27 de agosto de 2019
El
G-7 ha venido siendo uno de los ejercicios diplomáticos más inútiles del
panorama internacional. Más espectáculo que funcionalidad. Mucho trabajo previo
y escaso rédito final. Coste evitable y rendimiento escaso. Fotos forzadas de
familia y comunicados farragosos. Pero desde Trump, se ha impuesto otro cariz:
la gama que transita del escándalo a la injuria.
Este
año, el maestro de ceremonias era el presidente francés, un enamorado de las
puestas en escena, que anidan en su pasión juvenil por el teatro. Macron se
llevó a sus pares a Biarritz, un escenario veraniego de bandera, con la
intención de conjurar la amenaza de incendio que arruinó la edición anterior en
Canadá. Recuérdese el portazo del presidente hotelero y las lindezas que le regaló
al anfitrión, el primer ministro Trudeau.
Los
prolegómenos no podían ser más inquietante. Trump había prendido fuego a las
relaciones transatlánticas con su oferta de compra de Groenlandia. En guisa de bombero
preventivo, Macron puso sobre la mesa del G7 mangueras de ocasión para aplacar los
focos ardientes de las disputas comerciales/fiscales internacionales (China, riñas
transatlánticas, impuesto GAFA, etc.). Pero en la reunión irrumpieron las devoradoras
llamas de la Amazonia brasileña. Los incendios en el pulmón del planeta han
aumentado más de un 80% en sólo un año. Se sospecha que no por causas accidentales
y que mucho ha tenido que ver la barra libre que el ultra Bolsonaro ha concedido
a la explotación salvaje de la región (1).
El
caso es que Macron hizo virtud de la necesidad y colocó el desastre ecológico
en lo alto de la agenda, lo que resultaba muy conveniente para otro de los
asuntos en que pretende ser líder internacional: la preservación de la Tierra.
A riesgo de incomodar a Trump, siempre desdeñoso de estos asuntos contrarios al
aprovechamiento depredador, el presidente francés consiguió un cheque de 20
millones de euros para ayudar a sofocar los fuegos amazónicos (2).
En
todo caso, la carta oculta del anfitrión estaba relacionada con un incendio del
que apenas se avistan focos iniciales: el acuerdo nuclear iraní. Ante el
peligro de desbordamiento de las llamas en la ruta más delicada del tráfico petrolero
mundial y la desavenencia sin remedio entre Europa y EE. UU., Macron dio su
golpe de efecto en la cumbre, invitando al jefe de la diplomacia iraní a una
sesión de diálogo entre bambalinas y una propuesta de cumbre irano-norteamericana.
O sea, un requiebro muy del gusto de su díscolo huésped: contacto personal con
los líderes en lugar de paciente y ordenado trabajo diplomático. Pero Trump no
mordió el anzuelo, no se sabe si escarmentado por la experiencia con el líder
norcoreano o prevenido por sus amigos israelíes. El gambito de Macron se quedó
en idea ocurrente, útil para ser recuperada más adelante (2).
En
otros asuntos, como la tasa impuesta por Francia a las grandes empresas del
sector digital (norteamericanas, fundamentalmente) se llegó al compromiso de
eliminarlas cuando se llegue a un acuerdo fiscal global, con las compensaciones
que correspondan. Un requiebro. Para evitar suspicacias desagradables, Macron
ya había advertido reunión que no habría comunicado final, con el argumento no
del todo falaz pero claramente oportunista de que nadie se lee documentos tan
indigeribles. Evitando la ocasión, conjuraba el peligro de otro desplante trumpiano.
Sofocados los incendios menores y habilitada
la operación de bomberos en Amazonia, los líderes de los siete grandes abandonaron
Biarritz. Macron suspiró de alivio (3) y se prepara ahora para otra rentrée
plagada de luces rojas en el tablero de mando del Eliseo. Sus colegas europeos se
disponen a afrontar destellos no menos amenazantes en sus países.
BREXIT:
NUEVE SEMANAS Y MEDIA
Difícilmente
puede el pirómano Johnson apagar el fuego que tan aparatosamente ha contribuido
a crear. Tiene por delante nueve semanas y media para resolver la cuadratura
del círculo. La estrategia del primer ministro británico consiste en hacer
creíble un Brexit sin acuerdo para forzar un compromiso de salida
pactada. Sea un farol o no, se trata de un riesgo de enormes proporciones.
El
bombástico premier parece dispuesto a todo para evitar que le tuerzan la
mano las distintas fuerzas de oposición como sus disidentes compañeros de
partido, o todos en una suerte de confluencia por emergencia nacional. Se han
filtrado planes de Downing St. para suspender las sesiones del Parlamento y
evitar así propuestas legislativas, mociones de confianza y otras medidas de neutralización
del incendio mayor. Tanto huele a quemado en Westminster que se evoca ya la inusitada intervención del Palacio Real en la crisis (4).
Poco
ha podido hacer Macron en la antesala del G7 para dilucidar las intenciones del
inflamable Boris. La canciller Merkel, fiel a sus remedios conciliadores, había
emplazado a su colega británico a encontrar una solución antes del 31 de
octubre, e incluso a sugerir una nueva extensión del plazo. Pero el presidente
francés está hasta la Bastilla del Brexit y quiere sacar de una vez este asunto
de una agenda que le complica su hoja de ruta del renacimiento europeo. Berlín
y Paris siguen caminando por vías paralelas no siempre convergentes.
ALEMANIA:
UN LEGADO EN PELIGRO
Bastante
tiene Merkel con gestionar su legado, cuando por primera vez en años asoma la
sombra de un incendio inesperado en casa. La retracción económica del último
trimestre evaluado hace temer una recesión. Para los portavoces más
oficialistas, se trata de un pánico inmotivado (5). Pero si Trump sigue arrojando
cerillas sobre el comercio internacional, la catástrofe es posible. Es bien
conocido que la salud de la economía alemana se basa en su fortaleza exportadora.
Las guerras comerciales es lo último que se necesita para disipar el peligro. El
diálogo germano-norteamericano ha dejado de existir: un riesgo adicional (6).
Otro
incendio en potencia, temido para este otoño, sería la consolidación de la
opción nacional-populista xenófoba en el Este del país. Dos länder (Brandeburgo
y Sajonia) celebran elecciones regionales y Alternativa por Alemania (AfD) ser
perfila como fuerza irresistible. Esta por ver si las llamas evocadoras del
pasado más negro de Alemania devoran antes los predios electorales de los deprimidos
socialdemócratas o de los desconcertados democristianos.
ITALIA:
LA SOMBRA DE NERÓN
El
principal incendiario europeo reside en las colinas de Roma aunque provenga de
las llanuras del Poo y escenifique en las playas del Mezzogiorno. Como
si se tratara de un Nerón de este tiempo, el superministro Salvini se cargó un
inoperante gobierno de coalición entre populistas de las dos orillas para asaltar
el poder total y, de una vez por todas, liberar a Italia de las cadenas burocráticas
europeas y de la amenaza migratoria.
La
maniobra salvina ha causado tal alarma que sus hasta ahora socios y sus
principales rivales han aparcado su arsenal de retórica mutuamente destructiva
para ensayar una alianza de salvamento y socorrismo. El Movimiento 5 estrellas
y el Partido Democrático discuten estos días sobre una posible coalición de
gobierno para evitar una elecciones en las que se presiente un triunfo arrasador
de Salvini (7). Lo que parece imposible en España se abre paso en Italia, país donde,
ya se sabe, si de maniobras políticas se trata, todo puede ocurrir.
NOTAS
(1) “The Amazon is on fire”. KATHRYN SALAM. FOREIGN
POLICY, 23 de agosto; “The ravage of the Amazonia. VANESSA BARBARA. THE
NEW YORK TIMES, 24 de agosto.
(2) “The prospect of an Iran-US summit is the
most tantalizing outcome of Emmanuel Macron’s diplomacy in Biarritz”. THE
ECONOMIST, 26 de agosto.
(3) “En Biarritz”, Macron réussit un sommet du
G7 qui s’annonçait pourtant délicat”. LE MONDE, 26 de agosto.
(4) “Rebel tories agree to meet Corbyn to stop
no-deal Brexit”. THE GUARDIAN, 15 de agosto; “Boris Johnson seeks legal
advice on five-week parliament closure ahead of Brexit”. THE GUARDIAN, 24 de
agosto; “Brexit could cause a crisis that drags in even the queen”. THE
ECONOMIST, 17 de agosto;
(5) “Deutsche Wirtschaft schrumpft?
Keine panik! ALEXANDER ARMBRUSTER. FRANKFURTER ALLGEMEINE ZEITUNG, 14 de
agosto (artículo reproducido en COURRIER INTERNATIONAL, 21 de agosto)
(6) “Inside the breakdown of ties between
Germany and the U.S.”. DER SPIEGEL (edición internacional), 21 de agosto.
(7) “Un governo forte per un’Italia
risorta”. EUGENI SCALFARI. LA REPUBBLICA, 24 de agosto; “La trattativa M5S-PD”.
IL SOLE-24 ORE, 25 de agosto; “En Italie, les parties politiques à la
recherche d’un front anti-Salvini. LE MONDE, 21 de agosto.
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