesimista sobre las opciones reales de que
Ucrania gane la guerra en los términos que ésta quiere; es decir, forzando el
repliegue ruso a las líneas no ya de octubre de 2022, sino de 1991, cuando nació
el estado independiente ucraniano. Nadie, ni en público ni en privado, se
atreve a seguir a pies juntillas el discurso de Kiev. Aunque, de momento, se
omitan referencias expresas a concesiones, es cada vez más evidente que a
Europa no le desagradaría una estrategia binaria que combinara las tentativas
negociadoras con presión bélica para mejorar sus bazas. Ya hay voces en Ucrania
que lo insinúan. Y Europa tienen motivos para creer que Rusia estaría abierta a
esa perspectiva.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">A
la postre, esa opción mixta podría ser una realidad imparable dentro de un año
si, como parece, hay un cambio en la Casa Blanca y un tal Donald Trump ocupa de
nuevo el Despacho Oval. Lo que se sabe de los planes del expresidente hotelero
en la materia ponen los pelos de punta a los dirigentes ucranianos y alerta a
los europeos. El círculo de asesores y consultores de los que se ha rodeado el
legalmente asediado <i>businessman</i> llegan incluso a plantear la retirada de
la OTAN y una nueva aproximación a Rusia, para concentrarse en lo que realmente
les importa: la lucha contra China por la supremacía mundial.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “The U.S.
is not actually ‘pressuring’ Israel”. NATHAN J. ROBINSON. <i>CURRENT AFFAIRS, 5
de diciembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “A U.S.-Iranian
miscalculation could lead to a large war”. <i>THE NEW YORK TIMES, 29 noviembre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Why Yemen’s
houthis are attacking ships in the Red Sea”. <i>THE ECONOMIST, 4 diciembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “The 7
reasons Iran won’t fight for Hamas. ARASH REISINEZHAD(London School of Economics).
<i>FOREING POLICY, 4 diciembre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Israel
used U.S.-supplied white phosphorus in Lebanon attack”. <i>THE WASHINGTON POST,
11 de diciembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US">(6) </span><a href="https://www.ifw-kiel.de/publications/ukraine-support-tracker-data-20758/"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">https://www.ifw-kiel.de/publications/ukraine-support-tracker-data-20758/</span></a><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “Ukraine’s
Zelensky and Hungary’s Orban reflect a divided Washington”. ISHAAN THAROOR.<i>
THE WASHINGTON POST, 12 diciembre.</i></span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-60102489344951257292023-12-07T13:01:00.000+01:002023-12-07T13:01:09.369+01:00 LA SOMBRA DE KISSINGER<p><span style="font-family: georgia;"> <span style="font-size: medium;">7 de diciembre de 2023</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Kissinger ha dejado el mundo de
los vivos, que aspiró a controlar, modelar y proyectar para futuras generaciones.
En realidad, estuvo a los mandos apenas una década: la de los setenta, en los
mandatos de Nixon y la coda de Ford. Fragmento ominoso de la humanidad, incluso
en un siglo fértil en desgracias inducidas desde la cúspide del poder. El
diplomático/académico/ germano-norteamericano tuvo mucho que ver en las
calamidades de la fase final de la Guerra fría: Bangladesh, Vietnam, Camboya,
Chile... Se le atribuyen, en contraste, trabajos hercúleos en pos de la armonía
internacional: control de las armas nucleares, reequilibrio de poderes, neutralización
de las hostilidades en Oriente Medio y punto final a la guerra en Indochina, éste
último de dudosa valoración (1). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Se pasó su segunda media vida
exprimiendo sus éxitos y ocultando, manipulando o reescribiendo sus fracasos y
vergüenzas: construyendo su relato de estadista para todas las estaciones, con
la ayuda de hagiógrafos y desmemoriados. Otros, más críticos, o simplemente más
honestos, no se le han puesto fácil. En la hora de su muerte el denominado “juicio
a Kissinger” sigue pariendo páginas y aportando argumentos (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Algunos lo han querido ver como
una suerte de Maquiavelo contemporáneo. Pero incluso esta aproximación es tan
escurridiza como el personaje de referencia. Maquiavelo ha generado múltiples y
muy diferentes lecturas, desde Gramsci a los exégetas del poder sin escrúpulos.
Kissinger tomó del florentino la visión de un mundo sin ilusiones ni idealismos.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Quizás por eso, durante algún
tiempo se le consideró como el sumo sacerdote de la “doctrina realista” en las
relaciones internacionales. Pero casi todos los que se reclaman de esta
corriente de análisis y pensamiento refutan hoy esa adscripción, que el propio
interesado permitió, aunque no con entusiasmo. Porque, en realidad, lo que
realmente caracterizó su trayectoria fue la ambigüedad. O, para ser más claro,
el oportunismo: hacer, en cada momento, lo que mejor le conviniera al <i>Príncipe;
</i>al cabo una lectura reduccionista de Maquiavelo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los críticos le reprochan esta
relatividad moral, de la que él llego incluso a alardear, sin que pareciera molestarle
el reproche. Otros comentarios poco amables quizás le importunaran más: por ejemplo,
que fuera un académico sin lustre, o que, pese a su fama y su muy lucrativa carrera,
nunca fuera capaz de armar un cuerpo doctrinal original y propio (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La segunda parte de su vida,
alejado ya de los pasillos estrechos del poder, se la pasó ganando dinero a
cambio de consejos a los poderosos del mundo, a modo de oráculo indiscutible.
Poco importó que, en esta faceta postrera pero la más prolongada de su actividad,
errara con asiduidad o modificara sus juicios sobre la marcha. Con aplomo
impasible recomendaba ora una política, ora la contraria, sin perder
credibilidad para los pagadores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Entre sus giros más llamativos,
por la actualidad que arrastran, destacan sus juicios sobre la ampliación de la
OTAN, la crisis de Ucrania o las relaciones con China. Como supuesto realista,
desaconsejó la ampliación de la Alianza Atlántica y luego se dedicó a teorizar
su extensión al Este; consideró inicialmente peligrosa la incorporación de Ucrania
al sistema defensivo occidental y luego lo defendió vivamente; siempre se mostró
ferviente partidario de unas relaciones constructivas con China, pero terminó por
elogiar a Trump por tensionar el diálogo con Pekín. Cada momento pide una política,
podía ser su máxima. Por eso ninguna escuela lo reclama como uno de los suyos,
pese al prestigio que él supo cultivar hasta los últimos momentos de su vida. Como
dijo Edward Luce: a veces se comportaba como un <i>realista</i> <i>sui generis</i>
y otras como un <i>neocom</i> apasionado (véase su apoyo a la guerra contra
Irak de 2003).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Martin Indyk, uno de sus biógrafos,
exembajador de Estados Unidos en Israel y participante en algunas de las rondas
negociadoras en Oriente Medio, ha escrito recientemente que Kissinger hubiera
aplicado su visión <i>incrementalista </i>para abordar la actual guerra en Gaza
(4). En la jerga de la política internacional, eso significa que se habría
abstenido de intentar, ahora y en lo sucesivo, de perseguir una “solución duradera”,
término que suele aparecer en casi todos los esfuerzos diplomáticos en cada
conflicto internacional. Kissinger, en efecto, era poco amigo de esas
ambiciones perfectas, que consideraba irreales e inalcanzables. Era partidario
del “paso a paso” (de ahí el <i>incrementalismo</i>), de los pequeños logros,
sin obsesionarse por un final ideal, condenado al fracaso; o peor, a la
prolongación de la guerra, debido a lo que él denominó como la “paradoja de la
paz”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En la situación actual de
Palestina, tal solución ideal podría asimilarse, para algunos, a la fórmula de “los
dos Estados” (uno israelí y otro palestino) que en alguna ocasión reciente, el germano-americano
apoyó, a su manera. En su interpretación del supuesto libreto <i>kissingeriano</i>,
Indyk sostiene que, en lugar de fijar primero el objetivo final, se trataría de
adoptar medidas modestas, parciales. La propuesta de Indyk-Kissinger se asemeja
a la imposible construcción de un complejo mecano. Pero lo que para unos se
trataría de “paciencia estratégica”, para otros no sería más que la manifestación
palmaria del cinismo. A veces, la imposibilidad de un acuerdo ideal o del mejor
acuerdo en un conflicto no se debe a una dificultad intrínseca sino al
sistemático, persistente y muchas veces insidioso boicoteo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En una línea de visión muy
diferente a la de Indyk, Ben Rhodes, el que fuera Consejero de Seguridad de
Obama, califica a Kissinger, de “hipócrita” (5). En realidad, hace extensivo
ese epíteto a toda una trayectoria de la política exterior norteamericana,
consistente en negar a otros países, si es posible con el uso de la fuerza, lo
que Estados Unidos se reserva para sí. O en predicar una cosa y actuar para
que, en la práctica, ocurra lo contrario. Kissinger interpretó esa farsa de
forma implacable. Sin complejos de culpa ni remordimientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Stephen Walt, uno de los
exponentes más brillantes del <i>realismo</i> en política internacional, a la sazón
profesor de Harvard (como Kissinger, en su día) intentó desentrañar el “misterio”
del personaje con motivo de su centenario vital (6) y lo ha completado ahora
con un comentario final sobre la impostura <i>realista </i>del fallecido. Poco
en el ejercicio de Kissinger o en sus libros y escritos, asegura Walt, merece
ser encajado en tal doctrina, aunque, concluye con ironía, tal vez si pueda
considerarse como tal su empeño impenitente en aferrarse al poder, o en
mantener su influencia en la esfera internacional a toda costa (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Lo que ha hecho que perviva esta
capacidad para prolongar su pretendida vigencia es quizás su vivacidad hasta
los últimos meses de su vida (8). La locuacidad, la ironía, la aparente brillantez
de sus juicios o comentarios tenían la habilidad de oscurecer sus gazapos, sus
errores, sus contradicciones (9). Al cabo, la diplomacia también es eso: hacer
que las cosas parezcan distintas a lo que son. Diplomacia y propaganda son dos
caras de la misma moneda con la que se pagan las fechorías en el mundo. La
primera tiene o suele tener buena prensa; la segunda, se denigra, aunque, por
cierto, se practique cada vez con más sutileza, como señalan en un interesante
trabajo dos especialistas en la materia, a cuenta de la guerra de Gaza (10).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">En Ucrania y en Palestina el <i>incrementalismo</i>
de Kissinger conduciría a un estancamiento muy de su gusto. Las medidas
parciales y modestas para afrontar la violencia implícita (y explícita, como
ahora mismo) de la ocupación de los territorios palestinos y superar la actual
fase de desgaste sin desenlace claro en la guerra ucranio-rusa se antojarían
inútiles, si de verdad se quisiera conseguir la justicia o la paz. Tal vez Kissinger
se sentiría a gusto con el <i>status quo</i> actual.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Henry Kissinger, who shaped world affairs
under two presidents, dies at 100”. WALTER LIPPMAN. <i>THE WASHINGTON POST, 29
de noviembre;</i>“Henry Kissinger is dead at 100; shaped nation’s Cold War
History: DAVID SANGER. <i>THE NEW YORK TIMES, 29 de noviembre; </i>“Henry
Kissinger, colossus on the World stage”. MICHAEL HIRSH. <i>FOREIGN POLICY, 29 de
noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Judging Henry Kissinger”, JOSEPH S. NYE Jr.
<i>FOREIGN AFFAIRS, 30 de noviembre; </i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Did Henry Kissinger further U.S.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>National Interests or harm them”. EMMA
ASHFORD y MATTHEW KROENIG. <i>FOREIGN POLICY, 1 de diciembre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “How would Kissinger solve the Israel-Hamas
war today? Incrementally. MARTIN INDYK. <i>THE WASHINGTON POST, 30 de
noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Henry Kissinger, the Hipocryte”. BEN
RHODES. <i>THE NEW YORK TIMES, 30 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) ”Solving the mistery of Henry Kissinger”.
STEPHEN WALT. <i>FOREIGN POLICY, 9 de junio.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “Was Henry Kissinger really a realist”.
STEPHEN WALT.<i> FOREIGN POLICY, 5 de diciembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(8) “What Henry Kissinger’s diplomacy have to
teach the world. <i>THE ECONOMIST, 30 de diciembre</i>; “Half a century later,
Kissinger’s legacy is still up for debate”. EDITORIAL.<i> THE WASHINGTON POST,
29 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “Kissinger`s contradictions”. TIMOTHY NAFTALI.
<i>FOREIGN AFFAIRS, 1 de diciembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(10) “Gaza and the future of the Information
Warfare”. P.W. SINGER y EMERSON T. BROOKING: <i>FOREIGN AFFAIRS, 5 de
diciembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-spacerun: yes;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> </span></span><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-19614537758190982952023-11-29T11:28:00.004+01:002023-11-29T11:34:49.197+01:00HOLANDA COMO SÍNTOMA<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> 29 de noviembre de 2023</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El resultado de las elecciones
legislativas en Holanda ha reavivado la preocupación de políticos y medios
liberales y socialdemócratas europeos. El triunfo, por vez primera, del
ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) no ha sido estrictamente una
sorpresa, pero no se esperaba una victoria tan amplia. Con 37 escaños, duplica
con creces su representación parlamentaria (tenía hasta ahora 17) y se gana la
opción de formar gobierno (1). El Parlamento estatal tiene 150 diputados, de
los cuales casi una cuarta parte serán del PVV. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En teoría, los socios de los
ultras deberían ser otros grupúsculos nacionalistas conservadores: euroescépticos,
calvinistas y populistas agrarios. En todo caso, el PVV
necesitaría el apoyo de los democristianos, tantos los más tradicionales o conservadores
como los centristas, y desde luego el de los recién llegados del Nuevo Contrato
social, una suerte de democristianos populistas. Esta amalgama de fuerzas difícilmente
compondrá una mayoría (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los socialdemócratas comparecieron
en candidaturas conjuntas con los ecologistas de izquierda y han conseguido ser
la segunda fuerza política (25 diputados), después de muchos años de
ostracismo. Pero no les ha alcanzado para hacerse con el gobierno, como
esperaba su líder, el exvicepresidente de la Comisión Europea, Frans Tindemanns,
salvo que consiguiera forjar una especie de gran pacto centrista. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La clave está en la decisión del hasta
ahora gobernante Partido Popular Liberal Democrático (VVD), que ha obtenido 24
diputados, uno menos que los socialistas y ecologistas. Durante la campaña se
ha conducido con ambigüedad sobre un posible pacto con la extrema derecha,
aunque ahora parece cerrado a esa eventualidad. Su líder, Mark Rütte, dimitió
en verano después de más de una década al frente de unos gobiernos de coalición
muy trabajosamente cosidos con liberales avanzados y democristianos.
Discrepancias sobre el asunto de la inmigración (de su limitación, del recorte
de derechos de los inmigrantes) dieron la puntilla a un gobierno que ya se
había tensionado por otros problemas domésticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La sustituta de Rütte en el VVD
es Dilan Yesilgoz-Zegerius, hija de refugiados kurdos. Sin embargo, su posición
en materia de inmigración es notoriamente más dura que la sostenida por su
antecesor (3). Este desclasamiento también lo vemos en Gran Bretaña, donde la
Secretaria del Interior, Suella Braverman, recientemente cesada, es de origen
indostánico y mantenía posiciones ultras en materia migratoria. No muy
distintas, por cierto, que las del propio Primer Ministro, Rishi Sunar, de la
misma procedencia étnica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA INMIGRACIÓN ROMPE EL ‘CORDÓN
SANITARIO’<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El centro-derecha se ha apuntado
al discurso restrictivo de la ultraderecha sobre la inmigración, sabedor de que
es una apuesta segura para atraer votantes. Socialdemócratas y ecologistas
tampoco están exentos del contagio, véase el giro en Alemania (4). Los extranjeros
que llegan a Europa han sido convertidos en chivos expiatorios de los problemas
sociales crecientes: carestía y escasez de vivienda, agotamiento de los
servicios sociales, aumento real o percibido de la criminalidad, tensiones
convivenciales por diferencias culturales y religiosas, etc (5).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Holanda ya fue un termómetro
temprano de esta respuesta reaccionaria a comienzos de siglo, con la aparición
de las primeras formaciones islamófobas en el centro y norte de Europa, en
países que hasta entonces habían mantenido unos servicios sociales amplios y
robustos. Una tendencia similar a la experimentada en los países nórdicos, con
quien Holanda ha compartido un modelo social más avanzado que el predominante
en el resto de la Europa continental.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Geert Wilders, el líder
ultraderechista holandés, ha visto finalmente premiada su constancia, tras
varias décadas de activismo radical. Recogió el testigo de Pym Fortuny, un
político gay procedente del mundo del cine, que combatió lo que él consideraba
como el peligro del islamismo retrógrado para la tolerante sociedad
neerlandesa. A la postre, opuso a una intolerancia presentida otra forma de
intolerancia más agresiva y real. Fue asesinado por un activista animalista durante
una campaña electoral y su sangre sirvió de semilla a Wilders para afianzar una
opción ultra con posibilidades de gobierno a largo plazo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La cantera de votos de Wilders se
encuentras en las áreas rurales (compartidas con el BBB), pero también en los
núcleos urbanos con gran densidad inmigrantes como Rotterdam (38% de la población
tiene origen foráneo). En cambio, los socialdemócratas y ecologistas han conseguido
mejores resultado en otras ciudades con menos extranjeros, como Ámsterdam y
Utrecht.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El PVV ha merodeado los contornos
del poder, pero sin amenazarlo frontalmente. Wilders no ha dudado en denigrar
el Islam, o a sus practicantes, los inmigrantes procedentes de países
empobrecidos, muchos de ellos perseguidos por gobiernos dictatoriales o destrozados
por las guerras. Los ha denominado “chusma” y los ha vinculado continuamente
con la delincuencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nada diferente a lo que, en la
primera década del siglo, hizo el entonces Presidente francés, Nicholas
Sarkozy, cuando dedicó idéntico epíteto a los jóvenes magrebíes que
protagonizaron protestas violentas en los suburbios de París y otras ciudades.
Para contener a la ultraderecha de Marine Le Pen, Sarkozy decidió asumir su
lenguaje y gran parte de sus propuestas políticas, con una apariencia de
“respetabilidad republicana”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta ósmosis entre las derechas
europeas (conservadores y ultranacionalistas) se ha extendido como una mancha
de aceite y alcanza hoy a otras familias centristas. Los democristianos, que
durante algún tiempo y bajo el impulso de la entonces canciller alemana Merkel,
mantuvieron un “cordón sanitario” frente a los grupos radicales, se han
convencido de que ya no pueden contenerlos externamente y muchos creen que no
hay más remedio que coaligarse para intentar neutralizar la influencia que
ejercen sobre una ciudadanía insatisfecha y confusa (6).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta colaboración es ya una
realidad en los países nórdicos. La ultraderecha está ya en el gobierno o en
pactos legislativos con la derecha conservadora en Suecia y Finlandia, o ha
obligado a políticas restrictivas, en Dinamarca, ahora con gobierno
socialdemócrata. Los ultras no se conforman con esto. Este fin de semana, los
‘Demócratas de Suecia’ (equívoco nombre) han celebrado su congreso con un
mensaje claro: lo conseguido es sólo el comienzo. Y es que las encuestas
otorgan a los DS más apoyo que los partidos del centro y la derecha juntos (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Italia también ha sido un motor
de este cambio de paradigma político. De ser fuerza menor en la habitual
coalición de las derechas, los ultraconservadores nacionalistas alcanzaron la
posición hegemónica, y ello a pesar de su división entre los neofascistas
centralistas romanos y los antiguos separatistas nordistas de la Liga. El
centro-derecha italiano es ya testimonial. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El virus alcanza también a las
formaciones liberales. Macron a duras penas pudo contener esa tendencia, con su
afamado triunfo en 2017, que se quiso ver como un frenazo al Frente Nacional.
Con el tiempo y las sucesivas crisis, el partido de Marine Le Pen mantiene sus
opciones de abiertas, aunque el sistema electoral limita sus recursos, lo que
obliga a la actual mayoría a limitar los derechos de los inmigrantes y
establecer severos controles de entrada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El debate actual sobre la
reorientación de la política migratoria, plasmado en una nueva Ley, está
poniendo de manifiesto esta derechización de Macron y los liberales. El texto
ya restrictivo que salió de la Asamblea Nacional ha sufrido un endurecimiento
aún mayor en el Senado, donde el partido del gobierno tiene una presencia menor
que Los Republicanos (derecha conservadora). En los debates parlamentarios, el
ministro del Interior y sus diputados afines se han mostrado muy tibios o
incluso complacientes con las restricciones en materia de asilo, servicios
sociales a los inmigrantes, condiciones de expulsión, etc.. Los<i> macronistas</i>
más a la izquierda confían en que la Asamblea Nacional purgue estas
aportaciones extremistas. En todo caso, el gobierno ya ha descartado acudir al
mecanismo del <i>decretazo</i>, el famoso artículo 49.3 (8).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La operación es arriesgada, se
mire como se mire. Los movimientos políticos han sido muy intensos los últimos
días. Un grupo de 17 diputados Republicanos se ha expresado a favor del
consenso, pero el liderazgo del partido y la dirección del grupo parlamentario
están ancladas en la línea dura e insiste en un referéndum, que Macron ya ha
descartado. El ministro del Interior, Gérald Darmanin (presumible candidato
presidencial en 2027), hurga en las contradicciones de la derecha y advierte
que si Los Republicanos quieren seguir siendo un “partido de gobierno” deben
apoyar el proyecto, aunque se suavice (9).<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este dilema sobre el alineamiento
con la ultraderecha corroe ahora a los liberales holandeses del VVD, aliados de
Macron en Europa. La opciones están sobre la mesa: o se avienen a una coalición
amplia según el nuevo modelo nórdico, con presencia dominante de los ultras del
PVV, o se deja el gobierno a una frágil combinación de las derechas conservadoras,
que profundizarán en los retrocesos sociales y reforzarán las políticas
identitarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1)“Long a bastion of Liberalism, the
Netherland takes a sharp right turn”.<i> THE ECONOMIST, 23 de noviembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Législatives aux Pays-Bas: pour l’extrême
droite victorieuse, former une coalition est loin d’être gagné”.<i> LE MONDE,
23 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3)<i>; </i>“Dilan Yelsigöz, la
fille des refugiés qui veut durcir la politique migratoire”. <i>COURRIER
INTERNATIONAL, 22 de noviembre.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “Scharfer schwenck. In der
migrationspolitik sind jetzt aus SPD und Grüne für mehr härte”. <i>DIE ZEIT, 8
de noviembre (reproducido en COURRIER INTERNACIONAL, 28 de noviembre).</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Partout en Europe, le portes
se referment”.<i> </i><i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">COURRIER
INTERNATIONAL, 25 de noviembre.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) “Geert Wilders’s election win leaves the Dutch
in a awful quandary. Will the <i>cordon sanitaire</i> against the far-right
hold?”.<i> THE ECONOMIST, 23 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) "En Suéde, l’extrême
droite a le vent en poupe, un an après l’arrivée de la droite au pouvoir”. <i>LE
MONDE, 26 de noviembre.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(8) “Du droit du sol à l’aide
médical de’Etat, comment le Senat a durcit le projet de loi ‘immigration’. <i>LE
MONDE, 14 de noviembre;</i> “Projet de loi ‘immigration’: le gouvernement veut
éviter le 49.3”. LE MONDE, 22 noviembre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “Projet de loi ‘immigration’:
Gérald Darmanin accroît la pression sur Les Républicains”. <i>LE MONDE, 28 de
noviembre.</i></span><o:p></o:p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-18951259499730513992023-11-22T11:01:00.007+01:002023-11-22T11:03:34.922+01:00ARGENTINA: MÍSTER HYDE Y DOCTOR JEKILL<p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;">22 de noviembre de 2023</span><span style="font-size: large;"> <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La elección de Javier como
Presidente de Argentina ha sido contundente (más de once puntos de ventaja
sobre su rival), pero deja más incógnitas sobre el futuro inmediato que
certezas de un cambio tan radical como se teme. El <i>shock</i> de la victoria
de Milei no es un espejismo. Hará daño, y mucho, como lo hizo Macri (que jugará
un papel importante en esta nueva singladura) o el propio peronista renegado
Menem, e incluso el radical De la Rúa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Al elegir a Milei para que
dinamite la ruina de un edificio institucional carcomido por la clase política (1),
Argentina coquetea con el abismo. Se trata sin duda del “voto de la rabia”
expresión del hartazgo y la desesperación social por una inflación superior al
140% y el avance imparable de la pobreza (40%). Es una reedición del “que se
vayan todos” de principios de este siglo. Una apuesta peligrosa la del confiar
al lobo el cuidado de los corderos. Estas pueden ser las claves del nuevo
tiempo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">1.- DIVISIÓN DEL PAÍS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El triunfo electoral de Milei
confirma un mapa de país dividido, con las zonas más favorecidas como soporte
casi exclusivo de su candidatura y el rechazo, aunque haya sido insuficiente,
de aquellas que están por debajo de la media de la renta nacional. En la
provincia de Buenos Aires (sur y oeste de la capital), bastión tradicional del
peronismo más militante, Milei ha tenido poco predicamento. En cambio ha ganado
en provincias que han sido casi siempre hostiles a las prácticas
nacional-sindicalistas del peronismo en sus distintas versiones y mutaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">2.- RADICALIDAD INICIAL,
MODERACIÓN POSTERIOR<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No está claro que Milei pueda, ni
incluso pretenda, aplicar algunas de las demagógicas y lunáticas propuestas que
ha venido defendiendo en su meteórico ascenso al poder. De hecho, se ha
retractado, ha corregido o matizado algunas de las más escandalosas, alegando
que hablaba en sentido figurado (como la venta de órganos y otras relacionadas
con derechos individuales). A pesar de su discurso en la noche de la victoria
confirmando que “no habrá gradualismo”, debe <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su “audacia” en política económica
(dolarización forzosa, supresión del Banco Central, privatización completa de
empresas estatales y medios públicos, eliminación de servicios sociales gratuitos,
etc) podría verse rebajada por la realidad socio-económica y política del país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La dolarización sin anestesia
como la que anuncia Milei es inviable, según los propios liberales, ya que
precisa de tiempo de preparación y de un acopio de dólares en el sistema
bancario, del que Argentina carece (2). El FMI exige medidas de austeridad para
aligerar y reestructurar una deuda de 43 mil millones de dólares, pero no
avalará disparates provocadores que puedan generar una insoportable
conflictividad laboral y social. Los sindicatos, por desprestigiados que estén,
conservan poder de movilización popular.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La debilidad política de Milei es
palmaria. Su partido (La Libertad avanza) tiene menos de 40 diputados (de 257)
y únicamente 8 senadores de un total de 72. Aunque lo apoye la derecha macrista,
no le alcanzará para una mayoría. Su poder provincial es nulo. Si comienza la
agitación en la calle, los radicales que le negaron su apoyo en la segunda
vuelta, redoblarán su rechazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">3.- OPORTUNIDAD DE RECONSTRUCCIÓN
DE UN PERONISMO DEGRADADO<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El desvaído peronismo tiene de
nuevo la oportunidad de rehacerse en la adversidad. Es una de sus constantes
históricas. El disfrute del gobierno siempre le ha brindado al peronismo la
capacidad de fortalecer su clientelismo esencial. Pero cuando ha forjado su
nervio reivindicativo y ampliado su base social ha sido en las etapas en que
las circunstancias le obligaron a configurarse como movimiento popular de
resistencia y combate. En las sucesivas dictaduras, el peronismo supo
monopolizar el discurso de la oposición, bien como alternativa institucional de
recambio (años 60 y 70, con el líder carismático moviendo los hilos desde su
exilio madrileño), bien en forma de lucha armada (Montoneros) con más peso que
organizaciones izquierdistas (el ERP troskista). El único momento en que el
peronismo salió mal parado de un periodo de proscripción fue en 1983. Entonces la
figura de Raúl Alfonsín, un radical con tintes socialdemócratas, se impuso al peronismo
blando post-Malvinas y post-dictadura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ahora, se dibuja un nuevo periodo
de combatividad, similar a lo que en su día fue el kirchnerismo, alineación del
peronismo izquierdista contra la penúltima oleada neoliberal. Las guerras
intestinas que han existido siempre se han replicado con más crudeza si cabe en
estos últimos años, debido a la crisis de identidad del Movimiento, a la
personalidad conflictiva de algunos de sus dirigentes y a la persistencia de
una nueva izquierda alejada de los moldes populistas. El peronismo tampoco ha
conseguido integrar a esa izquierda crítica ajena a su movimiento que ha
mantenido su autonomía política durante la agitada etapa kirchnerista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">4.- RIESGO DE AISLAMIENTO
REGIONAL<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La actual configuración política
aboca a Milei a un aislamiento regional, con gobiernos de centro-izquierda en
Brasil, Chile, Bolivia, Colombia (y en cierto modo, México) y una derecha
moderada en Uruguay. Las bravuconadas de Milei contra los presidentes de los
países más cercanos se disolverán seguramente por propia conveniencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Aunque no habrá complicidad, es
probable que dirigentes como Lula, Boric o Petro facilitarán una convivencia
razonable, si los esperpentos se disuelven, como es previsible. El encaje de un
modelo liberal más o menos radical podría no ser un problema en la región, que
ya ha vivido varios, aunque evidentemente se malogrará un enésimo intento de
coordinación regional que, por otro lado, siempre ha sido limitado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">5.- DEPENDENCIA DE UN TRIUNFO DE
TRUMP<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Para su anclaje internacional,
Milei confía en una victoria de Trump en las elecciones del año próximo. Convertirse
en sucursal de una América <i>trumpista</i> es una inversión de alto riesgo.
Ofrecer explotación de materias primas (privatización total de la compañía
estatal de petróleo, apertura del mercado del gas y el litio, etc.) a cambio de
una ilusión de “plata dulce” es una de las quimeras fracasadas del
ultraliberalismo que Milei pretende resucitar de entre los muertos. Y si Trump
no ganase en 2024, Milei corre el riesgo de “bolsonorizarse”; es decir, de
quedar reducido a una especie de bufón internacional sin capacidad de
influencia (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">6.- ¿USAR Y TIRAR?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los grandes poderes económicos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>confían en que un lunático sin complejos
aparentes haga el trabajo sucio que Macri no fue capaz de culminar por un
contexto desfavorable y falta de reaños políticos. Pero, a la postre, da la
impresión de que el empresario bonaerense opera como Doctor Jekyll (promoviendo
nombres para su equipo de gobierno) y deja que Milei interprete el papel de Mr.
Hyde: respetabilidad burguesa frente a oscurantismo marginal. Más que demoler a
martillazos y motosierra un Estado esculpido por ocho décadas intermitentes de
peronismo e intervalos de ultraliberalismo feroz, la derecha tratará acabar de
una vez por todas con eso que denomina despectivamente “populismo argentino”.
Para ello nada mejor que un pirómano, al que obligarán a convertirse en bombero
o a perderse en una curva del camino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;">NOTAS</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “La derrota de una cultura
política y la irrupción de lo desconocido”. LUCIANO ROMÁN. <i>LA NACIÓN, 19 de
noviembre.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) ”In Argentina, Javier Milei
faces a massive economic crisis”. <i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">THE ECONOMIST, 20 noviembre.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">(3) “Javier Milei’s next challenge: governing
Argentina”. </span>OLIVER STUENKEL (Fundación Getulio Vargas, Brasil). <i>FOREIGN
POLICY, 21 de noviembre.</i></span><o:p></o:p></span></p><br /><p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-89917277962765112932023-11-15T11:32:00.006+01:002023-11-15T11:32:40.225+01:00 LA GUERRA DE GAZA TAMBIÉN SE LIBRA EN OCCIDENTE<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">15 DE NOVIEMBRE DE 2023</span></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Seis semanas de guerra en Gaza.
Seis semanas de muerte, horror y odio. Para la gente que aún sobrevive entre
los escombros, nada volverá a ser como antes. Contrariamente a otras
operaciones de castigo israelíes, esta vez la vida seguramente no dará otra oportunidad.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los dirigentes occidentales, que
desean liberarse cuanto antes y con el menor daño posible de este apoteosis de
destrucción y dilemas morales y políticos, permanecerán atados a sus efectos
por mucho tiempo. Los analistas y estrategas tratan de anticipar cómo quedará
la región al terminar el conflicto. No hay una respuesta clara. El optimismo de
la manida máxima “en cada crisis hay siempre una oportunidad” no es compatible
con Oriente Medio, donde domina otra de significado contrario: “todo lo que
puede salir mal, sale mal”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden y su administración son los
principales paganos políticos, hasta la fecha. La guerra les consume en una
crisis que no esperaban. Es el segundo revés decisivo en su diseño de política
exterior. Ya tuvieron que abandonar la centralidad del pulso con China, para
atender la urgencia de Ucrania. La guerra en el Este de Europa no ha salido
bien, en la medida en que se prolonga y no se avista un final claro y mucho
menos pronto. Los arsenales americanos -igual que los europeos- están
exhaustos. No se produce al ritmo e intensidad que la guerra demanda. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Lo que menos necesitaba Biden y
su administración plagada de liberales intervencionistas era una guerra en la
región más enrevesada y complicada como es Oriente Medio. El apoyo de primera
hora a Israel está resultando caro, en términos estratégicos y políticos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Estratégicos, porque debilita el
compromiso de Estados Unidos en otros frentes de conflicto, se quiera o no
reconocer públicamente. Biden cometió un error al unir estos dos conflictos en
su patriótico mensaje a la nación. Se trató en realidad de una treta: sabedor
de que el apoyo republicano a Ucrania se resquebraja y se escamotea la
provisión de fondos, vinculó este esfuerzo al salvamento de Israel frente a lo
que se presentó exageradamente como nueva amenaza a su existencia. El intento
fue fallido. Los republicanos le devolvieron el truco, pero con otro sentido:
para ayudar más y mejor a Israel, quizás habrá que rebajar el apoyo a Ucrania. En
un pacto “in extremis” en el último voto presupuestario en el Congreso, se
excluyen las dos. En los últimos días álgidos de la guerra fría, Washington se
había asegurado poder afrontar “dos guerras y media”. Pero esos tiempos hace
tiempo que pasaron. Hoy la superpotencia no puede asimilar ese dobles desafío a
“comer chicle y caminar”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El desgaste político es más
doloroso, por dos razones: el plazo de pago es casi inmediato (apenas un año,
con las elecciones) y la cuantía, inesperada e inoportuna. Para un presidente
en ejercicio como Biden, octogenario y visiblemente fatigado, ganar unas
elecciones supone un esfuerzo mayúsculo. No le basta con fidelizar a los
afines: le es imprescindible atraerse a los indecisos, a los volubles, a los
escépticos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las encuestas predicen una tarea
más difícil aún que en 2020, y ello a pesar de que el rival más probable es el
mismo que el que fuera derrotado entonces. Trump, de confirmarse su triunfo en
las primarias que empiezan dentro de apenas dos meses, vendría con una mochila
mucho pesada, cargada de procesamientos judiciales, problemas financieros y rechazo
reforzado de adversarios y neutrales. En una país “normal”, sería inverosímil
un Trump 2.0. Pero Estados Unidos hace tiempo que dejó de ser un país “normal”.
A pesar de las lecciones de democracia que sus dirigentes liberales se empeñan
en impartir por el mundo, ese nacionalismo populista, ese supremacismo del
movimiento MAGA (Make America Great Again) afecto a Trump domina hoy el
discurso político. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden fue elegido hace cuatro
años, en gran parte porque muchos ciudadanos identificados con un Partido
Republicano “moderado” (más bien no extremista) vieron en el candidato
demócrata una opción de urgencia. Pero desde entonces, el <i>Great Old Party </i>ha
despreciado, marginado y finalmente laminado esa moderación. Sólo ciertos
cargos ya envejecidos y en la rampa del retiro subsisten. La mayoría parece
dispuesta a lo que sea para imponer sus agendas, como se vio en la batalla
interna por el control de la Cámara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En estas condiciones, Biden no se
puede permitir perder un voto, ni propio ni prestado. Y las dos guerras le
están haciendo perder los dos. Ucrania ya es una sangría electoral desde hace
meses. Gaza empieza a serlo (1). Entre las bases demócratas hay una división
creciente ante la guerra. Los progresistas, los jóvenes no aceptan la
parcialidad del Presidente a favor de Israel. Biden ha “corregido el tiro”, con
una actitud retóricamente compasiva hacia la población palestina, exigido por
sus bases demócratas. Ya antes de la guerra, el sector más dinámico, más joven
e interracial del partido reclamaba una política más ecuánime en Oriente Medio.
La brutalidad de la actuación israelí tras el ataque de Hamas ha reforzado su
posición (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si esto no fuera poco, los árabes
norteamericanos, pocos pero concentrados en estados clave en noviembre del
próximo año, se han movilizado como nunca. Michigan es el más importante. Biden
gano allí, después de que Trump arrebatara este otrora feudo demócrata a
Hillary Clinton en 2016. Allí se concentra buena parte del poder de los
sindicatos del automóvil que acaban de ganar una huelga de varios meses, con el
apoyo más bien simbólico de Biden. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De uno de los distritos de
Michigan con mayor peso de la población árabe es representante en la Cámara
Baja Rashida Tlaib, palestina de origen, que tiene a gran parte de su familia
viviendo en Cisjordania. Esta <i>diputada </i>no suscribió una declaración de
sus colegas parlamentarios en defensa de Israel y condena de Hamas,
contrariamente a otros progresistas y compañeros de fatiga en el caucus
progresista de la Cámara, que adoptaron una posición de equilibrio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se da la circunstancia de que en el distrito
de Rashida Tlaib hay también bastantes electores judíos, que se sienten
indignados por sus posiciones políticas. En contraste, los árabes le han apoyado
calurosamente. La guerra de Gaza ha encontrado en Michigan una potente caja de
resonancia. Los encuestadores creen que si los árabes de Michigan no votan a
Biden, éste puede perder el Estado y quizás las elecciones (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden intenta flexibilizar a
Israel, convencerlo de que evite ataques contra hospitales como el de Al-Shifa,
en el norte de Gaza, epicentro actual de las operaciones terrestres. Pero es
muy difícil que lo consiga. Israel emite videos e información que presentan el
hospital como uno de los centros operacionales de Hamas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los aliados europeos se
encuentran en situación de parecidas urgencias. Macron, como suele hacer, ya ha
cambiado el tono y temperatura de su discurso. La movilización ciudadana, a
cuenta del antisemitismo, ha mantenido vivo el apoyo al “derecho de Israel a
defenderse”. Pero la manifestación del domingo a favor de la comunidad judía no
ha hecho disminuir el peso de la indignación por el martirio palestino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Alemania, se mantiene el consenso
proisraelí. La memoria del Holocausto tiene la sombra muy alargada en el país.
Pero la incomodidad por la masacre empieza a manifestarse en la izquierda, sin
temor a que la ínfima minoría nazi o filonazi pueda aprovecharse de ello.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Gran Bretaña, el regreso de
David Cameron a la primera línea de la política, al frente del <i>Foreign
Office, </i>viene acompañado de la <i>patata caliente</i> de las dos guerras.
Su experiencia se valora, pero también se recuerda estos días sus errores de
juicio como primer ministro, tanto en Oriente Medio como en las relaciones con
Putin, aunque en este caso podría decirse lo mismo de sus coetáneos Obama y Merkel
(4). Si Cameron es el <i>caballo blanco </i>de ese giro centrista que ha intentado
el Premier Shunak para recuperar al electorado moderado, la apuesta es
arriesgada. No parece que la política exterior sea hoy una ruleta favorable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Seguramente, la guerra no
cambiará nada en el escenario regional, como argumenta muy bien argumenta Steven
Cook, experto en Oriente Medio del Consejo de Relaciones Exteriores, ya que los
bandos se aferrarán a sus posiciones y sus aliados y/o protectores pondrán por
delante sus intereses políticos, económicos o estratégicos (5). Pero el
conflicto está generando facturas que se harán difíciles de pagar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;">NOTAS</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Biden is getting squeezed over Isralo-Hamas
war. Will it cost the White House. MICHAEL COLLINS. <i>USA TODAY, 14 de
noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “The longer and bloodier the war, the
harder it will be for the Democrat coalition”. THOMAS EDSALL. <i>THE NEW YORK
TIMES, 8 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Rashida Tlaib, censured by the House, is
praised and condemned at home”. CHARLES HOMANS. <i>THE NEW YORK TIMES, 13 de
noviembre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “David Cameron is a big international
figure, but what will he do as UK foreign secretary? PATRICK WINTOUR.<i> THE
GUARDIAN, 14 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “This war won’t solvethe Israel-Palestine
conflict”. STEVEN A. COOK. <i>FOREIGN POLICY, 11 de noviembre.</i></span><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-12622030449549030682023-11-08T10:49:00.002+01:002023-11-08T10:49:25.687+01:00 LAS IMPOSTURAS EN LA GUERRA DE GAZA<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">8 de noviembre de 2023</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Cumplido un mes desde el inicio
del asalto del ejército israelí sobre Gaza, el número de muertos supera ya los
diez mil (más de cuatro mil, niños) los heridos y enfermos sin atender se
cuentan por millares y la amenaza de desnutrición, deshidratación y agotamiento
alcanza a la práctica totalidad de los dos millones de habitantes. Una
calamidad sin paliativos, que nadie puede o quiere parar. La actividad
diplomática y política se ha mostrado, en el mejor de los casos, impotente; no
sería exagerado calificarla de hipócrita, cínica o incluso cómplice.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La aniquilación de Gaza es, en
realidad, una suma de imposturas, en el sentido literal del término; es decir,
un fingimiento o argucia engañosa bajo una apariencia de verdad. Las más
notables son las que siguen:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">1.- Israel está ejerciendo un
legítimo derecho a la defensa.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Después de los ataques de Hamas
contra núcleos de población civil, la muerte de casi millar y medio de
israelíes y la captura de 240 más como rehenes, parecía evidente que el Tsahal
iba a responder más allá de su contundencia habitual. Las autoridades afirmaron
que no se trataría de una operación de venganza, sino de “justicia” y, sobre
todo, de prevención de futuras “acciones terroristas”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El recurso de la defensa está
regulado en el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Derecho Internacional y,
por tanto, sometido a procedimientos y normas, cuyo cumplimiento ciertamente
suele ser esquivo y dudoso, pero permite establecer criterios de comportamiento
de los Estados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Israel no se caracteriza por
someterse a la legalidad internacional, salvo cuando le beneficia. Pero como
generalmente actúa en sus márgenes o directamente fuera de ellos, practica un
discurso de victimismo y resistencia ante lo que tacha de “antisemitismo”
latente o descarado, según cada momento o perfil político o ideológico del destinatario
del reproche. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde el comienzo de la operación
“Espadas de acero”, Israel ha asegurado que sus fuerzas armadas se atienen a
los estándares éticos más rigurosos del mundo, en cuanto al respeto de las
poblaciones, la minimización de víctimas y la estricta distinción entre las
población civil inocente y los enemigos combatientes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Asa Kasher, profesor de Filosofía
en la Universidad de Tel Aviv, es coautor del Código ético de la Fuerzas de
Defensa de Israel. En un reciente artículo intentó argumentar la trayectoria de
buena conducta de los militares de su país. Tarea harto difícil y desde luego
poco compartida por numerosos testigos y observadores independientes. Pero el
propio Kasher admitía, cuando la aviación y la artillería ya habían devastado
gran parte de la franja y la población se encontraba en estado calamitoso, que
ciertas conductas, como el bloqueo de elementos vitales de supervivencia, el
corte de suministros básicos y el ataque a instalaciones de socorro y
protección, entre otras, eran “equivocadas” (1).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Otros expertos en la materia de
crímenes de guerra o genocidio han sido más rotundos. Ninguno de ellos puede
ser considerado, salvo deshonestas proclamas propagandísticas, como hostiles a
Israel por principio o “antisemitas” (en el sentido estrecho del término: es
decir, antijudíos). El debate es complejo, porque resulta difícil distinguir
entre conceptos jurídicos estrictos y motivaciones o impulsos políticos. Pero
existe un consenso mínimo en que Israel ha franqueado los límites de la “legítima
defensa”, ha incurrido, deliberadamente o por desinterés, en el obligado
autocontrol sin el cual es inevitable el “castigo colectivo” de la población. Consecuencia
de ello, habría cometido directa o indirectamente “crímenes de guerra” (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Sin embargo, estas
consideraciones independientes o ajenas a banderías políticas específicas o
identificadas, han hecho poca o ninguna mella en los responsables
occidentales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(y algunos del Sur Global,
como la India) que podrían frenar la masacre o condicionar la actuación
israelí. El relato de la “legítima defensa” no ha sido cuestionado ni siquiera
parcialmente. En la operación de Gaza no se trata tan sólo de “aniquilar a los
líderes e infraestructuras de los terroristas de Hamas”, como sostienen los
dirigentes de Israel. El mayor número de víctimas son personas inocentes,
aceptadas como tal por el propio Israel y sus defensores, sin que las supuestas
normas de guerra, en el supuesto caso de que haya intención de cumplirlas,
estén sirviendo de algo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">2.- Hamas es la principal
responsable de la catástrofe al haber tomado rehenes, esconder sus armas y
centros de mando en los edificios civiles y utilizar a la población como escudo.
<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hamas es una organización
islamista que no acepta la existencia de Israel y ejerce, en la medida de sus
limitadas posibilidades, una lucha armada, militar contra el “enemigo
sionista”. Occidente la considera una “entidad terrorista”, porque en su
actuación ataca objetivos civiles, mediante atentados personales directos o por
disparos de cohetes lanzados al azar sobre núcleos de población civil israelí.
Se escamotea que Israel responde -y a veces actúa preventivamente- de manera
que los ciudadanos palestinos no combatientes resultan ser víctimas
propiciatorias e inevitables. Pero, además, como algunos analistas señalan, el
daño en una y otra parte es incomparable y la dinámica acción-reacción elude
cualquier consideración de proporcionalidad exigida por las leyes
internacionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Puede decirse, con bastante razón,
que un bando debe procurar defender a su gente tanto o más que de causar daño
al adversario. Hamas incurre en temeridad irresponsable al no medir las
consecuencias letales de desafiar a un enemigo muy superior. Sin embargo, la
alternativa a esa realidad incontestable sería una resistencia pacífica o una
respuesta sólo política, que tampoco es que haya servido para acabar con la
ocupación y recuperar los derechos conculcados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero hay otra aspecto de esta impostura
mucho menos visible. Apenas se ha recordado en esta crisis que Israel fomentó
la instauración de Hamas en 1987, porque resultaba útil para debilitar a la
OLP, cuando estaba en pleno apogeo la primera Intifada. Tampoco vio del todo
negativo su atrincheramiento en Gaza en 2007. Cuando el movimiento islamista
acudió a Irán en procura de apoyo político, militar y material, cambió la
actitud de Israel. Pero aún y así, desde 2021, cuando Hamas parecía tener pocos
incentivos para reanudar la lucha armada, Israel entabló una relación más
administrativa, más práctica con ella. Algo que no se haría con una
organización terrorista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El profesor palestino-americano
Yousef Munayyer, residente en EE.UU ofrece una lúcida explicación de esta “trampa
del terrorismo”, que tiene su raíz en el secuestro de los atletas israelíes
durante la Olimpiada de Múnich. Una explicación mucho más detallada excedería
el espacio de este ya extenso comentario, pero su lectura es altamente
recomendable (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">3.- Occidente trata de mitigar
los efectos de la devastación de Gaza en la población palestina.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La narrativa de la tarea diplomática
exige esfuerzos teatrales y prolongados, algunos más visibles que otros. Las
visitas de los líderes norteamericano, francés y alemán privilegiaron la
solidaridad con Israel después del “shock” del 7 de octubre. Luego, se
diversificaron un tanto los discursos. Estados Unidos se ha negado a moverse ni
un ápice de su defensa de la conducta israelí, apenas matizada por la necesidad
de las “pausas humanitarias”. Se dice que la administración Biden está
“aconsejando” en privado al gobierno israelí que se muestre más flexible y
atento a las necesidades de la población de Gaza. Sin mucho resultado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Estados Unidos, la enormidad
del sufrimiento ha generado críticas entre la izquierda demócrata a ese apoyo
incondicional de la clase política y de gran parte de la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ciudadanía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Israel (4). Ya antes de esta guerra se
habían producido grietas incluso en la comunidad judía, debido a la
intransigencia y brutalidad de policías, militares y colonos en los territorios
ocupados (5). Sin embargo, las organizaciones proisraelíes conservadoras no
sienten amenazada su posición de privilegio. Con motivo: de sus carteras sale
mucho dinero para las campañas de políticos y fondos universitarios, entre
otros beneficiarios, en una proporción de diez a uno en comparación con otro
gran lobby de dudosa ética como es la Asociación del Rifle (6).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Europa también ha quedado mal
retratada de nuevo en esta crisis. El centro-derecha ha seguido el guion
norteamericano. La izquierda se ha desgarrado. Alemania sigue presa del
Holocausto y no parece capaz de articular un discurso político crítico con los
comportamientos de Israel sin que por ello incurrir en el negacionismo
histórico. La clase política ha interiorizado la hipocresía de reciclar en su
día a dirigentes nazis de medio pelo, mientras defendía a machamartillo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la política militar israelí. La socialdemocracia
ha sido y es agente activa de esta negligencia que incurre en complicidad
intelectual con el castigo colectivo a los palestinos, aunque se proclame otra
cosa en Bruselas o en el G-7 (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Francia, el endurecimiento de
las políticas migratorias, destinadas a limitar el crecimiento de la población
de origen musulmán, se ve favorecido por varias décadas de atentados
perpetrados por organizaciones islamistas marginales o extremistas. La defensa
de los derechos palestinos tiene un precio muy alto, en particular en la
izquierda, que se ha mostrado dividida, impotente y atrapada en el relato falaz
de un antisemitismo autóctono que conecta con el régimen colaboracionista de
Vichy durante la segunda guerra mundial (8).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">4.- Las “pausas humanitarias”
pueden servir para aliviar el sufrimiento de la población civil.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta es la línea oficial de la
actuación diplomática de Estados Unidos, Gran Bretaña y la mayoría de los
países europeos (9). Bajo esta apariencia piadosa, en realidad se neutraliza la
propuesta de “alto el fuego” que preconiza la ONU y defienden otros estados
europeos (entre ellos España) y la mayoría de los países del Sur. La impostura de
las “pausas humanitarias” reside en su inanidad. Tal y como se ha explicado al
mundo, se trataría de que Israel permitiera la entrada de convoyes con
suministros básicos (alimentos, agua, medicinas, material sanitario, etc), en
todo caso sometidos a un escrutinio para que no caigan en manos de los
islamistas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como no se conoce con
exactitud la ubicación de todos estos militantes, tales operaciones están
condenadas a la inutilidad. Y, aún en el mejor de los casos, el alivio de las
poblaciones siempre será mínimo, en relación a sus necesidades vitales
presentes y futuras inmediatas. Las “pausas humanitarias”, sea cual sea su
intención, se convierten en estratagemas para hacer más tragable la destrucción
israelí de Gaza. De ahí que, finalmente, Netanyahu ha dicho que permitirá una
pausa <a href="https://abcnews.go.com/Politics/netanyahu-abcs-muir-cease-fire-release-hostages/story?id=104661239">“una
hora aquí, otra allá”</a>. Palabras que evidencian una insensibilidad
repugnante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">5.- Después de la destrucción
de Hamas, se ampliarán las oportunidades de una solución duradera al conflicto
israelo-palestino.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A medida que se eleva el grado de
abstracción en las consideraciones sobre el actual episodio bélico y sus
consecuencias, se hacen más evasivas las imposturas circulantes. Estados Unidos
sostiene que, después de liquidada Hamas, será posible recuperar la vía
diplomática y política, pese a que ésta se consideraba muerta y enterrada antes
del 7 de octubre. Algunos académicos, asesores y diplomáticos se han lanzado a
elaborar planes de actuación (10). Otros son más circunspectos o incrédulos (11).
Y hay quienes consideran congelado por mucho tiempo el proceso de alianza entre
Israel y los estados autoritarios árabes (12).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este gobierno israelí, como casi
todos los anteriores, no sólo ha hecho todo lo posible por obstaculizar una
solución diplomática, sino que, además, niega la propia naturaleza de un pacto
político. No sólo, como se ha dicho hasta la saciedad, impugna el principio de
los dos Estados (el existente israelí y el embrionario y sofocado palestino). La
derecha nacionalista más dura, hostil siempre al reconocimiento de los derechos
palestinos básicos, parece dispuesta a aceptar el ideario extremista de sus
coaligados supremacistas ortodoxos y sionistas religiosos (corrientes
diferentes y otrora opuestas en el judaísmo), que consiste en negar la
existencia misma del pueblo palestino, al que invitan literalmente a emigrar o
aceptar un estatus de súbditos (13).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta posición no es unánime en
Israel, pero goza de un respaldo cercano a la mayoría y no ha dejado de crecer
en las últimas décadas. Hace apenas diez años, estas fuerzas extremistas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(Poder Judío o Partido Sionista religioso)
eran marginales o no existían; hoy tienen la llave de la gobernabilidad,
condicionan a la derecha nacionalista y actúan con impunidad absoluta en los
territorios ocupados a través de su red de colonos radicales. El comportamiento
de éstos es cada vez más delincuencial, violento y, en el sentido literal del
término, terrorista, como atestiguan muchas fuentes, incluías aquellas que
defienden, con matices, la actual operación israelí en Gaza (14). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y lo peor está por llegar. Israel ha encargado
más 24.000 fusiles de asalto a fabricantes de armas norteamericanos. El
gobierno estadounidense tiene que autorizar la operación, pero lo ha hecho
antes. Los ministros de la ultraderecha israelí, con competencias amplias en
Cisjordania ya han repartido armas entre colonos afectos y aseguran que
seguirán haciéndolo (15).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: georgia; font-size: large;">6.- La destrucción de Hamas
puede favorecer la recuperación de un liderazgo palestino que acepte la
existencia de Israel y haga la realización de una entidad estatal propia.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta posición política es la más
inverosímil. Pero ha captado titulares tras la entrevista del jefe de la
diplomacia norteamericana con el Presidente de la ANP, Mahmud Abbas, quién se
mostró dispuesto a extender su responsabilidad sobre la Franja cuando concluya
la operación israelí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se antoja una
pretensión irreal, aunque algunos dirigentes palestinos moderados como el
exprimer ministro Salam Fayyad hagan circular “planes de paz de la OLP” (16).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si Mahmud Abbas no concita apenas
apoyo en Cisjordania, donde ejerce un poder fantasmal, inservible y cada vez
más contestado por sus conciudadanos, ¿qué apoyo puede esperar si recogiera el
testigo de la aniquilación israelí? Si la OLP y sus aliados moderados ya fueron
derrotados en 2005 en Gaza (y dos años después expulsados por la fuerza
impetuosa de Hamas), ¿cómo puede presentarse de nuevo como la solución? Si no
ha podido imponerse o siquiera resistir la mayor degradación en términos de
seguridad, derechos y vida cotidiana en Cisjordania, ¿puede prometer un futuro
mejor en Gaza?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Por lo demás, resulta poco
creíble que Occidente se vaya a fiar de Abbas y sus cohorte de funcionarios,
policías, políticos y propagandistas cuando llevan años ninguneandolos y
permitiendo sus prácticas corruptas y sumisas al ocupante israelí, según
denuncian los mismos dirigentes occidentales o sus ejecutores. El primer
ministro Netanyahu ha dejado claro qué tipo de <i>alternativa política autónoma
y razonable</i> está dispuesto a aceptar, al advertir que Israel ejercerá una
función de garante de la seguridad en Gaza <a href="https://abcnews.go.com/Politics/netanyahu-abcs-muir-cease-fire-release-hostages/story?id=104661239">“durante
tiempo indeterminado”</a>. Es la misma lógica que sostuvieron sus predecesores después
de las guerras de 1967 y 1973, que ampliaron y consolidaron la ocupación
militar de territorios árabes. Ni las sucesivas resoluciones de la ONU, de
obligado cumplimiento según el Derecho Internacional, ni los innumerables
planes y acuerdos de paz han modificado esa realidad, la única que cuenta a
pesar de las imposturas.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1)
“Israel’s laws of war. How IDF doctrine shapes the campaign against Hamas in
Gaza”, ASA KASHER. <i>FOREIGN AFFAIRS, 27 de octubre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “The
uses and abuses of term ‘genocide’ in Gaza”. MARTIN SHAW. <i>NEWLINES MAGAZINE,
6 de noviembre; </i>“What International Law has to say about the Israel-Hamas
conflict”. MARC WELLER. <i>THE ECONOMIST, 27 de octubre; </i>“Peut-on parler de
‘genocide’ en cours à Gaza”. <i>COURRIER INTERNATIONAL, 4 de noviembre; </i>“What
the laws of war say about forced displacement and ‘human shields’”. AMANDA
TAUB. <i>THE HEW YORK TIMES, 19 de octubre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Can
our leaders avoid the terrorism trap?”. YOUSEF MUNAYYER.<i> FOREIGN POLICY, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>4 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4)
“Democrats splinter over Israel as young, diverse left rages at Biden”. <i>THE
NEW YORK TIMES, 27 de octubre</i>; <i>; </i>“Progressives rebel against Biden’s
handling of Israel-Hamas crisis”. <i>THE WASHINGTON POST. 25 de octubre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “’I,
too, am the Jewish community’: the rift among US Jews widens over Gaza war”.
ROBIN BULLER.<i> THE GUARDIAN, 4 de noviembre</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(6) “In
Israeli-Palestinian battle to sway Congress, only one side wins”. ISHAAN
THAROOR.<i> THE WASHINGTON POST, 6 de noviembre</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">(7) “How
the Gaza conflict is dividing Europe’s left”. </span><i>THE OBSERVER, 29 de
octubre<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(8) “Guerre Isräel-Hamas: la gauche europeénne en tous ses
états”. <i>COURRIER INTERNATIONAL, 25 de octubre.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(9) “A humanitarian pause in Gaza”. EDITORIAL. <i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">THE NEW YORK TIMES, 3 de noviembre</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(10)
“Israel’s war aims and the principles of a pot-Hamas administration in Gaza”.
DENIS ROSS, ROBERT SATLOFF y DAVID MAKOVSKY.<i> WASHINGTON INSTITUTE, 17 de
octubre; <o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(11) “What
comes after Hamas. STEVE SIMON. FOREIGN POLICY, 18 de octubre; “What happens if
Israel topples Hamas in Gaza. MICHAEL MILSHTEIN. BROOKINGS INSTITUTION, 26 de
octubre; <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(12) “The
Hamas attack has change everything”. STEVEN COOK. <i>FOREIGN POLICY, 9 de
octubre</i>; “The Gaza War has reverberated across the Middle East”. <i>INTERNACIONAL
CRISIS GROUP, 4 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(13) “Is a
two-state solution possible after the Gaza war?”. <i>THE ECONOMIST, 1 de
noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(14)
“Settler violence rises in the West Bank during the Gaza war”. MAIRAV ZONSZEIN.
<i>INTERNATIONAL CRISIS GROUP, 6 de noviembre</i>; “Settlers ara causing mayhem
in the West Bank”. <i>THE ECONOMIST, 6 de noviembre; </i>“How a campaign of
extremist violence is pushing the West Bank to the brink”. <i>THE NEW YORK
TIMES, 2 de noviembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(15) “U.S.
officials fear that American guns ordered by Israel could fuel West Bank
violence”. <i>THE NEW YORK TIMES, 5 de noviembre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(16) “A
peace plan in Gaza”. SALAM FAYYAD. <i>FOREIGN AFFAIRS, 27 de octubre.</i></span><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-30013800845075990882023-11-02T10:38:00.001+01:002023-11-02T10:38:05.702+01:00LA CORTINA DE HUMO DEL ANTISEMITISMO<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">2 de Noviembre de 2023</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La abominable actuación de Israel
en Gaza está avivando una vieja polémica sobre el antisemitismo. Se trata de
una de las argucias más equívocas en el debate público sobre relaciones
internacionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Existe una base histórica real,
que no se limita a los crímenes espantosos del III Reich y otros regímenes
fascistas y autoritarios colaboracionistas con la Alemania nazi durante los
años treinta y cuarenta. La persecución de los judíos es una constante histórica
desde que el cristianismo se hizo hegemónico en Europa. La Iglesia católica no
sólo lo alentó y ejecutó en su ámbito de influencia y poder. El origen
religioso del antisemitismo vino acompañado desde muy pronto con otros factores
de carácter económico y social, lo que resultó de enorme efectividad para movilizar
a las masas no religiosas o paganizadas por los regímenes autoritarios. En el
III Reich la persecución de los judíos se sustentaba en supuestos abusos
cometidos contra el pueblo y la nación alemanes, pero el sustrato religioso
operó con gran eficacia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La pasiva, lenta o tímida
reacción de las democracias liberales europeas ante la <i>judeofobia</i> respondió
a motivaciones similares, bajo la cobertura moralista de las manipulaciones
católicas. Cuando se hizo pública la monstruosidad de los crímenes nazis, se
generó una conciencia de culpa delegada y de malestar político que indujo al
liberalismo triunfante de la posguerra a efectuar gestos de disculpas hacia los
ciudadanos judíos y a respaldar reivindicaciones políticas, lideradas por el
sionismo, que no habían sido atendidas en décadas anteriores, salvo en
manifestaciones teóricas (Declaración Balfour, 1917), sin consecuencias
prácticas. En ese contexto histórico se promovió el Plan de partición de
Palestina, sancionado por la ONU en 1947. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En aquella decisión no sólo
influyó la mala conciencia ante la Shoa, sino la presión ejercida por una
vanguardia de militantes judíos sionistas en forma de acciones armadas
intimidatorias en Palestina. Organizaciones como la <i>Haganah</i> (Ejército
judío de liberación, conectado con el proyecto de Estado sionista) y otras más
irregulares o extremistas (<i>Stern, Irgún</i>) usaron el antisemitismo
histórico de la Europa colonial como argumento justificativo de su lucha
armada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Una vez triunfante, el sionismo
se movió durante una década en un ambiguo terreno de neutralidad o evasión ante
las tensiones de la Guerra Fría. Israel mantuvo buenas relaciones con Estados
Unidos (debido al poder de la comunidad judía), pero también con la Unión
Soviética (que veía con muy buenos ojos la orientación socializante de los
dirigentes laboristas dominantes en esta primera etapa del nuevo Estado). No
tanto, en cambio, con las potencias europeas colonizadoras, que nunca
renunciaron a seguir ejerciendo en Oriente Medio el poder y la influencia de
que gozaban aún en África y Asia. Esta tensión subyacente desembocó en la
guerra de Suez (1956), que sancionó el declive del caduco neocolonialismo
europeo en la región, en gran parte por el apoyo de EE.UU a Israel y Egipto, en
detrimento de sus aliados europeos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La equidistancia de las
superpotencias duró poco. El colectivismo israelí se orientó primero hacia
formas socialdemócratas y luego social-liberales, en todo caso ajenas al modelo
estatista ruso. La identidad judía de notables disidentes rusos facilitó que el
ateísmo marxista se impusiera como referencia culpabilizadora frente a Moscú.
La URSS pasó a ser considerada como una superpotencia antisemita. El apoyo
soviético a los árabes en las guerras de 1967 y 1973, cúspide de poder regional
de Israel, consolidó este relato rentable tanto en los ámbitos diplomáticos
como intelectuales y culturales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los ensayos de paz en Oriente
Medio desde finales de la década de los 70 fueron frustrantes, debido en gran
parte a la negativa reiterada de Israel a ceder territorio conquistado por la
armas. La percepción de la inseguridad fue aducida para justificar su
inflexibilidad diplomática. Israel se militarizó y asumió con entusiasmo su
papel de gendarme occidental en la región, en connivencia con Estados Unidos,
aunque en Washington fueron siempre conscientes de la necesidad de adoptar una
apariencia de equilibrio para debilitar una contradictoria y equívoca relación entre
la URSS y los derrotados países árabes. Egipto fue el primer país árabe que se
dio cuenta de que el tutelaje de Moscú no conducía a parte venturosa alguna y
arriesgó un giro político que a las masas, tanto tiempo manipuladas, les costó aceptar.
Sadat pagó ese cambio con su vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Cuando la inserción del conflicto
árabe-israelí en la dinámica bipolar de la Guerra fría empezó a debilitarse,
Europa adoptó una posición de cierto equilibrio, no tanto por convicción cuando
por necesidad. Los dos shocks petroleros provocados por el boicot árabe tras la
“guerra del Yom Kippur” (1973) y los efectos de la revolución en Irán (1979) arruinaron
la prosperidad europea trabajosamente construida durante los años 50 y 60. La
nueva “sensibilidad” hacia la “causa árabe”, y en particular hacia el drama
palestino, provocó otra respuesta hostil en Israel, que sacó de nuevo el
argumentario del antisemitismo, cada vez que en foros diplomáticos, políticos o
culturales se reclamaba una revisión del status quo territorial en la región.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tras la desaparición de la URSS,
Europa reforzó ese papel de equilibrador aparente en el conflicto regional. El
eje franco-británico se había roto de manera definitiva en los ochenta, con el
triunfo del conservadurismo extremista en Londres y la llegada al poder de los
socialistas (que intentaron conjugar el apoyo a las dos causas) y comunistas
(aliados románticos de la resistencia armada palestina), en París. Alemania se
desgarraba entre el complejo de culpa por el nazismo y su alta dependencia del
petróleo árabe como motor de su industria hegemónica en Europa. Israel
aprovechó las debilidades económicas y estratégicas europeas para hurgar en las
ulceradas conciencias y deslegitimar cualquier posicionamiento político y
diplomático que tendiera a respaldar las reclamaciones de sus vecinos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El fracaso de la posguerra fría y
del nuevo orden internacional alentó la emergencia de una corriente política
que parecía superada: el nacionalismo identitario, anclado en el racismo y en
la visión más reaccionaria de la civilización cristiana. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si en estas últimas décadas se ha
podido detectar antisemitismo real ha sido con la eclosión de este neonacionalismo.
Pero, contrariamente a épocas anteriores, esta corriente política no se ha
posicionado en contra de los intereses estratégicos de Israel, ni siquiera de
los judíos en general. Antes al contrario, el antisemitismo se ha orientado
hacia la islamofobia. Al cabo, semitas son tanto los israelíes como los
palestinos, conviene recordar. Por tanto, cuando Israel y sus protectores
airean el fantasma del antisemitismo señalan al el que les agrede, pero callan
ante el que les favorece. El antisemitismo verdadero dirigido hacia los judíos
en Europa es marginal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El ataque de Hamas contra Israel
del pasado 7 de octubre se ha convertido en una ocasión oportunista para
rescatar el antisemitismo en su orientación <i>antijudaísta</i>, debido a que,
después de muchos años, Israel puede presentarse como víctima ante una
confundida opinión pública internacional. La brutal ejecución de ciudadanos
civiles y desarmados autorizan a dirigentes políticos y grupos mediáticos a
calificar esos actos de terrorismo, lo que conecta con unas sociedades
traumatizadas por la oleada violenta del islamismo extremista de la década
pasada. Pero se omite o mínima (según los casos) que la brutalidad de Hamas se
produce tras una ocupación prolongada y sofocante, debido a su impunidad
blindada, ante la que la mal llamada Comunidad Internacional no ha tenido más
que palabras inanes e hipócritas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Casi nadie se ha atrevido, en
esos momentos dominados por la emotividad, a contextualizar debidamente los
últimos acontecimientos. Y cuando alguien lo ha hecho, incluso de forma
cautelosa y diplomática, como el Sº General de la ONU, Antonio Guterres, alarmado
por la dimensión injustificable de la venganza,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Israel ha reaccionado como suele: sin cortapisas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>diplomáticas, con amenazas explícitas y la
arrogancia de quien se sabe libre de cualquier sanción exterior efectiva. El
embajador israelí ante la ONU, <span style="color: black; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-hansi-font-family: Calibri; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Gilad Erdan</span>, ha incurrido en el esperpento al prenderse en
la solapa una estrella amarilla, como la que se imponía a los judíos en los
campos nazis, con el lema “Nunca más”. Días antes, este diplomático,
perteneciente a la derecha dura israelí, había reclamado la dimisión de
Guterres con un destemplado lenguaje ajeno a su función. El gesto ha sido
condenado por el propio director del Museo del Holocausto de Israel (Yad
Vashem) por considerarlo una irrespetuosa manipulación de aquella tragedia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El primer ministro Netanyahu, ha
sido más sibilino en la utilización del antisemitismo como arma propagandística.
En vez de un ataque directo, ha establecido analogías incómodas para los
occidentales que reprochan a Israel falta de humanidad. En su última rueda de
prensa, comparó los bombardeos incesantes de Gaza con los que realizaron los
aliados al final de la Segunda Guerra Mundial. Con ello no sólo pretendía
justificar la muerte de inocentes (incluso niños y enfermos), sino equiparar de
nuevo a los nazis con los islamistas de Hamas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El arma del antisemitismo se
cuelga a todo aquel que no comulga con métodos impropios de un Estado
civilizado para conservar su control sobre territorios que sólo le pertenecen
en el imaginario bíblico. Resulta gratificante, entre tanta impostura, que
grupos judíos en Estados Unidos y otros países occidentales se hayan desmarcado
sonoramente de la masacre israelí de estas semanas, en coherencia con una línea
crítica que se viene manifestando desde la deriva extremista en Israel.
Igualmente positiva es la denuncia de la campaña de acoso, violencia y
expulsión de los palestinos de sus tierras que practican los colonos judíos
radicales, con la protección de unidades militares regulares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Europa, en cambio, el uso
propagandístico del antisemitismo ha correspondido a la derecha más
conservadora, otrora hostil al judaísmo y hoy cómplice intelectual de la
desproporcionada respuesta israelí a los atentados de Hamas. Los afectos a ese
rancio cristianismo que pintó a los judíos como los verdugos de Cristo son hoy
los más ardientes defensores de un Estado cuya mayoría de dirigentes quiere
convertir en “patria” exclusiva de los judíos, a hierro y fuego. Es el caso de los
evangelistas protestantes americanos (más <i>pro-sionistas</i> que los judíos
locales más jóvenes). O de los católicos españoles herederos sin desagrado de
un franquismo que combatía un fantasmal complot <i>judeo-masónico</i> y
defendía el arabismo más reaccionario. O los tributarios de los fascistas
italianos, nunca incómodos con un Vaticano evasivo (colaboracionista tácito, en
realidad) con los nazis. O el de tres generaciones de alemanes atormentados por
un pasado atroz, pero muy permisivos ante el reciclaje de nazis emboscados en los
partidos democristianos de la <i>milagrosa</i> posguerra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La enorme falacia de cubrir con
el sambenito del antisemitismo a todo el que se resista aceptar el crimen de
guerra como instrumento de poder político y militar resulta preocupantemente
eficaz en una Europa asustadiza e incoherente en sus aspavientos moralizantes.
Es asombroso, por no decir otra cosa, que esa Europa se escandalice ante las
barbaridades rusas en Ucrania y mitigue la escalofriante actuación de Israel
con el “derecho legítimo a la defensa” . Al limitarse a pedir con notable
debilidad la apertura de “corredores humanitarios” en Gaza, oculta lo
importante (la violencia sistémica de la ocupación) detrás de lo urgente (el
alivio claramente insuficiente de la atormentada población palestina). </span><o:p></o:p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-18958195898375589532023-10-25T11:31:00.006+01:002023-10-25T11:31:59.252+01:00EL INVEROSÍMIL EQUILIBRIO EUROPEO EN LA GUERRA DE GAZA<p>25 de octubre de 2023</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La invasión terrestre de Gaza por
la Fuerzas de Defensa de Israel se demora, al parecer por recomendación
norteamericana. Pero la aviación bombardea sin cesar. El mando militar israelí
dice haber eliminado algunos dirigentes islamistas. Pero los muertos civiles son
ya cerca de seis mil, casi la mitad de ellos niños. Ya no hay apenas agua,
comida y luz, comida y los hospitales han dejado de funcionar. ¿Puede
considerarse esto una acción de “legítima defensa”? Parece obvio que no. La sed
de venganza por la matanza del 7 de octubre no se ha aplacado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Estados Unidos, como siempre,
marcó la pauta de la actuación internacional. El viaje de Biden dio cobertura
política, diplomática y militar a Israel, aunque no lo necesitara
estrictamente. Las consideraciones sobre los riesgos de la operación militar
extendida quedaron fuera del foco público, para no empañar el apoyo
incondicional. Las gestiones en favor de las migajas de la “ayuda humanitaria”
resonaron como una pálida y casi vergozante compensación. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Es hora de preguntarse también
sobre el papel de Europa en la crisis. Una vez más, se ha comprobado que la
capacidad de influencia de los 27 sigue estando muy por debajo de su peso
internacional. Lo hemos visto en la guerra de Ucrania, en el conflicto larvado
con China y ahora, de nuevo, en la crisis entre Israel y Hamas, donde Europa ha
exhibido, y con estrépito, sus disfuncionalidades habituales. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">LA TRAMPA DEL TERRORISMO<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El ataque de Hamas ha sido
considerado de forma unánime como un “acto de terrorismo” por los gobiernos
europeos, aunque no en todos ellos haya habido unanimidad, como hemos
comprobado aquí, en España. La calificación tiene que ver con la generación de víctimas
civiles. La naturaleza del conflicto palestino-israelí y las legítimas formas
de lucha ante la situación prolongada de ocupación y las pésimas condiciones de
vida que soportan los palestinos, en especial los que residen en Gaza, han
quedado opacadas en los discursos oficiales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A lo largo de los años, la UE ha
intentado mantener un equilibrio entre el derecho de Israel a la seguridad y el
de los palestinos a gozar de libertad para dotarse de instituciones viables
sobre un territorio reconocido por la comunidad internacional y en condiciones aceptables
de seguridad. El problema es que el conflicto israelo-palestino pone
continuamente a prueba este equilibrio solo aparentemente ecuánime. El
desproporcionado poder de actuación de una y otra parte exige un compromiso
mayor que el que la diplomacia europea parece capaz de asumir.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Que Hamas haya cometido crímenes no
se puede desligar del contexto en que su ataque se ha producido. Aunque la
agresividad israelí parecía haberse atenuado recientemente en Gaza, debido a la
ilusoria percepción de la neutralización de las milicias islamistas, en Cisjordania
se ha está viviendo el año más violento desde principios de siglo. La presión
de los colonos radicales, amparados por un gobierno plagado de extremistas
mesiánicos, ha generado una situación explosiva. La “solución” biestatal ha sido
sistemáticamente boicoteada por Israel. Y ante todo ello, Europa ha sido muy pasiva
o tímida, quizás por encontrarse absorbida en la guerra de Ucrania y en sus
consecuencias económicas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La contundencia con la que los
principales dirigentes europeos salieron en apoyo del “derecho de Israel” a
defenderse, obviando las condiciones en que Israel ejerce un poder ilegítimo en
los territorios ocupados, resulta incoherente con su trayectoria diplomática. Parecería
que ha habido un interés extremo en no ofrecer una mínima apariencia de <i>antisemitismo</i>,
cliché que utilizan los israelíes y sus protectores emplean cada vez que se critican
sus actuaciones abusivas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los atentados sufridos en Europa
en la última década como consecuencia de la guerra contra el terror lanzada por
Estados Unidos tras el 11 de septiembre y la subsiguiente respuesta de unos
nuevos grupos islamistas más radicales y sangrientos han influido muy
decisivamente en las políticas europeas en la región. El tradicional apoyo a la
causa palestina, concretado en ayuda financiera, material y técnica, apenas ha
podido compensar la parcialidad habitual del aliado norteamericano en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>favor de Israel. Incluso en las sucesivas
operaciones israelíes de castigo en Gaza, tras oleadas de cohetes de las
milicias palestinas, los europeos no asumían por completo las justificaciones
del gobierno israelí de turno. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ahora, todo parece haber
cambiado. Hamas ha franqueado una línea roja, al golpear directa y
personalmente a ciudadanos indefensos en territorio israelí, no en territorio
palestino ocupado. Esta vez, las víctimas israelíes se han conectado emocionalmente
con las registradas en Madrid, París, Bruselas, Estocolmo, Berlín, Niza y
tantas otras ciudades europeas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Sin embargo, esa equiparación no
puede hacerse sin forzar la narrativa del problema. Hamas ha atacado a civiles,
pero Israel, con sus prácticas militares indiscriminadas, lleva años matando
ciudadanos ajenos a cualquier actividad armada. El Estado israelí se quita de
en medio la carga de responsabilidad criminal aduciendo que las guerrillas
palestinas se cobijan entre la población civil para provocar esas matanzas y
presentarse como víctima. Argumento insostenible. En una guerra tan desigual,
el bando más débil no tiene muchos recursos para elegir.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Quizás haya contribuido a
desequilibrar el pronunciamiento europeo de estos días los dos atentados
registrados tras el 7 de octubre, en Bruselas y en Arrás (Francia). Pero se
trata de dos acciones cometidas por individuos aislados, sin relación algunos
con grupos organizados. Por tanto, carentes de significación política
relevante.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La presión del estigma terrorista
ha llevado incluso a cometer torpezas innecesarias, como la de prohibir
manifestaciones de apoyo a la causa palestina, ante un temor exagerado a que
pudieran convertirse en exaltaciones de Hamas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">LA “BOMBA” DE MACRON <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A todo esto se añade los vicios o
defectos habituales de la política exterior europea. El más recurrente, la
tentación, ante una crisis, de afirmar las posiciones nacionales antes de
intentar una respuesta más coordinada. Ha vuelto a ocurrir en esta ocasión. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Francia es la protagonista
habitual de estos desmarques. Lo vimos en el inicio de la guerra de Ucrania o en
el debate sobre la política hacia China. Y, a veces, la singularización
francesa no carece de mérito. El Presidente francés también ha adoptado un
perfil alto. Desde un principio apoyó sin reservas el “derecho legítimo de
Israel a defenderse” .La “preocupación” por la población civil de Gaza y los
derechos palestinos fueron relegados a la letra pequeña. A continuación viajó a
Israel para escenificar su posición. Y se guardó para esta ocasión la “bomba”
que ocupará la atención mediática de los próximos días: recuperar la coalición
internacional contra el <i>Daesh</i> para luchar contra Hamas. Una vez más ,
Macron parece haber ido demasiado lejos y, como a él le gusta, en figura de
avanzado. No ha esperado a la cumbre europea prevista para este fin de semana
donde debe aclararse la actuación futura de la UE. Ahora parte del debate, lo
más sustancial, quizás gire sobre la propuesta de Macron. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El presidente francés ha dicho a
sus anfitriones israelíes lo que quieren oír, sin enfriar el mensaje de
solidaridad. Pero al colocar en el mismo plano a Hamas y al <i>Daesh, </i>Macron
ha hecho un flaco favor a la posición europea, aunque ese no haya sido su
propósito, porque sitúa la cuestión terrorista en el núcleo del conflicto,
cuando el pivote de actuación debería ser la ocupación. La equiparación de
ambas organizaciones puede resultar seductora para muchos estados árabes
conservadores, que se vieron amenazados por el empuje de los extremistas. Pero
lo cierto es que Hamas, aunque profesa una ideología islamista, de hecho es
enemiga del del <i>Daesh </i>y su violento nihilismo. Por lo demás, es dudoso
que Europa quiera meterse en semejante desafío. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En la “bomba” de Macron quizás
haya que buscar otras motivaciones de política interior francesa. El gobierno
se está escorando cada vez con menos disimulo a la derecha y priorizando los
aspectos policiales y de seguridad para abordar asuntos espinosos como las
protestas públicas o la inmigración. La derecha lo intimida con sus
imputaciones de pasividad, debilidad o incompetencia y le está obligando a
endurecer mensajes y políticas. El acercamiento de Macron a la italiana Meloni,
después de haberla descalificado hace sólo unos meses, es un síntoma claro del giro
en París. El proyecto de ley sobre inmigración está en fase de desarrollo y el
debate se recrudecerá en las próximas semanas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hay otro elemento de política
interior francesa que no debe descuidarse. Los acontecimientos del 7 de octubre
han puesto al borde del colapso a la NUPES, la incómoda coalición que aglutina
a socialistas, comunistas, insumisos y ecologistas. El PSF ha considerado
insuficiente el apoyo a Israel tras el acto “terrorista” de Hamas y ha
decretado una “moratoria” en la pertenencia a la coalición. El líder comunista
ensayó hace poco un inicio de divorcio, pero las bases neutralizaron la
iniciativa. Si se rompe el frente de la izquierda, puede flexibilizarse el
panorama de las alineaciones políticas y el gobierno podría gozar de más
capacidad de maniobra en el legislativo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">LA MALA CONCIENCIA ALEMANA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Macron no ha sido el único en agitar
el patio europeo. En su primer posicionamiento oficial, la Presidenta de la
Comisión Europea asumió el relato israelí sin matices ni condicionamientos,
enfatizando la “amenaza terrorista” y el derecho israelí a la defensa, en línea
con la posición norteamericana, sin mencionar el problema palestino. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No puede olvidarse que Ursula Von
der Leyen es una política alemana y, como tal, se siente impelida a reaccionar
con contundencia ante cualquier acción contra Israel que genere víctimas
civiles. La mala conciencia por el holocausto es un factor muy poderoso. Los
políticos democráticos se han impuesto tal intransigencia, que a veces los
lleva a confundir la barbarie nazi contra la población judía en los años
treinta con las críticas a las prácticas agresivas de Israel en los territorios
ocupados o contra sus vecinos militarmente más débiles. Ya en los años setenta,
después del ataque de los <i>fedayines</i> contra los atletas israelíes en la
ciudad olímpica de Múnich, se reforzó esta presión sobre la clase política.
Willy Brandt tuvo que encajar algunas críticas por no seguir el libreto a pies
juntillas. Sus herederos políticos se atienen a esta lección envenenada. El
jefe del gobierno actual, el socialdemócrata Scholz, se ha sumado a la defensa
de Israel, lo que ha provocado cierta incomodidad en sus socios verdes, pese a
la evolución de estos hacia posiciones convencionales en política exterior.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Cuando empezaron a llover las
bombas israelíes sobre Gaza y a envilecerse las condiciones de la población, el
jefe de la diplomacia europea tuvo que corregir a su superior al recordar que
todas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las partes están obligadas a
cumplir con las leyes civilizadas de la guerra. Fue una forma discreta de
equilibrar las condenas unilaterales del “terrorismo” de Hamas. Pero Borrell fue
más allá. Este martes, el jefe de la ONU, el europeo y socialista Antonio Guterres,
ha dejado un aviso atronador: el 7 de octubre no justifica este “castigo
colectivo” del pueblo palestino ni puede desligarse de la “sofocante ocupación
israelí”. Israel ha pedido su dimisión. Los líderes europeos deberían sacar
conclusiones.<o:p></o:p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-77090155405109838442023-10-20T11:05:00.000+01:002023-10-20T11:05:05.835+01:00EEUU ES PARTE DEL PROBLEMA DE ORIENTE MEDIO<p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">20 de octubre de 2023</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden llegó, habló y se fue. Sólo
pisó suelo israelí. Sólo tuvo palabras de consuelo y apoyo para los ciudadanos
y las instituciones israelíes. Sus aliados árabes cancelaron el encuentro
previsto, en parte molestos por un nuevo ejercicio de parcialidad norteamericana
frente al conflicto israelo-palestino, en parte inquietos por una oleada de
indignación de sus poblaciones ante el injustificable castigo colectivo de
Israel a los más de dos millones de palestinos de Gaza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El presidente norteamericano
deslizó cándidas recomendaciones a sus amigos israelíes para que no se dejaran
llevar por un “comprensible” ánimo de venganza, como si ese asedio cruel no fuera
ya otra manifestación más de ese habitual comportamiento desproporcionado del
estado hebreo anta el mínimo desafío. La apertura de un “corredor humanitario”
desde Egipto, insuficiente y condicionado a que Israel no advierta sospechas de
beneficio para Hamás, es el único resultado de una visita relámpago y carente
de iniciativas a medio y largo plazo. El verdadero mensaje no lo transmitió un presidente
corto de energías y escaso capital político en su propia casa. La “voz de América”
que de verdad importa es la que llega desde los dos portaaviones enviados a la
región, con un arsenal impresionante y 20.000 marines en orden de combate para abortar
cualquier otro sobresalto que pudiera sufrir Israel. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De vuelta a casa, Biden ha dado
una vuelta de tuerca a su intento de justificar la respuesta israelí, la actual
y la que venga, forzando una relación imposible entre las guerras de Palestina y
Ucrania. En esta ocasión, se ha dirigido desde el despacho oval a sus
ciudadanos; o mejor dicho, a los congresistas que deben autorizar que siga
llegando dinero y armas a sus aliados israelí y ucraniano. A los europeos no les
debería hacer gracia este segundo mensaje de Biden en pocos días. De hecho,
apenas han intentado no dejarse arrastrar por la parcialidad norteamericana en Oriente
Medio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">CUARENTA AÑOS DE PARCIALIDAD<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El alicorto y sesgado viaje de
Biden a Israel resume sus 40 años de corresponsabilidad en la política de EE.UU
en la región. Ocho presidentes han suspendido la asignatura de Oriente Medio, y
en particular del conflicto palestino, si acaso con distinta puntuación:
pésimas las calificaciones de Reagan, Bush Jr. y Trump, empeñosas pero al cabo
frustradas las de Bush Sr. y Clinton, bien intencionada pero desganada la de
Obama e inicialmente evasiva la de Biden. Este suspenso general se debe a muchas
razones: lectura incorrecta de los problemas, visión muy parcial del conflicto,
predominancia del enfoque militar o de seguridad, pobre elección de los socios
locales y escasa atención a los consejos más templados aunque poco críticos,
salvo excepciones puntuales, de sus aliados europeos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden no ha heredado esta
trayectoria de errores y deliberada parcialidad. Ha sido parte de ella. Su carrera
pública se ha desarrollado en todos los ámbitos del poder político e
institucional (Cámara Baja, Senado, Vicepresidencia y Presidencia). El actual
Jefe de la Casa Blanca destila <i>establishment</i> por todos su poros. A su
avanzada edad, no sería realista esperar
una visión más fresca, más arriesgada. Durante décadas ha recitado la letanía
de una política “posible” en Oriente Medio, que nunca ha superado el apoyo
incondicional a Israel y una retórica invocación a los derechos palestinos, al
tiempo que apoyaba el escamoteo sistemático de los instrumentos necesarios para
su realización.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Biden inició su mandato presidencial
bajo la presión de otras prioridades: el desafío de China y la enemistad de
Rusia. Eludió una implicación directa o indirecta en Oriente Medio, pretextando
que la región pasaba por una “tranquilidad no conocida en décadas”, según su Consejero
de Seguridad. Después de criticar a Trump, Biden optó por seguir su estela en
dos direcciones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por un lado, abandonó la
recuperación del acuerdo nuclear con Irán, consciente de que le traería más
problemas en Estados Unidos que apoyos en la región. Más recientemente, se decidió
a culminar los <i>trumpianos </i>acuerdos Abraham tratando de añadir la pieza
más preciada: el pacto entre Israel y Arabia. Se tragó el sapo de los
desplantes saudíes, de su guerra sangrienta y fallida en Yemen y hasta del
horroroso crimen del periodista Kassoghi. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El acuerdo israelo-saudí se
convirtió en la clave de su doctrina regional, porque comportaba beneficios
adicionales: podía frenar la cooperación creciente de Arabia con China,
introducía un elemento de tensión en el acercamiento entre saudíes e iraníes y condicionaba
el apoyo de los árabes moderados a Palestina. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El mantenimiento de la política
de los dos Estados no pasaba de ser una formalidad vacía de contenido: no se
trataba de dos Estados en igualdad de condiciones, sino de uno supeditado al
otro. La deriva extremista y autoritaria en Israel incomodó a Biden, pero no le
apartó de las recetas del <i>establishment</i>, destinadas a consolidar la
estrategia de una <i>pax americana</i> en la región, con Israel como cónsul
plenipotenciario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><o:p></o:p></span></p><p><span style="font-size: large;"><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">El ataque de Hamas en el sur de
Israel ha trastocado momentáneamente esa visión desmayada del anciano
Presidente. La guerra no estaba en sus planes, pero ahora ni puede ni quiere
pararla. Su cándido consejo a Netanyahu para que no incurra en los “errores” de
Estados Unidos tras el 11-S ha sido recibido a beneficio de inventario. Esta
guerra puede salvar o hundir al gobierno más extremista de la historia de
Israel. Estados Unidos tratará por todos los medios de que ocurra lo primero.</span> </span><span style="text-align: justify;"> </span> </span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-89721934757609747072023-10-18T09:21:00.000+01:002023-10-18T09:21:32.346+01:00LA MADEJA POLACA<p><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: georgia;"> </span><span style="font-family: georgia;">18 de octubre de 2023</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Polonia ha votado más que nunca
desde la instauración de la democracia liberal, a comienzos de los años noventa.
La participación ha sido del 74,25%, casi trece puntos más que en 2019. Los
datos indican que la población de las grandes ciudades, en especial las del
oeste del país, han acudido masivamente a las urnas. Ese el principal factor,
apuntan los analistas, que explica el retroceso del nacionalismo y su más que probable
desalojo del poder.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En efecto, el partido gobernante,
Ley y Justicia (PiS), apoyado por cinco formaciones menores, no ha conseguido
el suficiente número de parlamentarios para asegurar su continuidad en el
gobierno. Ha obtenido 195, pero se necesitan 231 votos en el Parlamento para
alcanzar la mayoría. Ni siquiera le bastaría el apoyo de los 15 obtenidos por <i>Konfederacja
</i>(Confederación), aún más ultras que el PiS, pero de sesgo libertario y
reticentes a una alianza poselectoral (1). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La crisis económica derivada de
la pandemia y la guerra de Ucrania ha debilitado el apoyo de que gozaban estos
ultranacionalistas en la última década. El intento de acompañar las elecciones
con unos referéndums sobre restricción de la inmigración y otros asuntos
sociales para movilizar a su electorado ha resultado fallido: las consultas no
han logrado la participación requerida (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El PiS ha ejercido un poder
político rayano en lo absoluto en los últimos ocho años. No ha tenido problemas
en ignorar la división de poderes, controlar el poder judicial, atentar contra
la independencia de los medios, restringir los derechos de las mujeres y las minorías
y practicar el victimismo nacionalista contra sus vecinos alemán y ruso casi a
partes iguales. También ha sido objeto preferente de sus arremetidas el aparato
comunitario de Bruselas y, por extensión, cualquier socio europeo que criticara
sus políticas populistas, ultranacionalistas y xenófobas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El futuro político en Polonia no
está del todo claro. El principal dirigente de la actual oposición, Donald Tusk,
lidera la Coalición cívica, que refuerza su partido (Plataforma Cívica) con otros
grupos liberales y ecologistas menores hasta alcanzar 157 diputados. Tiene que
forjar un acuerdo de gobierno con los liberales europeístas y los agrarios del
veterano Partido Campesino, reunidos en la coalición <i>Tercera Vía</i>, que
suma 65. Pero aún no sería suficiente. Necesita añadir el apoyo de una tercera alianza,
<i>Lewica</i>, (Izquierda), una amalgama de socialdemócratas, laboristas, socialistas
y progresistas, que le aportarían 26 diputados. En total, alcanzaría 248 diputados,
una mayoría holgada (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por lo tanto, el cambio efectivo
en Polonia descansaría no ya en un <i>tripartito</i>, sino en un <i>multipartito
</i>articulado en tres coaliciones: una especie de mecano político de complicada
gestión. Estaríamos ante una especie de frente antinacionalista o una versión
barroca de ese <i>consenso centrista</i> que ha dominado la política europea
durante décadas. Ironías de la vida, viene a <i>resucitar </i>en el país menos
pensado hasta hace sólo unos días. Desde luego, en esas formaciones hay una
motivación poderosa para confluir: el empeño compartido de enviar al PiS a la
oposición. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si eso al final ocurre, no hay
duda de que el partido ultraconservador activará las palancas institucionales y
sociales que ha ido construyendo en estos ocho últimos años. Ya lo advirtió de
forma alambicada el propio Kaczynski la noche del domingo: “seremos
importantes, en el poder o en la oposición”. El PiS podría tener otra baza más
para bloquear la demolición de su modelo ultranacionalista. El Presidente de la
República, Andrzej Duda, que fue promovido por el partido de Kaczynski, podría
interponer su derecho de voto en iniciativas legislativas de la nueva coalición
gobernante, si considera que ponen en peligro lo que él considera como elementos
básicos de la identidad nacional (4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">REPERCUSIÓN EN EUROPA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En el arco iris político del
Parlamento de Estrasburgo, el PIS se encuadró en el Grupo de Europeos
Conservadores y Reformistas, junto a los <i>tories</i> británicos (antes del <i>Brexit</i>
efectivo), los neofascistas <i>Fratelli</i> de Italia y los ultras españoles de
VOX, entre otros. De las dos ramas en que se divide la extrema derecha en la
Asamblea Europea, el PiS optó por la más convencional, la más conservadora en
términos sociales y culturales. Pero sobre todo la más furiosamente antirrusa.
A estos polacos ultramontanos, las veleidades de la francesa Le Pen o del
italiano Salvini con el Kremlin les producían náuseas. La Historia es también
un arma rentable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La cohabitación durante años con
el Partido Conservador británico fue puramente pragmática. Les unía el rechazo
de la “burocracia de Bruselas” y una visión más nacionalista del proyecto
europeo. Los <i>tories</i> terminaron por dar el portazo, pero sus colegas
polacos no se podían permitir ese lujo porque necesitan el apoyo económico
europeo para afrontar una interminable reconversión de su atrasada economía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hasta hace sólo unos meses, el
dominio del PIS en Polonia parecía asegurado. La mayoría de los observadores
consideraban que su salud política era similar a la del FIDESZ húngaro del
demagogo Orbán, con quien mantienen una celosa alianza no formal. Y ello,
porque el patrón húngaro ha vivaqueado durante años en los grupos liberal,
primero, y popular, después, hasta que éste último se vio obligado a expulsarlo,
tras innumerables desplantes. Hoy se encuentra en el limbo de los <i>No
Inscritos</i>, donde se ubican aquellos a los que no quiere nadie, por así
decirlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Las continuas amonestaciones de
Bruselas a los gobiernos polaco y húngaro por sus afrentas al Estado de Derecho
liberal no fueron suficientes para forzar una rectificación. Al final, el
ejecutivo comunitario decidió retener el dinero de los fondos de recuperación postpandemia
que les corresponde recibir a Varsovia y Budapest como arma de presión. Un
gobierno de Donald Tusk colocaría de nuevo a Polonia en la corriente
comunitaria y le permitiría recibir por fin el dinero concedido (más de 35.000
millones de euros. Sin duda, esa expectativa ha pesado en el electorado polaco,
habitualmente escéptico o poco entusiasta con el proyecto europeo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si al final el PiS es desalojado
del poder, el viejo Kaczynski, líder incombustible del partido pero no jefe del
gobierno, deberá lamentar este giro amargo de la fortuna. Su principal socia
europea, la italiana Giorgia Meloni, lleva tiempo fraguando con los
democristianos alemanes un tipo de pacto entre los grupos Conservador y Popular
ante las elecciones europeas del año próximo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los populares españoles también
participaban del empeño, avalados por la experiencia de los acuerdos regionales
de gobernabilidad entre el PP y VOX. Pero España no el único país donde se ha testado
esa pasarela política entre la derecha conservadora-liberal y la ultraderecha.
El debilitamiento socialdemócrata en el norte de Europa ha favorecido recientemente
esta cooperación en Suecia y Finlandia (5).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Otros líderes de la derecha o del
centro-derecha europeos no respaldan este pacto fáustico con los retrógrados
polacos. Después de todo, Donald Tusk, el líder de Plataforma Cívica, pertenece
al Grupo Popular. En su condición de adversario principal del PiS se oponía de
forma rotunda a blanquear a un partido al que quería derrotar en su país. La
hostilidad política ha tenido un gusto agrío: el PiS descalifica a Tusk como
“marioneta de Alemania”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">EL FACTOR ALEMÁN<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este juego del caliente y el frío
de los de los democristianos alemanes con el PiS tiene raíces antiguas pero
también ramas verdes. Los conservadores alemanes, tanto los católicos bávaros
como los protestantes renanos u orientales, comparten la veta cristiana con los
representantes más férreos del catolicismo polaco. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A esta afinidad ideológico-religiosa
se añade ahora la presión de una posible necesidad. El auge impresionante de
los nacionalistas xenófobos de Alternativa por<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Alemania (AfD) puede alterar el mapa de las alianzas políticas germanas.
Para volver al gobierno federal, a los democristianos de la CDU y la CSU quizás
no les sea suficiente el respaldo de los liberales, si es que éstos deciden cambiar
nuevamente de caballo. Precisan de un apoyo más numeroso y más sólido, que
tendría además la virtualidad de ampliar el ámbito de penetración territorial
(6).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">AfD se presenta como un socio
potencial estratégico, porque es más que probable que conquiste la hegemonía en
los <i>länder</i> de la desaparecida RDA en las elecciones regionales de los
próximos meses. El cordón sanitario a la extrema derecha está a punto de
saltar, y quizás para siempre. Los líderes democristianos actuales, el federal
Merz, el bávaro Söder y el <i>europeo </i>Weber no comparten la repugnancia de Angel
Merkel hacia la AfD. La <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Presidenta de la
Comisión, Ursula von der Leyen, que aspira a otro mandato en el cargo, ha hecho
también esfuerzos visibles en esta cooperación de las derechas. Llamativo fue
su polémico viaje a Túnez en compañía de Giorgia Meloni, este, para negociar otro
discutible y discutido pacto para frenar la emigración. La línea
Varsovia-Berlín-Bruselas-Roma se había dibujado en el horizonte europeo (7).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Este nuevo panorama, de
confirmarse el cambio efectivo de gobierno en Polonia, alterará los planes de
la configuración conservadora en la UE. Que no pueda gobernar en su país no
debe necesariamente impedir que el PiS sea el partido polaco que más diputados
aporte a la Eurocámara en las elecciones de mayo. Y es imposible saber si sus
votos serán o no decisivos. Si Tusk gobernara entonces en Varsovia y Kaczynski
practicara esa oposición virulenta que se presume, sería difícil una
confluencia de los grupos Popular y Conservador, por mucho que Von der Leyen, Meloni,
Feijóo y Abascal apuesten en su favor. Los socios preferentes de Tusk son
liberales afectos a <i>Renovación,</i> el grupo dominado por los aliados de
Macron, contrario hasta ahora a cualquier acercamiento a la extrema derecha.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “How
Konfederacja became Poland’s kingmaker”. MATEUSZ MAZZINI. <i>FOREIGN POLICY, 12
de octubre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 107%;">(2) “What is
at stake in Poland”. </span><span style="line-height: 107%;">ANNA
GRZYMALA-BUSSA. <i>BROOKINGS, 3 de octubre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Donald
Tusk claims victory based on coalition hopes”. SHAUN WALKER.<i> THE GUARDIAN,
15 de octubre; </i>“After election, Poland may turn the illiberal tide”. ISHAAN
THAROOR.<i> THE WASHINGTON POST, 17 de octubre.</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="line-height: 107%;">(4) “L’alternance
en Pologne, une bonne nouvelle pour l’Europe”. </span><i><span style="line-height: 107%;">LE MONDE (Editorial), 17 de octubre</span>.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “Will Europe’s center-right parties accept
defeat or sell theirs souls to the hard right?”. PAUL TAYLOR. <i>THE GUARDIAN,
23 de agosto.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">(6) “Germany’s new normal? The surging
far-right AfD party is upending the country’s politics”. </span>LIANA FIX y
CONSTANZE STELZENMÜLLER. <i>FOREIGN AFFAIRS, 10 de octubre.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(7) “Ursula von der Leyen donne
ses gages à la droite”. <i>LE MONDE, 13 de septiembre.</i></span><o:p></o:p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-3605877499158899442023-10-11T13:07:00.002+01:002023-10-11T13:07:27.238+01:00 ISRAEL: VERGÜENZA, DOLOR Y VENGANZA<p style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">11 de octubre de 2023</span></span></p><p style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La guerra entre Israel y Hamás parece
a punto de entrar en su fase más sangrienta y peligrosa. Se teme que las
Fuerzas de Defensa israelí invadan el asediado territorio palestino con un doble
y asimétrico objetivo: primero, liberar a los rehenes que aún queden vivos y
recuperar los cadáveres de los fallecidos; y segundo, acabar con el mayor número
de dirigentes de la organización guerrillera y destruir por completo su
infraestructura de combate.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mientras que eso ocurre, el
bombardeo de la franja está siendo brutal, “como nunca se había visto antes”,
en consonancia con la amenaza proferida por el Ministro de Defensa israelí.
Otro responsable militar dijo algo aún más espeluznante: “los trataremos como a
animales que son”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hasta la fecha, el martirio de
Gaza se había convertido en un asunto de rutina internacional, sólo alterado
por las sucesivas campañas de castigo israelí, tras recibir oleadas de ataques
artilleros de limitado daño y alcance, salvo las más graves en 2008, 2014 y 2021.
En estos intercambios bélicos, la desproporción era tan evidente que apenas
necesitaba explicación. La relación de víctimas entre una y otra parte era
abismal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El ataque del 7 de octubre ha
cambiado esa narrativa por completo. Israel ha pasado de las represalias más o
menos feroces a un plan de erradicación definitiva del “problema”. La razón de
este cambio de paradigma es doble: por una lado, la percepción de la amenaza se
ha revelado mucho mayor de lo que se creía; y, no menos importante, la
arrogancia de una superioridad técnica y militar tenida por indestructible se
ha diluido en las imágenes lacerantes de unos civiles masacrados, secuestrados
o aterrorizados por un enemigo al que no sólo ser tiene como “banda terrorista”.
Para un Estado que presume de ser el mejor del mundo en la tarea de defender a
sus ciudadanos, el bochorno del fracaso estrepitoso añade injuria a la
catástrofe. Una vergüenza tan dolorosa abona el deseo de una venganza implacable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Y, sin embargo, los analistas más
lúcidos, incluidos los que se tienen por “amigos de Israel”, se esfuerzan por
aconsejar a los dirigentes israelíes que no se dejan llevar por esa pulsión
emocional. Alguien tan declaradamente afín como el columnista judío Thomas
Friedman, dedicado al conflicto de Oriente Medio desde hace cincuenta años,
advierte que la destrucción presentida de Gaza puede ser una “locura” que ponga
a todos los países árabes de nuevo en contra de Israel y “arruine la simpatía cosechada
en el resto del mundo”. Opina Friedman que la invasión de Gaza es lo que
seguramente persiguen Hamas e Irán (1).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Daniel Byman, principal especialista
en terrorismo del también pro-israelí Centro de estudios estratégicos de la
Universidad de Georgestown, recuerda la política de presión calculada de los
dirigentes israelíes, debido a la profunda implantación de Hamás en todos las
arterias sociales. Aniquilar a Hamás equivaldría a destruir Gaza (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde una posición más templada y
equilibrada, el profesor de relaciones internacional de Harvard, Stephen Walt, augura
que, de no contenerse, “Israel podría ganar la batalla de Gaza y perder la
guerra”. Tras recordar que “la ley internacional permite a los pueblos
oprimidos resistir una ocupación ilegal, incluso si los medios empleados por
Hamas hayan sido ilegítimos”, Walt desactiva los argumentos empleados por
Estados Unidos para posicionarse incondicional e invariablemente del lado de Israel
cada que vez que estalla una crisis. Frente a la “estrecha” interpretación
legal de que Hamas ha atacado a Israel “sin provocación” previa, el profesor de
Harvard opone otra visión “más amplia” según la cual las condiciones sufridas
por los palestinos en Gaza legitima una respuesta violenta (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Tanto Friedman como Walt se
dirigen a la Casa Blanca para sugerir una intervención templada e inteligente,
que trascienda el horror provocado por la carnicería. No parece que eso sea lo
que vaya a ocurrir. Al menos públicamente. El Presidente Biden ha decidido
eliminar incluso las suaves admoniciones críticas que sus antecesores solían
emplear para dar cierta sensación de equilibrio y conservar su posición de “mediadores”.
El espectro del 11-S domina el relato norteamericano. La “barra libre” que Estados
Unidos se otorgó en 2001 para castigar a “culpables” reales o imaginarios será
concedida ahora a Israel para que satisfaga su instinto de retribución. Algunos
comentaristas han tenido el buen juicio de evocar los errores, excesos y
crímenes que tal conducta provocaron (3).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No obstante, otros conocedores de
la política israelí creen atisbar algunos resortes que podrían atemperar la “cólera
de David”. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, aunque intransigente y cínico
en su política de “negociación” con los palestinos, siempre ha tenido buen
cuidado en no traspasar ciertas líneas y controlar la escalada de la guerra. Es
cierto que ahora lo tiene más difícil, porque sus socios de gobierno proclaman
abiertamente su deseo de acabar de una vez por todas de cualquier pretensión nacional
palestina, por la fuerza si es necesario. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Sin embargo, a Netanyahu se le entreabre
una puerta: la constitución de un gobierno de unidad nacional, que amplíe su base
de actuación. La oposición le ha tendido la mano y ya se han producido los
primeros contactos. La oferta no es un cheque en blanco. Los partidos “centristas”
tratarán de que Netanyahu congele sus planes de reforma judicial, entre otras
concesiones. Del lado opuesto, los extremistas religiosos que han conquistado posiciones
estratégicas de poder difícilmente aceptarán ser degradados en un nuevo gobierno
de unidad. Si Netanyahu les sacrifica ahora no podrá contar con ellos cuando la
guerra acabe. El primer ministro es un maestro de la manipulación política,
pero esta prueba es gigantesca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Otro argumento que se desliza
para aconsejar contención es el peligro de alumbramiento de un nuevo <i>frente
árabe</i>. Comenzaría con las hostilidades de Hezbollah desde el Líbano, quizás
complementado por Siria. Naturalmente, actuarían las facciones armadas
palestinas en Cisjordania y Jerusalén, ajenas a Hamas pero sordas a la
moderación de la Autoridad Nacional. Israel podría verse abocado a un peligroso
desafío. Una confrontación de estas dimensiones aumentaría exponencialmente el riesgo
de escalada y podría arruinar, si no lo ha hecho ya, el proyecto de
conciliación con los estados árabes moderados (esquema Abraham) e incluso poner
en peligro la paz fría con Egipto y Jordania. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;">Cabeza fría para afrontar situaciones
calientes, le recomiendan a Israel, en el fragor un trauma que no se había
experimentado en 75 años de historia. Ni siquiera en 1973, cuando Egipto y
Siria atacaron en el recogimiento del Yom Kippur. Entonces, fueron capaces de
recuperar, durante apenas una semana, parte del territorio perdido en 1967.
Pero no se acercaron ni de lejos al territorio que se le concedió a Israel en
la partición de 1948. Ahora, han sido ciudades israelíes las que han conocido
de cerca el horror de la violencia. </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="EN-US" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Irael has never needed to be smarter than in this
moment” THOMAS L. FRIEDMAN. THE <i>NEW YORK TIMES, 10 de octubre.</i><br />
(2) “What you need to know about the Israel-Hamas war”. DANIEL BYMAN. <i>FOREIGN
POLICY, 7<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>octubre.</i><br />
(3) “Israel could win this Gaza battle and lose the war”. STEPHEN WALT. FOREIGN
POLICY,<i> 9 de octubre.</i><br />
</span></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “The troubling analogies
surrounding the new Israel-Hamas war”. ISHAAN THAROOR.<i> THE WASHINGTON POST,
11 de octubre.</i></span><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-59461107147714995612023-10-11T13:03:00.007+01:002023-10-11T13:03:57.202+01:00LAS CUATRO DIMENSIONES DE LA GUERRA ENTRE HAMÁS E ISRAEL<p> 9 de octubre de 2023</p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">El audaz ataque de Hamás contra
Israel es rico en resonancias y en consecuencias. Aunque sus portavoces no
hayan hecho referencia a ello, la fecha elegida para esta operaciones a todas
luces evidente: el 50 aniversario (más un día) del ataque combinado egipcio-sirio
de 1973 para recuperar sus territorios ocupados (el Sinaí y los altos del
Golán) siete años antes. No es el único aniversario evocado. Acaba de
conmemorarse el 30º aniversario de los acuerdos entre Israel y la OLP, que
alumbraron el embrión del Estado Palestino a cambio de aceptar parte de</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">la ocupación sin garantías. Finalmente, la intensidad
y profundidad de la operación ha dejado a Israel en shock, de forma análoga a
cómo se sintió EEUU el 11 de septiembre de 2001. Pero hasta aquí las analogías,
referencias o comparaciones. El contexto, los contendientes y las circunstancias
son diferentes. Esta guerra tiene dimensiones propias, que intentamos analizar.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
<ol start="1" style="margin-top: 0cm;" type="1">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
DIMENSIÓN LOCAL<o:p></o:p></span></li>
</ol>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No deja de ser
una paradoja que la situación en Gaza en los últimos meses fuera de cierta
estabilidad´, que no debe confundirse con tranquilidad. Mas de dos millones de
palestinos viven en una “cárcel a cielo abierto”, encerrados y asfixiados. Pero
tras las hostilidades de 2021, Israel había “concedido” permisos de entrada a 20.000
trabajadores palestinos y los países árabes ricos habían financiado obras de
reconstrucción de infraestructuras básicas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">¿Por qué
entonces ahora este ataque tan masivo de Hamas? <o:p></o:p></span></p>
<ol start="2" style="margin-top: 0cm;" type="1">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
DIMENSIÓN <i>NACIONAL</i><o:p></o:p></span></li>
</ol>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La respuesta
encaja en una dimensión superior del conflicto, que excede el ámbito local
(Gaza, sector meridional de los territorios palestinos, y el sur de Israel) y
se enmarca en la confrontación nacional entre Israel y Palestina. Según el
máximo dirigente militar de Hamás,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
operación es una respuesta a las últimas “provocaciones del estado sionista” en
torno a la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar santo del Islam, sita en
Jerusalén. No hay que olvidar la naturaleza islamista de esta organización
político-guerrillera y, por lo tanto, extremadamente sensible a las cuestiones
religiosas. Y aunque sólo ejerce su autoridad en Gaza, de donde Israel se
retiró en 2005, Hamás también está presente con mayor o menor influencia en
Cisjordania.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El templo se
encuentra junto al Muro de las Lamentaciones, monumento capital en la historia
de los judíos, que ocupan la <i>ciudad santa</i> desde 1967. Los palestinos
reclaman el sector oriental de Jerusalén como futura capital de un Estado que
aún no tienen, aunque gran parte de la comunidad internacional se lo haya
reconocido por derecho. Pero nadie en Israel está dispuesto a ceder Jerusalén y
sólo parte de sus habitantes aceptarían compartirla. Este es uno de los asuntos
más espinosos de la paz pendiente y quedó sin resolver en Oslo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Al erigirse en
defensor de la dignidad de Al Aqsa, Hamás vuelve a actuar ante lo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>considera como pasividad o dejación de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP), que ejerce una autonomía fantasmal sobre zonas
de la Cisjordania en las que vive sólo un 40% de la población palestina; el
resto sigue sometido a la ocupación completa que ya se compara con el régimen
de apartheid. Contrariamente a lo que ha ocurrido en Gaza, en Cisjordania se ha
vivido un año atroz, debido a la brutal presión de los colonos más radicales,
envalentonados por el gobierno israelí más extremista en sus 75 años de
historia. A lo largo de 2023 se han registrado cientos de muertos palestinos en
enfrentamientos con el Ejército y la policía militarizada. La colonización
crece cada día. La ANP está paralizada por un gobierno inoperante y corrupto,
un aislamiento político creciente y una división nacional cada vez más agria y
profunda.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Israel vive
también una crisis interna sin precedentes. Tras la decisión de Netanyahu de
aliarse con los partidos derechistas más extremistas para conservar el poder y
protegerse así de las causas judiciales pendientes sobre su persona, el
gobierno que dirige se ha entregado a una deriva autoritaria inédita. El
intento de control de la justicia por el ejecutivo y los planes anexionistas de
los territorios palestinos han provocado una quiebra sin precedentes en la
sociedad civil. La situación es tan grave que miles de reservistas se han
negado a cumplir con sus obligaciones militares en protesta por las actuaciones
del gobierno. Algunos se preguntan si la falta de respuesta ante la incursión
de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre se puede deber en parte al caos en
el aparato de seguridad. No parece probable, ya que la defensa del territorio
es una línea roja para todos los ciudadanos israelíes. El problema hay que
buscarlo en un fallo masivo de la siempre mitificada inteligencia israelí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Estas
dos quiebras nacionales, la palestina y la israelí, han favorecido la actuación
de Hamás, que combate, aunque en grados y con objetivos distintos, a los
gobiernos de ambas entidades. Pero el ataque se enmarca en una dinámica más
amplia de dimensión regional.<o:p></o:p></span></p>
<ol start="3" style="margin-top: 0cm;" type="1">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
DIMENSIÓN REGIONAL<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></li>
</ol>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Oriente Medio
vive un momento de cambios, aún por definir y determinar. Las guerras de las
últimas décadas no han resuelto ninguno de los problemas que arrastra la región
desde hace un siglo. El debilitamiento de la conflictividad árabe-israelí ha
dejado paso a nuevas tensiones más activas y a nuevos intentos de
reconfiguración geoestratégica. Dos resaltan sobre los demás: la rivalidad
sectaria islámica <i>sunni-chií</i>, cuyos bandos lideran respectivamente
Arabia Saudí e Irán; y la marginación de la cuestión palestina (otrora <i>corazón
del conflicto</i> regional) como factor diplomático dominante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Arabia Saudí e
Irán, tras una década de enfrentamientos por subrogación (en Yemen, en Líbano,
en Siria, en Irak...) parecen haber comprendido que no pueden triunfar sobre el
rival y habrían decidido acordar una coexistencia que reduzca los riesgos de
una conflagración destructiva para ambas partes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hamás es un
caso paradójico en esta rivalidad. Como grupo <i>sunní,</i> encajaría dentro de
la influencia saudí. Pero la escasa combatividad del reino hacia el estado
judío le ha empujado hacia Irán, que hace años que la apoya, financia, protege
y arma. Egipto, país administrador de Gaza antes de la ocupación israelí en
1967, ha ejercido estos últimos años un papel tutelar sobre el territorio. El
desalojo de los Hermanos Musulmanes, tras el golpe militar de hace diez años, ha
tensionado las relaciones, ya que los derrotados islamistas egipcios eran
próximos doctrinariamente a Hamás. Con todo desde El Cairo se ha negociado el
fin de las sucesivas guerras entre los islamistas palestinos de la franja e
Israel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El nuevo líder
de facto saudí, el príncipe heredero Mohamed Bin Salman (apelado MBS en
círculos diplomáticos y mediáticos), no parece tan concernido por la causa
palestina como su padre, el enfermo y discapacitado Rey o sus predecesores. MBS
se ha hartado de las divisiones palestinas y concentra sus energías en hacer de
su reino la mayor potencia económica, militar y tecnológica de la región. Y
para eso necesita paz (aunque sea fría o falsa) y desprenderse de las hipotecas
del pasado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 18.0pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero MBS no
puede desprenderse de un plumazo de la cuestión palestina. Necesita un apaño
formal, que restaure las imposturas del pasado, al menos en parte. Acepta
entenderse con Israel por cuestiones pragmáticas (el comercio bilateral, la
cooperación tecnológica, el maná turístico, etc.), pero la deriva extremista de
su antiguo adversario y nuevo socio potencial dificulta las cosas. Los saudíes
exigen gestos a Israel. Netanyahu desea culminar este pacto, que completaría el
esquema de la reconciliación con los países árabes definido en loa <i>acuerdos Abraham</i>,
suscritos durante la administración Trump pero negociados desde mucho tiempo
antes. El problema es que las concesiones sobre el asunto palestino que MBS
quiere o necesita no son aceptables para los socios extremistas del primer
ministro israelí, que no sólo se oponen radicalmente a cualquier forma de
Estado Palestino, sino que hablan ya sin tapujos ni medias tintas de duplicar
el número de colonos en Cisjordania, como paso previo a la anexión total del
territorio, que ellos denominan con las referencias bíblicas de Judea y
Samaria. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde Irán se contemplan estos
movimientos con inquietud provechosa, porque el juego de equilibrios de su
rival saudí les abre una ventana de oportunidad. La carta palestina, aunque
devaluada, sigue teniendo un valor táctico. De ahí que su apoyo a Hamás se haya
mantenido y seguramente reforzado con gran tenacidad, como complemento de esa
red de fidelidad <i>chií</i> que lleva décadas construyendo en los países
vecinos del enemigo sionista. No es casualidad que el <i>Hezbollah</i> (Partido
de Dios) libanés se sumara modestamente al ataque de Hamás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Pero esta danza regional es
imposible de entender sin una actuación diplomática de las grandes potencias
mundiales que la alientan, protegen y vigilan.<o:p></o:p></span></p>
<ol start="4" style="margin-top: 0cm;" type="1">
<li class="MsoNormal" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LA
DIMENSIÓN INTERNACIONAL<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></li>
</ol>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hace apenas unas semanas, Jake
Sullivan, Consejero de Seguridad del Presidente Biden, afirmaba al editor de
THE ATLANTIC que Oriente Medio vivía la situación “más tranquila de las dos
últimas décadas”. Se trataba de una apreciación miope o sostenida únicamente en
las maniobras de despachos, donde ha dejado de tener sitio la frustración
palestina. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La actual administración
norteamericana está enojada con lo que está pasando en Israel. Biden no aprecia
a Netanyahu, que lo ninguneó cuando era Vicepresidente de Obama. Pero es un
aliado férreo de Israel, y presume de ello como han gustado de hacerlo la
mayoría de los líderes demócratas. Esta Casa Blanca se opone a la degradación
escandalosa de la democracia israelí, porque le estropea la retórica <i>Democracia
vs. Autoritarismo</i> que fundamenta la doctrina Biden para las relaciones
internacionales. Y le molesta la agresividad de este gobierno israelí
extremista hacia los palestinos, porque Washington mantiene su apoyo a la
ficción de los dos Estados como fórmula de solución para el conflicto
israelo-palestino. Pero nunca pasa de tibias reprimendas verbales. Biden no ha
hecho nada eficaz para frenar a Netanyahu. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por eso nadie puede sorprenderse
de la declaración de solidaridad con Israel, sin reservas ni matices, después
del ataque de Hamás. Se diría que el hecho de que la mayoría de las víctimas
sean civiles o de que haya norteamericanos entre los rehenes tomados por Hamás
no dejaba al Presidente norteamericano otra opción. Pero quienes sufren la
brutalidad de la ocupación en Cisjordania o en Jerusalén también son ciudadanos
de a pie, quienes, por añadidura, carecen de un aparato militar solvente ue los
proteja.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No obstante, Biden tiene en su
mano un carta que puede favorecer la confluencia entre Arabia Saudí e Israel.
Se trata de garantías militares sólidas (en forma de Tratado o de otra forma jurídica)
que Riad pretende y que sólo Washington puede proporcionarle. La joya sería la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cooperación nuclear; o dicho de otro modo, la
luz verde para desarrollar su propio programa atómico. De esta forma se
disiparía la desventaja estratégica del reino saudí con respecto a Irán, que
tras la denuncia del acuerdo internacional por Trump, está ya cerca de
convertirse en una potencia capaz de desarrollar un arsenal nuclear. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta arquitectura de alianzas
bilaterales múltiples está basada en el juego de los equilibrios. Irán y Arabia
resuelven su dialéctica de amenaza recíproca con la garantía de la disuasión.
Israel se protege ante Irán mediante un acuerdo de defensa con Arabia Saudí. Y
Estados Unidos se convierte en garante de la nueva estabilidad. Los palestinos
pierden o son obligados a aceptar las migajas de un reparto de poder que los
ignora como actor propio. Irán se erige como única baza real de presión de los
palestinos, pero Teherán podría sacrificar el apoyo que les presta si sus
adversarios le brindan garantías sólidas de seguridad para su régimen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En este decorado aparecen, sin
embargo, otros actores principales hasta ahora secundarios: China y, en menor
medida, Rusia. Pekín se ha asegurado un puesto en este nuevo orden regional al
favorecer la aparente reconciliación entre Arabia e Irán. Algo que preocupó
sobremanera a Washington y, en parte, aceleró el trabajo diplomático
israelo-saudí. Los chinos tienen intereses muy importantes en su relación con
Arabia. Necesitan su petróleo para garantizar la continuidad de su desarrollo
económico, en un momento en que su modelo económico zozobra. Pero también su
mercado, vital para sus rubros exportadores. Por su parte, los saudíes ven en
China un socio imprescindible por su valor tecnológico y militar, que, por añadidura,
no pone condiciones ni pide cuentas políticas o ideológicas, como a veces hace
Washington. También Israel ha desarrollado una vía de entendimiento con Pekín.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">China ha favorecido la inserción
de Irán y de Arabia Saudí en el club de los BRICS, a pesar de las reticencias
de alguno de sus miembros, lo que demuestra el interés reforzado de Pekín en
Oriente Medio. En el pulso geoestratégico mundial, esta región cobra una
importancia en absoluto despreciable o secundaria como se creía hace sólo dos o
tres años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Y finalmente, Rusia. La guerra de
Siria le permitió recuperar parte del poder perdido, como apoyo vital para el
sostenimiento del régimen de Damasco, el principal aliado de Irán en la región.
A partir de la pasarela siria, Moscú ha construido una relación más fecunda con
Irán, que abarca todos los dominios imaginables. Ante el desafío de su guerra
en Ucrania y la hostilidad occidental, Rusia no puede escatimar apoyo alguno.
Los ayatollahs están nutriendo el arsenal ruso y ambas potencias se sienten
legitimadas para cooperar en el escamoteo de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sanciones económicas y financieras internacionales. Irán puede ser un
socio muy útil también en el Cáucaso y en Asia Central, dos zonas de
tradicional influencia rusa, última en decadencia. En la presión internacional
sobre Irán por el programa nuclear debe darse ya por eliminada la palanca rusa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este complejo panorama,
articulado en varios niveles geográficos y políticos, ayuda a entender esta
nueva guerra en Oriente Medio. Que quizás puede ser la última, pero seguramente
será tan sangrienta, destructiva y cruel como las anteriores.</span><o:p></o:p></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-30095799.post-53837610659904815802023-10-04T11:49:00.003+01:002023-10-04T11:49:42.527+01:00 LA EUROPA MÁS RANCIA<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">4 de octubre de 2023</span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-family: georgia;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El triunfo del partido SMER-D en
Eslovaquia el pasado fin de semana ha encendido las alarmas de medios liberales
en Europa, que lo ven como un riesgo para la cohesión en la guerra de Ucrania y
un reforzamiento del frente <i>trumpista </i>en el continente. Hay parte de verdad,
pero también un sesgo de mixtificación y propaganda útil en estas proclamas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El SMER-D es un partido populista
diferente al de otros que han proliferado en Centroeuropa. Sus orígenes se
remontan al antiguo Partido Comunista checoslovaco. Una facción reformista
abandonó el viejo partido prosoviético para constituir el Partido de la
Izquierda Democrática (SDL), de filiación socialdemócrata, a imagen y semejanza
de lo que ocurrió en otros países vecinos exaliados en el Pacto de Varsovia (Chequia,
Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumania), o pertenecientes a la reventada Yugoslavia
(Eslovenia, Croacia, Macedonia...). En Occidente se dieron casos análogos: el
más destacado, en Italia, donde el viejo PCI fue desprendiéndose de sus
referencias comunistas para ir poco a poco diluyéndose en una izquierda sin
apellidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">LAS PARADOJAS ESLOVACAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A finales de la década de los 90,
se produjo una nueva escisión en antiguo comunismo. Del SDL se desprendió un
sector que intentó conciliar el socialismo democrático con ese nacionalismo que
para entonces ya se había convertido en el elemento político referencial en
Centroeuropa, pese a los intentos liberales de plantar su bandera dominante en
la región. Así nació SMER, traducible como <i>Dirección.</i> El líder de esta
nueva formación era un tal Robert Fico (pronúnciese <i>Fisho</i>), que ha
conservado su influencia personal desde entonces. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El SMER añadió el apelativo <i>Social
Democracia</i> a sus siglas y dominó durante década y media la política
eslovaca, aunque para ello tuviera que aliarse con conservadores y
reaccionarios nacionalistas. Esa colaboración aparentemente <i>contra natura</i>
fue la última gota que colmó el vaso de la paciencia de los socialistas
europeos, que nunca se habían sentido cómodos con este socio eslovaco. En 2006,
el PSE expulsó al SMER-SD de sus filas a los pocos meses de aquel “pacto vergonzante”.
Fico se concentró en la coalición, pero, ante las elecciones europeas de 2009
consideró importante la reconciliación con los socialdemócratas europeos y apañó
con sus socios de gobierno una declaración <i>buenista</i> sobre valores,
derechos humanos y respeto a las minorías. El PSE le compró la rectificación y
volvió a admitirlos. En las elecciones europeas, el SMER-SD se confirmó como el
principal partido de Eslovaquia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A partir de aquí, empezaría un paradójico
declive. Aunque en las elecciones eslovacas de 2010, el SMER-SD creció más de
cinco puntos y obtuvo 12 diputados más, sus socios nacionalistas sufrieron con
creces el desgaste y pagaron por su declaración oportunista. El SMER-SD se
quedó sin mayoría y se vió obligado a pasar a la oposición. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El nuevo gobierno de
democristianos, liberales y húngaros duró apenas dos años. En 2012, el SMER-SD
obtuvo una holgada mayoría absoluta en el Consejo Nacional. Esta victoria se
replicó en las elecciones europeas de 2014. En un clima de fuerte
inestabilidad, el país fue de nuevo a las urnas. En 2016, el SMER-SD volvió a ganar
pero con menos margen y tuvo que pactar otra vez con los ultranacionalistas para
mantener la mayoría de gobierno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Ocurrió entonces el acontecimiento
que ha marcado la carrera política de Fico. La muerte del periodista Jan Kuciak
cuando investigaba asuntos de corrupción en el gobierno desencadenó una crisis
política que obligó a Fico a dimitir. Otro dirigente del SMER-SD, Peter
Pellegrini, se hizo con el gobierno, pero no con la dirección del partido, que
siguió en manos de Fico. Se inició una guerra cruel entre las distintas
facciones del SMER-SD, que le costaron las elecciones de 2020. La facción
mayoritaria de Fico profundizó en su deriva populista y se desprendió del apéndice
<i>Socialdemocracia. </i>En sentido inverso, los seguidores de Pellegrini
formaron un nuevo partido, el HLAS (<i>Voz</i>), al que añadieron la divisa <i>Socialdemocracia.</i>
Como era de esperar, este nuevo partido parece contar con los favores del PSE,
de cara a los comicios europeos de 2024.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En las elecciones de este mes, el
SMER ha obtenido algo más del 23% y el HLAS un 15,5%. A pesar de la cruenta
batalla de los últimos cuatro años, los adversarios políticos de ambos creen
que se comerán sus rencillas y acordarán un pacto que les permita <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>regresar al gobierno. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Lo que más se ha destacado en
medios liberales de este SMER revigorizado es su posición prorrusa, contraria a
seguir apoyando a Ucrania (1). Conviene ser cuidadoso con la visión que se
tiene desde el Oeste de la política centroeuropea. Como se ha podido deducir de
la evolución eslovaca, las fronteras ideológicas son muy porosas o están
supeditadas a los intereses de poder de sus líderes. En realidad, el nacionalismo
es una suerte de denominador común que ha colonizado a todos los partidos, desde
la izquierda a la extrema derecha. Los liberales, que aparentemente se
proclaman contrarios a esta <i>fiebre</i>, no son por completo ajenos a ella. Uno
de los principales partidos liberales surgido de estas elecciones en Eslovaquia,
el SASKA ha sido durante años el aliado de Le Pen y Salvini, bajo el nombre ligeramente
distinto de SAS (Solidaridad y Libertad).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">POLONIA, COTO CERRADO DE LAS DERECHAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El 15 de octubre habrá elecciones
en Polonia. El PIS (<i>Ley y Justicia), </i>partido ultraconservador
gobernante, aspira a mantener su hegemonía política, pese al desgaste
experimentado tras ocho años al frente del gobierno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Sin embargo, los conservadores-liberales
de <i>Plataforma Cívica</i> (miembros del Partido Popular europeo) creen haber
erosionado el poder del PIS. Estos días sacan pecho después de una gran concentración
en la calle, el pasado domingo. Su líder, Donald Tusk, fue el antecesor de Ursula
von der Leyen en la Comisión Europea y ha conseguido aunar a las distintas
formaciones de derecha moderada en una coalición. Pero Tusk es muy denostado entre
esa mayoría social apegada a usos y costumbres conservadores, bajo el liderazgo
<i>invisible</i> de la Iglesia católica. En realidad, los conservadores liberales
polacos constituyen una facción un tanto aperturista de ese conglomerado que se
puso bajo el paraguas de <i>Solidarnosc </i>en los noventa, como herederos del
viejo sindicato antisoviético. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El PIS es su expresión más
conservadora, pero, aunque parezca extraño, por sus posiciones reaccionarias,
no la más extremista. De hecho, para seguir en el poder quizás necesite el
apoyo de <i>Confederacja </i>(<i>Confederación</i>), una amalgama de
formaciones ultras que espera conservar la decena de diputados que mantiene en
el <i>Sejm</i> (Parlamento) saliente (2).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Los nacionalistas ultraconservadores
y antirrusos del PIS y los populistas pseudoizquierdistas y filorrusos del SMER
coinciden, sin embargo en su visión de Europa (3). Como ocurre con los
reaccionarios húngaros del gobernante FIDESZ, que han hecho un largo tránsito
desde el liberalismo antisoviético de los ochenta hasta el nacionalismo iliberal
prorruso de estos tiempos. El PIS, sin embargo, no dudado en escamotear la
ayuda a Kiev cuando sus intereses agrarios se han visto afectados por la “inundación”
de grano ucraniano tras el bloqueo ruso del puerto de Odesa. A medida que la guerra
se hunda en el estancamiento, la proclamada solidaridad empezará a
resquebrajarse por la presión de los intereses económicos y políticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">VIENTRE Y CORAZÓN<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta Europa rancia que prolifera
en Centroeuropa podría considerarse el <i>vientre</i> del continente, receptor
y ecosistema de los instintos más reaccionarios, conspiradores contra el proyecto
de integración. Sin embargo, los que se reclaman de ese otro órgano más noble,
el <i>corazón</i>, desde donde se dice bombear el europeísmo más solemne, no presentan
un comportamiento tan diferente cuando entran en juego los intereses más
primarios. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De la misma forma que el SMER estuvo
vivaqueando en la órbita socialdemócrata durante años, el PIS fue el socio
preferido de los <i>tories </i>británicos antes del <i>Brexit, </i>y hoy en día
lo sigue siendo de los <i>Fratelli </i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">de
Giorgia Meloni. Quizás por poco tiempo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-style: italic;">La primera ministra</span> italiana está flirteando abiertamente con
los democristianos alemanes, que no disimulan su deseo de hacerla socia del
Partido Popular europeo, en sustitución de <i>Forza Italia</i>, en vías de
extinción tras la muerte de Berlusconi. Meloni ha hecho tándem con Úrsula Von
der Leyen en unas cuestionables iniciativas de control migratorio, más propias
del vientre que del corazón europeos (4). La líder exfascista se lo piensa,
porque ese tránsito político puede dejarle todo el espacio político rancio a su
socio de gobierno, el líder de la <i>Lega</i> (Liga), Mateo Salvini, representante
de la otra facción ultra en el Parlamento europeo, y partidario de una línea más
dura en inmigración, orden público y restricción de libertades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En esta recomposición no encajan aún
todas las piezas. El auge de los nacionalistas xenófobos alemanes del AfD (<i>Alternativa
por Alemania</i>), socios de Salvini y Le Pen, pone en peligro el cordón
sanitario. Si las próximas elecciones regionales confirmaran la hegemonía en
los <i>länder</i> del Este que predicen las encuestas, un sector de la CDU apunta
ya a considerar una colaboración si eso permite volver al gobierno. Después de
todo, la rama bávara de los democristianos (CSU) gobierna ya con los <i>Freewahler
FW, (Electores libres)</i>, un partido ideológica y programáticamente cercano a
la AfD. De hecho, el lider de los <i>FW</i>, Hubert Aiwanger, primero ocultó y
luego tuvo que admitir que escribió loas al nazismo en su época de juventud. Nunca
se ha retractado (4).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Baviera celebra elecciones este
domingo y todo indica que ese binomio CSU-FW puede repetir. El jefe del
gobierno bávaro y líder de la CSU, Markus Söder, tampoco oculta sus
pretensiones de dirigir la CDU a escala nacional, si el actual liderazgo del
partido no se muestra capaz de acabar con la actual coalición “Jamaica (socialdemócratas,
verdes y liberales) que gobierna en Berlín.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">NOTAS<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(1) “Fiko spooks Europe as slovak strongman
cements remarkable return”. TIM GOSLING.<i>BIRN (Balkan Investigative Report
Network), 2 de octubre; </i>“Slovaquie: un parti populiste opposé à l’aide a l’Ukraine,
arrive en tête des législatives”.<i> LE MONDE, 1 de octubre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(2) “Poland gripped by febrile pre-election
atmosphere as mud-slinging intensifies”. PATRICK VINCOUR. <i>THE GUARDIAN, 12
de septiembre.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(3) “Don’t give a Poland a pass, Warsaw ‘s
support for Ukraine should not obscure its assault at democracy at home”. PIOTOR
H. KOSICKI. <i>FOREIGN AFFAIRS, 24 de julio.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(4) “UE: Ursula von der Leyen donne
des gages a la droite”.<i> </i><i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">LE MONDE, 13 de septiembre.</span></i></span><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">(5) “The land of Lederhosen, beer and political chaos”. JOHN KAMPFNER.<i>
FOREIGN POLICY, 2 de octubre</i></span><o:p></o:p></span></p>Juan Antonio Sacalugahttp://www.blogger.com/profile/06413826452016068044noreply@blogger.com0