3 de noviembre
La
noche electoral de Estados Unidos se anuncia larga. E incierta. De cumplirse
los pronósticos, Biden saldrá vencedor. Pero necesita acreditar un resultado
muy contundente para aplacar a un rival que no está dispuesto a admitir
fácilmente su posible derrota. Si el resultado es finalmente apretado o, lo que
es más probable, no puede declararse vencedor a falta contar votos que resultan
necesarios para cerrar el resultado, puede darse por seguro un periodo de
crisis política. Estos son los escenarios hipotéticos y su nivel de
probabilidad:
1) CONVENCIONAL.
Gana cualquiera de los dos por una ventaja convincente
y el candidato derrotado admite la victoria de su rival. Se concluye el
recuento en los estados pendientes del voto por correo, se resuelven
discrepancias y el 14 de diciembre el Colegio Electoral vota al Presidente
según la voluntad de los electores de cada estado. El 21 de enero, o bien Trump
inicia su segundo mandato, o Biden se convierte en el 46ª presidente de los
Estados Unidos.
Poco
probable.
2) INDECISO.
Cada candidato obtiene la victoria
en sus feudos más seguros, pero restan por contar los votos en los estados más
competidos, los que determinan el resultado final. Todo el proceso
electoral se retrasa. El riesgo de conflicto por los resultados parciales se
agranda. Los dos partidos presentan un gran número de reclamaciones, no sólo en
las presidenciales, sino también en las legislativas. La gestión del voto por
correo es el principal terreno de disputa.
Bastante probable.
3) INESTABLE.
Gana Biden por una ventaja corta. Trump asegura que ha habido fraude y ordena a cientos o miles de abogados que revisen conteos o incluso que presenten demandas ante los tribunales. El propio Trump lleva semanas insinuando un escenario similar a éste, con sus diferentes variantes.
Bastante
probable.
4) POLÉMICO.
Trump aventaja a Biden en el recuento provisional, a
falta de muchos estados por decidir, pero proclama su victoria de forma precipitada.
Biden no lo acepta. Es el llamado “espejismo rojo”. Los líderes
republicanos tendrían que pronunciarse: o respaldar al Presidente o intentar
convencerle de que debe esperar a que concluya el proceso electoral.
Ligeramente
probable
5) CONFLICTIVO
Los dos candidatos empatan a 269 delegados en el
Colegio Electoral. Se entabla una pugna política para resolver el bloqueo.
El Congreso debe decidir, pero su veredicto depende del partido que controle la
delegación de cada Estado en la Cámara de Representantes y de la nueva composición
de Senado tras las votaciones de hoy.
Muy poco probable.
6) CRÍTICO.
Las desavenencias sobre el conteo y la gestión de los
votos por correo impiden que el Colegio Electoral no puede elegir al Presidente
en el plazo prescrito. La decisión pasa a los Estados. Pero los gobernadores
y los legislativos de cada Estado no necesariamente optan por el mismo candidato,
sino en función de sus adscripciones políticas. La crisis institucional consecuente
sería de gran envergadura.
Poco
probable.
7) TUMULTUOSO
Partidarios y contrarios a Trump escenifican en las calles la crisis institucional y la convierten en crisis social. Riesgo de enfrentamiento en las calles. El Congreso llama a la calma, pero la Casa Blanca incita a sus partidarios más extremistas. Incógnita sobre la conducta de las fuerzas de seguridad.
Muy poco probable, pero
temible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario