14 de agosto de 2019
En el otoño que
ya se avista, Europa puede afrontar un ciclo electoral de notables consecuencias.
En tres de los seis grandes países de la UE podrían celebrarse comicios
anticipados, forzados por bloqueos políticos. Uno de
ellos, el Reino Unido, podría encontrarse ya fuera de la Unión cuando se
abrieran las urnas. Y los otros dos (España e Italia), otrora entusiastas
europeístas, ya no se encuentran del mismo lado en la visión europea. Además,
tres länder orientales alemanes renuevan sus parlamentos y gobiernos con
perspectivas de auge del nacional-populismo xenófobo. Centrémonos hoy en Italia.
UNA CRISIS ANUNCIADA
La crisis de gobierno ha sorprendido en medios políticos, pero, en realidad, se estaba cocinando desde finales de mayo. La coalición del nacional-populismo xenófobo con el populismo antisistema y buenista de los 5 estrellas hace tiempo que se antojaba insostenible. El equilibrio gubernamental no reflejaba la realidad política (1).
Las elecciones europeas de mayo sancionaron el auge
incontenible de los liguistas y la decadencia inevitable de sus socios. La
relación interna de fuerzas se ha invertido, literalmente, en sólo año y medio
de sociedad forzada por las circunstancias. El M5E obtuvo el 33% en marzo de
2018 y la Liga el 17%; en las europeas, el resultado fue casi justo al revés; y
de entonces acá, esta tendencia se ha ido reforzando. Para Salvini, ministro
del Interior, no tenía sentido continuar con la coalición siendo el socio
menor, cuando puede aspirar, según todas las encuestas, a gobernar casi en
solitario.
Los sondeos y cálculos políticos predicen el gobierno más
a la derecha en Italia desde 1943; y en toda Europa occidental, desde la caída
de las dictaduras ibéricas, en los setenta. El sistema electoral favorece esta
previsión. Un partido que obtenga el 40% de los votos puede, con gran
seguridad, alzarse con la mayoría en el Parlamento. En este caso, los sondeos
le otorgan a la Liga un 37-38%, muy cerca de ese umbral.
En todo caso, Salvini puede contar con el apoyo de los Fratelli, una organización afín de la derecha extrema, de corte más conservador, más tradicional, heredera del neofascismo nostálgico, más tarde suavizado y ahora de nuevo florecido, bajo el liderazgo de Giorgia Meloni, una política de extracción popular, sin pelos en la lengua. Entre las dos formaciones hay diferencias, pero más coincidencias que entre la Liga y el M5E. El rechazo a la inmigración y una mayor combatividad frente a las exigencias de Bruselas les convierte en aliados casi naturales, ahora que la Liga ha renunciado al separatismo nordista. A los Fratelli se les atribuye, al menos, un 6% de los votos ( si no más), aportación suficiente para conformar la mayoría ultra (2).
Matteo Salvini llevaba meses buscando el momento propicio
para destruir la coalición de gobierno. Al final, ha sido la desavenencia por el
proyecto de tren de alta velocidad Lyon-Turín, que la Liga apoya y el M5S
rechaza por razones ecológicas, lo que ha desencadenado la crisis. Pero hay razones
de mayor calado, sobre todo de criterio fiscal, fundamentales a la hora de
diseñar los presupuestos del año que viene. La Liga presiona para bajar los
impuestos a un 15% para empresas e individuos (tax flat), mientras la
formación creada por el cómico Beppe Grillo desea hacer realidad la reducción
del número de parlamentarios y los proyectos sociales prometidos en su programa electoral, que no han podido
implementar debido a los pulsos con la UE y las renuencias de sus socios de
gobierno (3).
La escenificación de la crisis ha sido muy italiana.
Salvini dinamita el gobierno desde uno de sus baños marinos y de masas en las
playas del Adriático, donde arenga contra la llegada de barcos de inmigrantes
(su asunto favorito de batalla). El primer ministro Conte, un hombre de
confianza de estrellado Di Maio, le reprocha deslealtad y demagogia y lo
reta a explicar las razones de la crisis. A partir de aquí se inician
movimientos de cuidadoso cálculo político.
EL ENROQUE DE LOS RIVALES
Para sobrevivir al jaque de Salvini los populistas
antisistema sólo pueden hacer una cosa: aliarse con los partidos del sistema.
¿Podrán hacerlo? Todo puede ocurrir en Italia, ya se sabe. El otro Matteo de la
crisis, Renzi, exlíder del Partido
Democrático, en su deriva a ninguna parte, parece dispuesto a ofrecer un salvavidas,
en forma de gobierno tecnócrata, a quienes hasta hace poco consideraban unos
arribistas sin proyecto, y así frenar a Salvini y los fratellis, a los que
califica de “peligrosos”. La dirección del PD, liderada ahora por Zingaretti,
más a la izquierda, no está por avalar esta cabriola (4).
Otra incógnita es la posición de Berlusconi, hombre del
eterno retorno de la II República. Se deja querer por la Liga, pero Salvini
desconfía de él, pero tampoco descarta del todo su participación en un gobierno
de gestión que evite las elecciones. De momento, todos se ha alineado contra
Liga para retrasar a la semana que viene la moción de confianza, contrariamente
a lo que pretendía Salvini, que era cuanto antes: este mismo miércoles (5).
Estas maniobras tan italianas podrían reforzar el postureo
heroico del actual ministro del Interior y beneficiarlo en las urnas, en vez de
condenarlo al fracaso. Después de todo, Il Capitano, como le llaman sus
fans, es un seductor. Su carrera política está definida por el oportunismo, la
habilidad maniobrera y el eclecticismo ideológico: ha transitado por territorios
comunistas, regionalistas, separatistas y ahora reinventa un nacionalismo
populista muy de moda, muy rentable (6).
Pase lo que pase, con el póker del Brexit, el ajedrez italiano o el mus español, Europa va a vivir dos meses de inevitable inestabilidad, en un contexto internacional ya incierto de por más: riesgo de confrontación en el petrolero Golfo Pérsico y los amagos de guerra comercial lanzada por Trump para doblegar a China.
NOTAS
(1) “Italy’s government is on the brink of collapse”. THE ECONOMIST, 9
de agosto.
(2) “Can Giorgia Meloni become Italy’s Marine Le Pen”. GIORGIO GHIGLIONE.
FOREIGN POLICY, 30 de julio.
(3) “Italie:
de volte-face en reniements, la descente aux enfers du Mouvement 5 étoiles”. LE
MONDE, 10 de agosto.
(4) “Le
duel des “deux Matteo” au premier plan de la crisis italienne”. LE MONDE, 14 de
agosto.
(5) “Des
alliances de raison dans un climat de guerre des tranchées”. LE MONDE, 13 de
agosto.
(6) “Cómo
conquisto Matteo Salvini a los italianos”. MATTEO PUCCIARELLI. LE MONDE
DIPLOMATIQUE EN ESPAÑOL, junio de 2019.