UN GRAN DÍA PARA EGIPTO

11 de febrero de 2011

… Y para todos los pueblos árabes. Nadie habría aventurado hace apenas unas semanas que el moderno faraón pudiera ser abatido del pedestal blindado por décadas de autoritarismo, abuso de poder, miedo, embrutecimiento y complicidad exterior.
Mubarak no se ha ido. Lo han echado centenares de miles de personas, la mayoría jóvenes, que ha convertido su condición de esperanza potencial en auténtica realidad ilusionante de un futuro mejor para el país.
A media tarde del viernes no sabemos todos los detalles que han terminando doblegando la resistencia del raïs, cuyo último testimonio fue el decepcionante discurso de la noche del jueves.
Es más que probable que haya sido finalmente el Ejército el que le ha señalado la puerta de salida a un presidente que se había escondido y atrincherado en el Palacio de Heliópolis. En todo caso, es la institución militar la que toma el mando. Se trata de la mejor opción posible, siempre y cuando los militares interpreten correctamente y sin trampas la voluntad popular.
El actual Jefe de las Fuerzas Armadas, General Sami Hafez Enam, es un hombre de sesenta años que ha tenido una formación distinta a la de Mubarak, Suleiman y Tantawi (Ministro de Defensa), pertenecientes a una generación anterior. Pero se sabe muy poco de las deliberaciones que han celebrado estos días los altos mandos castrenses. Es significativo que se haya reunido el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ya que sólo lo había hecho anteriormente en 1967 y 1973, durante las dos guerras contra Israel.
El portavoz de la oposición con mejor predicamento en Occidente y entre la juventud laica egipcia, Mohamed ElBaradei, había solicitado ese esfuerzo patriótico a las Fuerzas Armadas. Reconociendo su importancia en la estabilización de una ‘transición ordenada’ (pero también inequívoca) hacia una verdadera democracia pluralista que garantice una mayor justicia social, ElBaradei propone que un militar forme parte de un Consejo Presidencial provisional junto a otros dos miembros por determinar. La hoja de ruta de la revolución propuesta por la oposición es sensata y de libro: disolución del Parlamento, abolición de la Constitución y redacción de un nueva bajo la que se celebren elecciones en el plazo de un año.
Queda por aclarar si se legalizarán todos los partidos, incluidos los más radicales o los islamistas, Aparte de otros muchos detalles que se irán dilucidando en los próximos días….
De momento, este viernes este día ocupa ya un lugar destacado en el calendario moderno de Egipto.
Por cierto, y como curiosidad, un día como hoy, hace 32 años (en 1979), triunfaba otra revolución en el mundo islámico. Los seguidores de Jomeini forzaban el final de la dictadura del Sha. Sólo una casualidad, por supuesto, ya que ni el momento, ni el contexto, ni el propósito de ambos acontecimientos históricos pueden o deben ser comparados.