26 de diciembre de 2018
El año que comienza
no se presenta muy venturoso que digamos. En realidad, como siempre, pero ahora
con una sobrecarga de las previsiones negativas o pesimistas, que se proyectan
sobre todas las regiones mundiales sin excepción. Dejamos aquí un apretado
avance de la agenda mundial en 2009.
EL DESCONCIERTO
EUROPEO
Las elecciones
al Parlamento europeo del mes de mayor serán un nuevo test para el
nacional-populismo, en el terreno que a sus adalides más les gusta. En estos
comicios, los electores suelen dar rienda suelta a sus instintos y enfados,
creyendo que sus votos no tienen consecuencias demasiado efectivas. Por lo
general, en estas citas se han producido una suerte de salvas políticas que
luego no siempre se han traducido en fuego real cuando ha llegado la hora de
votar en las elecciones nacionales. Poco importa que el Parlamento europeo, con
las sucesivas reformas de los Tratados de la Unión, ya tenga poderes reales. No
se percibe así por los electores, que se toman esta convocatoria como un aviso a
sus navegantes líderes políticos.
La crisis de
los gilets jaunes en Francia, el
nuevo brote de inestabilidad político-territorial en Bélgica, la emergencia de
la extrema derecha sin disimulo en España (con el telón de fondo de la crisis
catalana) y el envalentonamiento del populismo en Italia pueden alentar oleadas
catárticas en mayo y arrojar sal en las heridas europeas.
Pero nada como
el Brexit para reforzar la sensación
de crisis fuera de control. La fecha del 29 de marzo puede significar el fin de
un proceso, pero también el comienzo de otro, más incierto y convulso aún: una
separación sin acuerdo. Pero también pudiera significar nada en realidad, si hubiera
elecciones anticipadas o un acuerdo, improbable pero imposible, para celebrar otro
referéndum que deshiciera el nudo gordiano. Los tories están divididos y a la
greña, ciertamente, pero los laboristas no lo están menos, con una dirección escindida,
reflejo de la fractura existente en su base: remainers (mayoría: clases medidas y jóvenes) contra brexiters (minoría concentrada en zonas
desfavorecidas y resentidas por la crisis). Está por ver si este monumental lío
(the big mess) se lleva por delante a la premier May pero también al líder de
la oposición mayoritaria, Jeremy Corbyn, asaltado desde varios frentes
internos.
TRUMP: LA
SOLEDAD DEL MANAGER
¿Qué decir del
presidente-hotelero, convertido en gran bufón del espectáculo mundial? En las
próximas semanas debe sustanciarse el trabajo del fiscal Mueller. Tenga o no
consecuencias jurídicas, lo cierto es que, con las nieves de enero a orillas
del Potomac, el Individuo 1 (como se le denomina en los documentos de la mega investigación)
tendrá que achicar agua en un barco a la deriva, sin oficiales maduros (growns-up) a bordo, tras la última purga
de la Casa Blanca.
La Cámara baja
del Congreso tiene poderes para prolongar el trabajo de Mueller en una especie
de exorcismo político sin piedad. Es verdad que no todos los demócratas están por
la labor de convertir el anti-trumpismo
en la divisa de identidad del partido. Pero las presidenciales de 2020 aún están
lejos, la estrategia está por definir y los candidatos por clarificar. El ánimo
de confrontación en Washington es muy intenso. Nancy Pelosi ha tenido que
pactar con el ala insurgente de los blues
para asegurarse su última reelección como líder de la nueva mayoría y, por
tanto, speaker de la Cámara. ¿Facilitará
la octogenaria californiana una estrategia de confrontación con la Casa Blanca?
¿Blindarán los republicanos al atribulado presidente, desde el Senado?
EL MALESTAR DE
LA PERIFERIA
No todo se juega
en Europa y en los Estados Unidos, (o en Canadá, que también votará en 2009,
con la inmigración como asunto decisivo). El año que asoma contemplara elecciones
en tres grandes países de la periferia:
India, Indonesia y Nigeria; en total, dos mil millones de personas, el 30% de
la población mundial llamado a pronunciarse. Tres grandes estados que son
claves para la seguridad en sus regiones respectivas, todas ellas en permanente
riesgo de inestabilidad y violencia, sin atisbos de mejora.
En India, el
nacional-populista Modi se juega su prestigio y la continuidad de un proyecto
semifallido, mientras a sus puertas se vivirán momentos decisivos de la guerra
afgana, con un previsible fracaso definitivo de la aventura norteamericana, el
crónico malestar pakistaní, ahora con un presidente que navega entre el
populismo y la tutela militar, y una eventual reprogramación de alianzas
internas y externas.
Nigeria no
tiene ya el mismo influjo que en otros tiempos sobre el devenir del continente
africano, asolado por los problemas de siempre y por los más recientes, como el
afloramiento del yihadismo, entre otros.
El desenganche de Trump y la perplejidad francesa puede abrir nuevas vías de
influencia a terceros actores en el continente y promover focos de inestabilidad.
La región seguirá arrojando seres humanos desesperados en busca de otro futuro,
sin que en destino se les brinde una acogida no ya generosa, sino simplemente
organizada y acordada.
Los argentinos,
uruguayos y bolivianos también votarán el año que entra. Después del resultado
cosechado en Brasil, se verá si hay una estabilización del giro a la derecha,
es decir, otro de los vaivenes cíclicos en la región latinoamericana. El
arranque de de López Obrador puede ser un contrapeso, pero tendrá que convocar
un sortilegio para convencer a Trump de que hay soluciones mejores.
Entre las
expectativas más favorables sobresale la que se dibuja entre las dos Coreas. Pero
no se puede dar por seguro. Este eslabón perdido de la pasada guerra fría bien
podría ser víctima ineludible de la nueva que parece en gestación. La paz
definitiva entre esos dos estados de un mismo país puede fraguar y disolverse
en un corto espacio de tiempo, si las tensiones mundiales reverberan con
especial virulencia en Asia, donde confluyen conflictos territoriales, de
soberanía, hegemonía económica, desconfianzas ancestrales, autoritarismo y
crisis de gobernanza.
El conflicto
que parece abocado un año más a la frustración es el palestino-israelí. Trump,
pese a la exagerada proclamación de una iniciativa confiada al superyerno Kushner, será el decimotercer
presidente que fracase en el empeño (en su caso, el menos solvente y más desequilibrado
de la serie). Lo previsible es que todo se agote en un fuego de artificios que
ni siquiera llegue al show de Singapur (caso norcoreano).
Las elecciones
en Israel, adelantadas a primavera por las tensiones en la coalición derechista.
Netanyahu ha aprovechado la situación para que las urnas distraigan al país de
los escándalos de corrupción que le acosan ya desde el juzgado. Es de esperar
un reforzamiento de las opciones intransigentes. El año termina con la enésima
operación militar, en este caso, en la frontera norte, para destruir los túneles
con los que la milicia chiita libanesa de Hezbollah amenaza, dicen, la
seguridad nacional.
Debe temerse más
inestabilidad en la región. Tras la anunciada retirada militar de Estados Unidos,
está ya anunciada una ofensiva turca en el norte de Siria, con el objetivo de
derrotar a las milicias kurdas que tanto han contribuido a derrotar al ISIS. Erdogan
ha invitado a Trump para “agradecerle” una iniciativa que le deja las manos
libres. Sería asombroso que el presidente turco deje pasar una oportunidad como
ésta para seguir con su designio de hacer sombra a Atatürk.
Tampoco
podemos esperar buenas noticias en Yemen, aunque el debilitamiento del heredero
saudí y la nueva correlación de fuerzas en el Congreso norteamericano frene a
los jeques de Riad y sus aliados del Golfo. Sólo una respuesta desesperada de
Irán, por el impacto de la nueva ronda de sanciones tras la interrupción del
acuerdo nuclear, podría vigorizar la alianza de Washington con las monarquías petroleras
feudales.
NOTA.
Para quienes
desean ampliar esta visión, es recomendable el trabajo del CIDOB, una rara avis en el pobre panorama español de
análisis de las relaciones internacionales. https://www.cidob.org/es/publicaciones/serie_de_publicacion/notes_internacionals/n1_208/el_mundo_en_2019_diez_temas_que_marcaran_la_agenda_global