26 de Enero de 2015
Syriza
ha ganado las elecciones legislativas en Grecia. Es una victoria contra los
augurios del miedo, el catastrofismo y el inmovilismo. Más de un tercio de los
griegos (36,5%) ha votado el cambio más radical desde el restablecimiento de la
democracia, hace 34 años. Grecia es el primer país que desafía de forma abierta
la política europea de austeridad, que ha contribuido no poco a prolongar y
profundizar la crisis iniciada hace siete años.
En
la misma noche del triunfo electoral de Syriza, y en particular de su líder,
Alexis Tsipras, el hombre político del año en Europa, estas son diez preguntas
urgentes a formular:
1.- En el umbral de la mayoría
absoluta, con 149 escaños, ¿qué gobierno formará Tsipras? ¿Será monocolor, como ha manifestado en campaña, o integrará a algunas
de las fuerzas políticas que se le han ofrecido durante la campaña para
consolidar el cambio?
2.- ¿Mantendrá Syriza el programa
electoral o realizará adaptaciones, sin renunciar a lo fundamental, con objeto
de favorecer un pacto con la UE? ¿Se mantendrá los 'cuatro pilares' del
programa de crecimiento económico (ayudas sociales de emergencia, inversiones en
infraestructuras mediante una reforma fiscal en profundidad, elevación del
salario mínimo acompañado de la revocación de la legislación neoliberal en
materia de contratos y derecho laboral y, finalmente, renovación de la política
para combatir la corrupción y el despilfarro)?
3.- ¿Qué actitud tendrán los
poderes económicos griegos, sus agentes conservadores y los grandes intereses opuestos
a un cambio de orientación en el país? ¿Habrá un boicot del del sistema
económico? ¿Habrá 'pánico del capital'?
4.- ¿Aceptará lealmente la troika
el resultado de las elecciones griegas u optará por mantenerse intransigente en no renegociar cantidad y plazos de la deuda (175% del PIB), que asfixia al país, para
probar la determinación de Tsipras?
5.- ¿Hay margen para un
compromiso, sin poner a Grecia en la difícil situación de renunciar al euro
(por la vía que sea, ya que formalmente no se puede salir del esquema de moneda
única sin abandonar el club), y sin que la UE vulnere sus propias decisiones?
6.- En el delicado toma y daca de
la previsible negociación, ¿mantendrá Syriza la unidad interna o hay un riesgo
algo de que ese tercio contestatario del partido comience a denunciar a Tsipras
de debilidad o de oportunismo?
7.- ¿Qué será del PASOK, el
partido de los socialistas griegos, reducidos a la irrelevancia con un resultado
que no llega al 5% y le hace perder veinte diputados con respecto a 2012?
¿Habrá autocrítica sincera? ¿Se
convocará un congreso extraordinario? ¿Se mantendrá la escisión de Papandreu, a
pesar de que su fuerza política, el Movimiento de los demócratas socialistas,
no ha conseguido pasar del 3% y estará ausente en el nuevo Parlamento?
8.- ¿Qué lectura harán los
demócratas griegos del preocupante ascenso de los neonazis de 'Amanecer Dorado', que
se encaraman al tercer puesto y, aunque pierdan un diputado, contarán aún con
17 parlamentarios, pese a tener a parte de su cúpula directiva entre rejas? ¿Se
intentará hacer más civilizados sus comportamientos o se vivirá con ellos como
un caso perdido?
9.- ¿Qué efecto tendrá el triunfo
de una fuerza política que cuestiona la ortodoxia europea sin ambages ni dobles
discursos en los partidos socialdemócratas que cuestionan la austeridad, pero
no han sido capaces de acabar con ella? ¿Habrá un cambio de discurso y de propuestas
de los socialistas o seguirán insistiendo en la combinación de 'rigor' y 'crecimiento'?
10.- Relacionada con la incógnita
anterior, ¿qué efectos electorales puede tener el vuelco político en Grecia en
las próximas citas electorales europeas, en particular en los países del sur, con
especial atención a España, donde existe, y de forma pujante, una formación como
'Podemos', gemela de Syriza?
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